La Virgen de las Angustias vibró con nuevo trono

La Cofradía de ADEMAR sacó el paso por el centro de la ciudad llevado por 18 portadores repartidos en los 12 banzos

Apenas comenzaba a anochecer cuando del convento segoviano de Corpus Christi salía el paso de Nuestra Señora María Santísima de las Angustias, imagen de la Escuela de Juan de Juni (Siglo XVI), para protagonizar una inédita procesión en la ciudad, ya que la cofradía vinculada a la comunidad marista ha restaurado recientemente el trono y ha incorporado banzos —palos de madera que sobresalen— y con los que el paso es portado por 18 banceros ataviados con el hábito franciscano.

Eso ocurría ante el numerosísimo público que esperaba en ese momento, en torno a las ocho y media de la tarde, en la Calle Real, poco después de que en la iglesia del convento se viviera un emotivo momento, ya que los responsables de la Cofradía de ADEMAR (Asociación de Exalumnos Maristas) nombró a la Comunidad de Clarisas Cofrade de Honor, por acoger la imagen de la Virgen en su seno, cuando los franciscanos de la calle Judería Nueva marcharon de la ciudad.

Por su parte, las Clarisas cedieron a la cofradía dos reliquias de este convento: la de Santa Clara y la del Santo Sepulcro, para su exhibición por las calles de Segovia durante el cortejo, cuya duración estimada era de unas tres horas y se estaba desarrollando con normalidad y solemnidad al cierre de esta edición. Antes, el nuevo trono, con un manto también nuevo en azul índigo, y policromía en pan de oro, fue bendecido por el capellán de su Santidad Andrés Rodado Olmos.

La procesión se caracterizó por contar con siete estaciones en lugares como el propio convento de Corpus Christi, iglesia de San Miguel, Catedral, antiguo colegio de las madres Jesuitinas, en la calle Refitolería, Arco del Socorro, Sancti Spiritu y Colegio Maristas.

Se trata del único paso de la de Segovia cuyo trono lleva banzos, una forma tradicional en otras ciudades como Zamora o Cuenca, por ejemplo. En este sentido, la Cofradía segoviana ha contado con la colaboración de Pedro Julián Hernández, ex presidente de la Junta de Cofradías de Zamora, que ha enseñado a los banceros a portar el trono mediante este sistema.

Otro elemento singular fue el canto del Via Matris, algo que se había perdido en Segovia pero que se realizaba hasta los años cuarenta del siglo pasado, El Via Matris es el camino que recorrió María de regreso, desde el Santo Sepulcro hasta su casa.