Rubalcaba propone a los socialistas europeos cambiar el rumbo de la UE

El líder del PSOE pide «trabajar unidos» en tres grandes aspectos: la reducción del déficit, un paquete de medidas de crecimiento y un plan en el que el BCE actúe como la Fed de EEUU

Ajeno a las demandas en el seno de su partido, donde algunas voces le instan a anunciar ya si tiene la intención de presentarse a las primarias de la formación, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se comunicó ayer por carta con los líderes socialdemócratas europeos para proponerles la celebración de un encuentro, a principios de 2013, en el que defiendan un cambio de rumbo en la política económica continental.

El jefe de la oposición solicitó formalmente llevar a cabo una reunión al presidente del Partido Socialista Europeo, Sergei Stanishev, y, en la misiva, recordó que las recetas de la derecha para afrontar la crisis han sido «un fracaso total», ya que «no han propiciado la recuperación económica después de tres años de recortes sociales, aumento de impuestos y ausencia de inversión». «Nos ponen, de nuevo, al borde de otra recesión», agregó.

Además, se mostró convencido de que «todavía se pueden cambiar las expectativas» y, para ello, hizo un llamamiento a las fuerzas progresistas a «unir sus esfuerzos» para «trabajar unidos y presentar una agenda alternativa para un progreso compartido en Europa» basada en tres grandes aspectos: un enfoque más gradual en la reducción del déficit, un fuerte paquete de medidas de mejora del crecimiento que conduzcan a la creación de empleo y una política monetaria en la que el BCE actúe como la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.

«Estos tres elementos constituirían los cimientos de nuestra estrategia para superar la crisis económica y de nuestra propuesta a los ciudadanos europeos para las próximas elecciones en 2014», explicó Rubalcaba en la carta. En este contexto, también propuso mostrar ante la opinión pública comunitaria la «clara apuesta política» de los socialdemócratas continentales.

Por su parte, el presidente del PSOE, José Antonio Griñán, defendió la necesidad de apostar por «una Europa más fuerte» a través de una política que «busque consensos y cohesión social», con el fin de «restar poder a la especulación financiera» y reequilibrar el poder de los mercados mediante el Estado de Derecho.

El también jefe del Ejecutivo andaluz abogó por llevar a cabo en la zona euro una política que cumpla el pacto de estabilidad, pero que, al mismo tiempo, «reparta equitativamente los sacrificios, afronte las reformas estructurales necesarias y propicie el crecimiento y la lucha contra el desempleo».

Y es que, según esgrimió, las medidas económicas que se están aplicando en Europa «han demostrado ser un fracaso», pues han provocado la recesión de la eurozona y, «lo que es más grave, el aumento de las desigualdades sociales». «Se dice que en el sur hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que ahora estamos pagando las consecuencias. Es una forma de culpabilizar a las víctimas de sus propias desgracias», aseveró, al tiempo que recordó que, en los comienzos del euro, Alemania «incumplió reiteradamente el Pacto de Estabilidad y Crecimiento sin ser sancionada por la UE». Para Griñán, la Unión Europea, «encerrada en un solo pensamiento, parece caminar lentamente a su colapso», pues su «obsesión por la inflación y el desprecio a una política monetaria de estímulo económico» la han llevado a la recesión.

Por otro lado, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, pidió al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que actúe «de forma inmediata» para evitar que las mujeres víctimas de violencia de género paguen tasas judiciales -de 300 euros- para poder divorciarse de sus maltratadores, una situación que consideró «muy grave».

Valenciano recordó que el popular afirmó en noviembre que las afectadas estarían exentas de abonar el importe. «Por eso le exigimos que cumpla su palabra», indicó la número dos socialista.