Significado y sentido de unas ceremonias de graduación no realizadas durante la pandemia

El que diferentes titulaciones del Campus María Zambrano de la UVa en Segovia hayan vuelto a celebrar los actos de graduación que no se pudieron realizar durante la pandemia es un motivo de alegría y, también, de recuperación de la memoria.

Hay que recordar que en marzo de 2020 una inesperada pandemia paralizó la actividad humana de la mayor parte de nuestro planeta y que, en los dos años posteriores, cientos de miles de personas murieron debido a sus letales efectos y, en la actualidad, otras muchas presentan aún graves secuelas. Afortunadamente, la rápida reacción de la comunidad científica logró crear en un tiempo récord, las vacunas que han conseguido limitar los índices de mortalidad en las sucesivas oleadas de la pandemia.

Las instituciones educativas de todos los niveles académicos debimos reaccionar para minimizar los otros efectos negativos en la formación de nuestros estudiantes. El balance global fue positivo y mostró la implicación y compromiso de los docentes y del personal administrativo y de servicios de los centros.

La Universidad de Valladolid reaccionó con celeridad y eficacia. Desde el Rectorado, el Vicerrectorado de Patrimonio e Infraestructuras y el Vicerrectorado de innovación docente y transformación digital, se coordinaron todas las acciones que debían ser adoptadas con la urgencia requerida. Se pusieron los recursos imprescindibles para la formación permanente del profesorado y para activar la docencia en línea. En toda la UVa y en el Campus María Zambrano con la coordinación del Vicerrectorado de Estudiantes, se prestaron ordenadores y tarjetas para que estudiantes que no tenían equipos propios, cobertura de red suficiente y vivían en zonas alejadas de la provincia, pudieran seguir esa docencia inicialmente virtual; en el caso de Segovia, fuimos a los pueblos más alejados de la provincia, recurriendo cuando era necesario a vehículos propios, para minimizar los tiempos de espera en la recepción de envíos, recurriendo a mensajería urgente para atender a los pedidos desde otras provincias; nuestros técnicos también habían testado el equipamiento de diferentes proveedores, en sucesivas demostraciones, para que la UVa pudiera adoptar decisiones de compra adecuadas, coordinadas con los dos servicios técnicos de la Universidad: STIC y VIRTUVA, para conseguir impartir la docencia virtual y más delante un modelo bimodal, presencial y a distancia; las impresoras digitales del Campus, de nuestros grupos de investigación y también cedidos por alguna de las empresas y asociaciones creadas por nuestros estudiantes egresados, se pusieron a disposición de la fabricación de piezas de pantallas protectoras. Hay que recordar que la UVa había creado el primer mapa digital para la recuperación de unas clases seguras y todos los Campus aplicaron medidas de distanciamiento que consiguieron evitar el que no hubiera focos de contagio en los Campus.

Esta recuperación progresiva de la normalidad nos invita a recordar el trabajo realizado hasta llegar aquí, pero no puede evitar recordar también que las promociones de estudiantes que han vivido lo peor de la pandemia, han sufrido en sus propias carnes las carencias de una enseñanza marcada por situaciones de estrés que ha afectado también a un profesorado en ocasiones desbordado por las circunstancias. Unos docentes, profesoras y profesores, a los que la situación de pandemia ha llevado, en algunos casos, a extender sus tutorías sin límite de hora y a afrontar, con implicación y compromiso, su vocación de servicio al alumnado. Además de las secuelas que ese estrés compartido ha significado para la estabilidad emocional de miembros de la comunidad universitaria, otro factor negativo es que, en estos dos últimos cursos, hemos detectado que, en las titulaciones con mayor presencia de estudiantes de otras comunidades autónomas, ha habido también un mayor absentismo. A nadie se le oculta que las familias han sufrido la repercusión económica de la pandemia y que muchas de ellas no han podido afrontar los gastos de estancia y manutención de sus hijos durante todo el curso en Segovia. Este es un hecho que deberemos abordar desde el próximo curso para encontrar soluciones. La presencialidad sigue siendo necesaria para mantener el modelo de enseñanza de calidad que la UVa siempre ha defendido. El próximo curso, los estudiantes de Bachillerato que han vivido en años anteriores cursos también complicados, llegarán a nuestras aulas y de nuevo el profesorado universitario deberá realizar un trabajo de adaptación para sacar lo mejor de su potencial.

Desde el equipo directivo del Campus, se ha visto en ellas un símbolo de recuperación y de progresiva vuelta a la normalidad

El esfuerzo realizado por los centros del Campus, y por los estudiantes de la promoción de 2020 en diferentes titulaciones, ha permitido recuperar actos de graduación postergados, ahora ya con la presencia de estudiantes y familiares. Esto representa un justo homenaje al compromiso de toda la comunidad universitaria en tiempos difíciles: empezando por el propio profesorado y estudiantado y siguiendo por los diferentes estamentos: personal administrativo, personal técnico y, con especial hincapié, en la labor de los equipos directivos de todos los centros y del propio Campus.

A pesar del trabajo añadido que ha supuesto organizar un mayor número de ceremonias de graduación, desde el equipo directivo del Campus, se ha visto en ellas un símbolo de recuperación y de progresiva vuelta a la normalidad, y un recordatorio de lo importante que resulta la presencia de una universidad como la UVa, en una ciudad como Segovia. Se calcula que en estos actos de las diferentes titulaciones del Campus, celebrados desde mediados de mayo, -ya en este año 2022-, cientos de familiares y allegados de los estudiantes, visitarán o habrán visitado en estas semanas la ciudad. Un símbolo más para recuperar la alegría de unas celebraciones que, sin perder su carácter festivo, no dejan de mantener también un tono académico imprescindible. Comprender el significado y sentido de ellas es también comprender cómo la calidez y la cercanía, deben siempre servir para reforzar la calidad de la enseñanza universitaria.