Mestizaje natural

Rodrigo Mercado, hijo del mítico Rosendo, presenta este sábado en Cabañas de Polendos su segundo álbum, ‘El fondo de la chistera’

A los diez minutos de entrevista, llega la pregunta ineludible, que Rodrigo Mercado acoge con una sonrisa que viene a romper el tono serio y relajado de la conversación. “Estoy acostumbrado, no te preocupes”, aclara el músico. “La etiqueta de ser hijo de.. [Rosendo], sí que pesa, es obvio, hay veces que puede ser incluso un poco puñetero, todo depende de quien y cómo la utilice, de mi padre que te voy a decir…. Estoy muy orgulloso”, sentencia.

Con naturalidad y estoicismo, Rodrigo asume la curiosidad y comparaciones con su progenitor, leyenda del rock español, de quien dice “me anima, me aconseja y me apoya en mi carrera en solitario, aunque también es mi mayor crítico y siempre además con conocimiento de causa”.

A simple vista, la música que defiende Rodrigo Mercado camina por derroteros algo distintos al del veterano rockero, con más de 40 años sobre el escenario, líder de los míticos “Ñu” y “Leño” y con una amplia y exitosa carrera en solitario. Tras su paso por la banda ‘Ganyahmun’, que formó con tres amigos del instituto, Rodrigo decidió lanzarse al ruedo y publicó, en 2013, su primer álbum en solitario, “Puntualmente demora”. Tres años después, el músico ha lanzado “El fondo de la chistera”, que presentará este próximo sábado (23.00) horas en La Oveja Negra de Cabañas de Polendos (Segovia); un concierto que forma parte de la Gira GP6, que también le llevará, este mismo mes de marzo, a ciudades como Castellón y Valencia.

Rodrigo Mercado se separa del rock urbano del mito de Carabanchel y en “El Fondo de la Chistera”, en la misma línea de su trabajo anterior, apuesta por el mestizaje de estilos. “Me gusta que los discos tengan coloridos, diferentes, cuando compongo a hacer canciones me salen muchos matices”, confiesa el músico, que tiene su base en la ‘música negra’. En su nuevo disco, el músico abraza el soul, el reggae, el funk, el hip-hop y hasta el folk, de forma totalmente natural, como lo es la manera que tiene de componer. “Hago canciones y seguiré haciéndolas, me vaya como me vaya, porque es una cosa que me sale de forma natural”, añade. ¿Qué le satisface más, componer una canción o defenderla en un escenario?. “Son cosas muy diferentes, pero haciendo una canción soy feliz, así, simplemente, claro que llevarlo a un directo y recibir la respuesta del público es una sensación incomparable”, remarca.

El fondo de la chistera empieza con el soul pop de “Creo en ti” para pasar inmediatamente después al reggae con “Las buenas costumbres” y al son cubano de “Bota”, buenos ejemplos los tres del mestizaje que contiene el álbum, de una falta de complejos que permite que otros estilos permeabilicen colores y sonidos.

Cuando se le pregunta si el título del álbum, ‘El fondo de la chistera’, es, precisamente, una metáfora sobre la sorpresiva variedad de estilos que pueden brotar de su creatividad, reconoce que “ciertamente, puede ser un poco así, también es estar un poco a la expectativa de que ocurra algo, de que haya un hechizo y pase algo”.

Los doce temas del álbum los compuso hace más de dos años, cuando le dio, asegura, el ‘apretón’ por componer nuevos temas para su segundo disco. Sin embargo, la grabación y salida al mercado fue un proceso más lento. En relación su trabajo anterior, el nuevo álbum, “es igual en cuanto a la variedad de estilos, aunque este último está quizá más elaborado (…) las letras están también muy cuidadas, es lo que unifica todo mi trabajo”, afirma.

Rodrigo Mercado es consciente de la ‘potente’ herramienta que supone Internet para difundir y promocionar su música, aunque subraya que todo músico ‘debe trabajar el directo y pisar un escenario’. “Es imprescindible salir a tocar, al final es allí donde la gente ve lo que haces en vivo, en caliente”, sostiene el cantante y compositor, que, tras actuar en Madrid, dos veces, en Alicante, Avilés y Burgos, y tras su inminente paso por Segovia, ya tiene cerrados otros siete conciertos hasta el mes de junio.

Rodrigo de Mercado solo tiene un objetivo, que pasa por poder dedicarse profesionalmente, en cuerpo y alma, a la música. De momento, su deseo es a corto plazo: “Espero que en Cabañas este sábado haya ambiente y lo pasemos bien”.