El derribo de Villa Estrella pone fin a otro gran valor de la arquitectura de Pagola

El chalé de los Rueda quedó ayer reducido a escombros ante la mirada de numerosos vecinos que contemplaron los trabajos de demolición

En apenas tres horas el edificio conocido como chalé de los Rueda o Villa Estrella se convirtió ayer en un amasijo de escombros.

Una máquina excavadora oruga y varios camiones, pertenecientes a la empresa segoviana Navarro, limpiaron la finca de escombros, tras un derribo que no pasó desapercibido para las decenas de segovianos que transitaban por la Avenida Ezequiel González.

Con la demolición de este inmueble desaparece otro de los edificios emblemáticos del arquitecto Manuel Pagola, que data de 1925, y forma parte del conjunto de inmuebles diseñados por este arquitecto (Bilbao, 1892 – Segovia 1943) en la ciudad del Acueducto.
Con la demolición de Villa Estrella se da por zanjada la polémica que había suscitado la transformación de esta zona del barrio de Santo Tomás, una vez que la propiedad solicitó al Ayuntamiento licencia para construir nuevas viviendas.

Varios colectivos como la Academia de Arte de San Quirce, la asociación Amigos del Patrimonio, o la formación política Izquierda Unida habían pedido que se paralizara el derribo y se conservara el inmueble.

Dentro del ámbito profesional de los arquitectos, no todos comparten la misma idea. Para algunos, el estilo de Villa Estrella no tiene gran valor, pues se trata de un diseño montañés, perteneciente a la primera etapa de Pagola. En cambio, sí defienden otras construcciones más tardías de quien fuera arquitecto municipal de Segovia desde el año 1923.

La demolición de ayer forma parte de un convenio urbanístico aprobado por el Ayuntamiento de Segovia en 2019. A este acuerdo se refirió el Ayuntamiento de Segovia al recordar que los propietarios están ejerciendo un derecho amparado por la legislación urbanística y que, en consecuencia, el Consistorio no puede paralizar sin incurrir en un delito. La eliminación o restricción de esos derechos a los dueños supondría un desembolso, en concepto de indemnización millonaria, calculada inicialmente en más de 10 millones de euros; algo “inasumible para las arcas municipales”, señala el Consistorio. Además asegura que a pesar de su sensibilidad con la protección del patrimonio,“en este caso han concurrido una serie de circunstancias contra las que no puede actuar el Ayuntamiento”.

En el trámite de información pública del PEAHIS la propiedad presentó un escrito de donde advertía que solicitarían en el Juzgado una indemnización por “vinculación singular” ya que consideraban que se producía una restricción de sus derechos respecto a los demás propietarios situados en el mismo ámbito urbanístico. Los técnicos llegaron a la conclusión de que la indemnización que podría corresponder a la sociedad propietaria de esta parcela ascendería inicialmente a unos diez millones de euros en caso de mantener la edificabilidad existente.

En los últimos planes urbanísticos de Segovia, como el Plan General de Ordenación Urbana del PGOU de 2008 y las DALS, el edificio no se consideró acreedor de una protección y por ello no fue incluido en el catálogo de edificios protegidos, toda vez que, aunque la construcción responde a una arquitectura sencilla y correcta, “las edificaciones ejecutadas en el ámbito inmediato han distorsionado su imagen, de modo que el edificio ha quedado desintegrado del entorno”. “Además, para conocer el valor del arbolado existente en la parcela, se solicitó un informe del servicio municipal de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Segovia, que concluyó que tan solo dos ejemplares de castaño de indias ubicados frente a la parte trasera tendría un correcto porte y buen estado fitosanitario”.

Al no ser un edificio catalogado en anteriores planeamientos urbanísticos, ni encontrarse dentro de un conjunto histórico declarado BIC, sería una protección exnovo y, en consecuencia, se produciría una restricción de la edificabilidad respecto de la del entorno de Santo Tomás, que es muy elevada, con edificios de cinco y seis plantas de altura.

REACCIONES
El convenio urbanístico acordado con la propiedad llegó incluso a aceptar una edificabilidad inferior a la media del entorno. Posteriormente, el PEAHIS se aprobó de forma definitiva en el pleno municipal el 6 de septiembre de 2019, con los votos favorables de PSOE, PP y Cs, la abstención de Podemos, y el voto en contra de IU.

Precisamente ayer, esta formación política lamentaba que finalmente “se haya consumado el derribo”. En opinión de su portavoz en el Ayuntamiento, Ángel Galindo, “supone un claro ataque al patrimonio urbanístico y paisajístico de nuestra ciudad que debería haberse evitado”. Recuerda que en febrero de 2019 se aprobó el convenio urbanístico, y se hizo “con el único voto en contra de Izquierda Unida”. Añade que a diferencia de este inmueble, el chalet de Nicomedes García (de características similares) sí cuenta con una figura de protección. “Es una diferencia de criterio que se enmarca en lo que IU denominó entonces ‘ a la carta', denunciado en varias ocasiones por la formación por distintos convenios que se realizaron a lo largo del pasado mandato”. “No hay necesidad -añaden- de ampliar el suelo urbanizable a costa del medioambiente y el patrimonio” y con este tipo de decisiones “solo se está consiguiendo un beneficio particular de los propietarios y no para la ciudad y para la población segoviana”.

Por su parte, la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce subrayó que se trata del “último vestigio de una concepción urbanística muy representativa de la época del ensanche de las ciudades” y que la urbanización del terreno “causaría un perjuicio indudable a la contemplación” de la iglesia de Santo Tomás, que permanece aislada gracias al jardín del inmueble.

Esta institución académica alegó en su día contra la ordenación específica denominada ‘Santo Tomás', incluida en el Plan Especial de Áreas Históricas (PEAHIS), pero fue desestimada su pretensión.

También lo fue la de la asociación Amigos del Patrimonio. Su presidente, Pedro Montarelo, recordaba que el chalé de los Rueda era un ejemplo, “por su singularidad, de la importante arquitectura moderna en Segovia”. Añadía que se trataba de “una operación claramente especulativa” y que con la demolición se produce una pérdida “de una construcción muy interesante desde el punto de vista arquitectónico y la eliminación de un entorno verde muy integrado en ese ámbito de la ciudad”.

El proyecto contempla 74 nuevas viviendas

El derribo del chalé de Villa Estrella supone el comienzo del cambio en el aspecto que tendrá la zona más emblemática de Santo Tomás, donde se encuentra la iglesia parroquial y los jardines de Alfredo Matesanz.

La ordenación establecida en el PEAHIS responde al convenio suscrito entre el Ayuntamiento y la propiedad. Supone la ejecución de 6.600 metros cuadrados edificables para un máximo de 74 viviendas y la cesión al Ayuntamiento de Segovia de 607 metros cuadrados de edificabilidad para vivienda protegida y de 1.125 metros cuadrados de suelo destinado a espacio libre público que supondrá la ampliación de los jardines de Alfredo Matesanz y la creación de un viario peatonal que conecte Santo Tomás y Ezequiel González.

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Otros edificios emblemáticos del diseñador

Silvestre Manuel Pagola Bireben dejó en la ciudad de Segovia un amplio legado como arquitecto y urbanista del que quedan algunos ejemplos representativos. Aunque él nació en Bilbao y estuvo muy vinculado a Madrid desde los doce años, en 1923 consiguió la plaza de arquitecto municipal de Segovia, donde se trasladó e instaló definitivamente en el año 1933.

De sus proyectos urbanísticos destaca el Plan de Mejoras Urbanas de Segovia, trazado en 1927 para una ciudad con enormes carencias y falta de recursos, y en el que se incluían reformas de vía pública, construcción de mercados, escuelas, lavadero público y un polémico plan de abastecimiento de agua potable en el que tuvieron más protagonismo los intereses económicos y políticos del momento que el proyecto en sí.

La arquitectura de Pagola evoluciona desde unos primeros años caracterizados por eltradicionalismo y el regionalismo de carácter montañés, como es el caso de Villa Estrella, de 1925, hacia una arquitectura más limpia, desornamentada y funcional, tendiendo a veces a una mayor fuerza expresiva en la combinación y el uso de los elementos arquitectónicos, como sucede en el bloque de viviendas en esquina para Francisco Gálvez en la plaza de la Rubia ( 1935). Convertido, por tanto, en el principal y casi único valedor del racionalismo arquitectónico en Segovia, su obra más destacada será el proyecto de vivienda unifamiliar para el empresario Nicomedes García Gómez (1938). De nuevo resuelve un fragmento de manzana en esquina, junto a lo que fue un edificio industrial, la organización en planta parte del desarrollo abierto y dinámico del cuadrado que frecuentemente utilizaba Pagola en sus proyectos. En consecuencia, los volúmenes que se generan son limpios, cúbicos, de perfiles netos, con cuidado diseño tanto en la composición de los huecos como en la estructuración en altura de las diferentes plantas del edificio.

Estos dos edificios se mantienen aún en pie, como también se salvó del derribo el denominado Casa Pagola, junto a la iglesia de Santa Eulalia, actualmente en fase de reformas.

Aparte de estos trabajos realizados por Manuel Pagola en Segovia, su labor en la restauración y conservación de monumentos históricos abarcó numerosos edificios y lugares de toda España.

Obra de él también fue el mercado cubierto de Santa Eulalia, que no llegó a ver terminado por las expropiaciones que conllevaba y por la Guerra Civil, que obligan a prorrogar plazos. Pero también el edificio conocido como Clínica Gila, en la calle San Francisco; la reforma del café Santa Columba (1940); el colegio Diego de Colmenares; el centro parroquial de San Lorenzo (1939), el edificio de Óptica Conde (1940), la reforma de la plaza de Los Espejos; o el edificio Serafín (1937), entre otros muchos.