LUIS CUESTA
La noche del 8 de diciembre de 1973, un chaval de quince años que estudiaba en los Maristas no pudo dormir. Al día siguiente tenía por delante una tarea de enorme importancia: nada más y nada menos que correr en Cantimpalos. El Blume le había seleccionado, junto con otros quince o veinte compañeros de la misma categoría.
El día del “primer Cross” fue grande e importante en su vida. En la salida estaban varios centenares de atletas de toda España y no cabía en su cuerpo todo el asombro y la emoción que sentía al estar mezclado con ellos. El resultado final según la clasificación podría considerarse mediocre, pero para él y su entrenador fue un resultado extraordinario; había llegado a meta, tras recorrer una recta final repleta de público, donde le habían aplaudido más que en el resto del circuito, -y eso que allí lo habían hecho mucho- porque en Cantimpalos se valora el esfuerzo del corredor. Y si encima llevas una camiseta de Segovia… ¿para qué quieres más? Hay que volver, pensó el chaval, y algún día tengo que oír mi nombre por megafonía, cuando aparezca en la recta en las posiciones de cabeza.
Pasaron los años y con frío, lluvia o nieve, el chico siguió acudiendo a correr, escuchó su nombre muchas veces por los altavoces, también cuando subió al pódium como se había propuesto en el 73. Esa cita ya estaba señalada como obligatoria: no sólo se acudía para celebrar un evento deportivo, ahora además se finalizaba con una comida en la que se reunían los compañeros de fatigas y de éxitos, ya que raro era el año en que varios no triunfaban, tanto en la categoría masculina como en la femenina.
Con el transcurso del tiempo y, cuando la fuerza de la juventud te abandona, ese chaval quiso colaborar de alguna manera en la lucha por mantener aquello que había recibido, para que otros deportistas tuvieran la misma oportunidad de disfrutar los grandes momentos que el deporte te puede dar, y con la ilusión de poner su grano de arena en un Cross con identidad propia, que busca la promoción de la base, además del espectáculo de los grandes, cimentado en el apoyo y el empuje de todo un pueblo. Así, ese corredor pasó al lado de la organización. El punto de colaboración fue desde el micrófono, haciendo de comentarista, narrador o voceador, nunca speaker, que es una palabra que no me agrada dado que existen voces castellanas preciosas para definirlo. Ver la carrera desde la vertiente de la organización es una experiencia que todos los deportistas tendrían que conocer, pues pocos saben que, independientemente de que hay meses de preparación, la víspera y el día de la prueba, desde bastante antes de que amanezca, son una verdadera locura.
“El que habla”, como me llamó una vez un niño al reconocerme, es un eslabón más, y además cómodo, pues se limita a poner la voz a toda una organización que tiene detrás y que se compone de mucha gente, en la que cada una de esas personas que no se ven llevan, a mi parecer, al éxito todas las ediciones que he vivido. Tú eres la voz y muchas veces el punto de referencia al que se dirigen para coordinar, buscar, llamar, avisar a servicios médicos, al pódium, a la salida, al niño perdido, las llaves perdidas, etcétera, pero siempre vinculado a alguien que, dentro del organigrama, lleva y resuelve el tema. También vas marcando los tiempos de lo que ocurre y tratando de narrar la emoción de las llegadas de los primeros y dando ánimos al resto, con mayor o menor acierto.
Pero si con algo sigo disfrutando por excelencia año tras año es con la carrera de esos grandísimos campeones que son los más pequeños. Ver esas ilusiones, esos acelerones cuando distinguen a un familiar, ese orgullo que muestran cuando llevan la camiseta de su club o su cole -que les llega por debajo de las rodillas-, ese miedo y esos lloros en la recta, de aquellos a los que le puede la escena y a los que se trata de ayudar a superarlo desde megafonía…eso es algo que no tiene precio y que año a año se repite.
Curiosamente, para mí, si hay una representación de lo que pienso que es el Cross de Cantimpalos, es una foto que conservo donde estamos corriendo y de la mano uno de los niños que se bloquean en la recta de llegada y yo, cuando salí a ayudarle a entrar en meta y fuimos comentando sus miedos por el micrófono, para tratar de salvarlo. Eso es la esencia de nuestro Cross, ayudar al que empieza y darle la posibilidad de iniciarse en un deporte en el que Cantimpalos le va a llevar de la mano, edición tras edición, el 8 de diciembre de cualquier año, en ese prado al que combaten todos los vientos y tan grandes gestas ha visto desarrollar, hasta que pueda competir con los grandes del Campo a Través nacional e internacional.
Sólo puedo finalizar dando las gracias al Cross de Cantimpalos y a sus gentes por todo lo que me ha dado, a la vez que pido disculpas por los errores que haya podido cometer desde el puesto “del que habla”.
IDAIRA PRIETO
Hija del mítico atleta Antonio Prieto, esta segoviana orgullosa de serlo y nacida en 1997 compagina su trabajo como fisioterapeuta con el atletismo, donde acumula varias medallas a nivel nacional, participaciones en campeonatos de Europa y, ya en categoría absoluta, dos sextos puestos en los campeonatos de España de 2021 en 1.500 m. En campo a través, también en 2021, logró el subcampeonato nacional representando a Castilla y León y, por primera vez en su carrera, el Cross de Cantimpalos en la categoría sénior femenina.
Pregunta: Cuéntenos su relación con el Cross. Como segoviana e hija de atleta, estamos casi seguros de que ha sido un día marcado en rojo en su calendario.
Respuesta: Cantimpalos siempre ha sido una fecha importante para mí. De pequeña iba a correr y creo que no me he perdido ninguna edición salvo cuando fui seleccionada para competir en varios Campeonatos de Europa de Cross, ya que las fechas coincidían. La edición de 2021 fue mi segunda vez participando en categoría sénior.
Normalmente corre en pista ¿Qué diferencias enfrenta el atleta entre el tartán y el campo a través?
El entrenamiento de pista y de Cross es diferente ya que las superficies donde corremos lo son. Principalmente para el Cross necesitas trabajar mucho la resistencia y ser capaz de adaptarte al terreno y al clima invernal, que normalmente, y sobre todo en Segovia, no suele ser fácil.
¿Hizo algún tipo de entrenamiento especial para Cantimpalos?
No. En invierno suelo preparar Cross y en Cantimpalos fue el día en el que salió todo el trabajo que había hecho los meses anteriores.
Quiero pedirle que se traslade a aquel 8 de diciembre de 2021 y nos cuente qué sensaciones tenía.
Recuerdo un día muy frío. Tuve que calentar muy abrigada y no sabía muy bien cómo iba a responder a esas condiciones. Creo que ha sido el único Cross del año en el que corrí con guantes y una camiseta térmica de manga larga. Sin embargo, al mismo tiempo, sentía el calor del público. Vino gente muy importante para mí a verme y a eso se le suma correr en casa. Fue un día muy especial sin tener en cuenta el resultado final.
Muchos citan esa carrera como una de las más frías que se recuerdan. Como atleta local acostumbrada al frío ¿pudo ser una “ventaja” para usted?
No sé si realmente fue una ventaja para mí, ya que el frío no lo suelo llevar muy bien. No suelo pensar mucho en la condiciones climatológicas de la carrera, porque son las mismas para todas; hay que correr haga el día que haga. Pero sí que es verdad que no recuerdo una edición tan fría como la de este año.
Aún el coronavirus estaba muy presente ¿cómo fue el Cross de Cantimpalos en versión pandemia? ¿Se corre diferente? ¿Tuvo alguna precaución especial propia?
Después del confinamiento siempre intento cuidarme y protegerme, no solo por mi salud, sino por la de mi familia también. No recuerdo haberme protegido en exceso porque, al ser una prueba al aire libre, contagiarte es más difícil. Eso sí, si llevabas mascarilla ese día, menos frío pasarías.
En sus redes sociales tiene la publicación de un vídeo, narrado por el gran Juan Carlos Higuero, de la recta final de meta y un texto que dice “Correr en casa es una pasada pero es aún más emocionante y especial hacerlo arropada por mi gente”. Explíquenos cómo vivió esos últimos metros.
Fue muy emocionante. A falta de una vuelta de 2 km me escapé del grupo y vi cómo ninguna de mis rivales era capaz de seguirme. Además, el público no dejó de animarme en ningún momento. Pero no fue hasta la línea de meta cuando fui consciente de ello. Fue un momento muy emotivo porque era mi primera victoria en un Cross en categoría sénior y qué mejor manera que hacerlo que en casa. Mi padre estaba también esperándome en meta y pude compartir con él ese triunfo desde el minuto uno.
¿Cómo ve la victoria ahora que han pasado unos meses? ¿Qué significa para usted inscribir su nombre en el palmarés de esta carrera?
Todo un orgullo. Me considero muy segoviana y aparecer en una de las ediciones de este Cross como vencedora es un premio a todo el trabajo realizado. Ganar en mi tierra es muy especial para mí.
En 2022 se cumple la 50 edición. Queríamos pedirle unas palabras para este cumpleaños tan especial
Desde aquí quería dar las gracias, tanto a la organización y a los patrocinadores del Cross, como al Ayuntamiento de Cantimpalos, por todo su trabajo. Por apostar por el deporte, en concreto por el atletismo y por nosotros los atletas. Y espero que entre todos sigamos cumpliendo ediciones y siendo un Cross cada vez de un nivel mayor dentro del panorama nacional e internacional.
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Extractos del libro “Historia del Deporte en Cantimpalos” de Álvaro Díaz García y Cristina Vega Herrero.
