La marca Zara intenta implantarse en uno de los inmuebles de Caja Segovia

La empresa de Amancio Ortega ha presentado ofertas para adquirir en propiedad o renta algunos de los edificios más emblemáticos situados en las calles principales de la ciudad.

El considerado como el tercer hombre más rico del mundo, el gallego Amancio Ortega, ha fijado su atención en Segovia, ciudad en la que no tiene presencia hasta el momento en su marca de moda más representativa, Zara.

Su empresa de inversión, Pontegadea, ha presentado una oferta de compra a la extinta Caja Segovia, por algunos de sus inmuebles, según han confirmado fuentes próximas a la operación.

En concreto se ha interesado por el edificio situado en la Avenida Fernández Ladreda, que pasó a ser propiedad de la Obra Social una vez que se materializó la integración en Bankia, y la separación de inmuebles entre la sociedad que dirige Jose Ignacio Goirigolzarri, y la que se ha convertido en fundación especial. A esta última pertenece el edificio donde podría implantarse la marca Zara, la enseña de modas más emblemática del holding de Amancio Ortega.

Anteriormente este espacio estuvo ocupada por el departamento de Empresas de Caja Segovia, y años antes, por la tienda de alimentación Cerezo, que en la planta superior que comunica a la calle Real (calle Cervantes) era tienda de modas, con el mismo nombre.

No ha sido el único inmueble por el que ha apostado la empresa de Amancio Ortega, que también puede haber intentado adquirir otros inmuebles señalados.

En ningún caso han querido aportar cifras concretas sobre dicha operación argumentando la posibilidad de que la compra o alquiler pudiera no prosperar.

El grupo textil de Amancio Ortega, Inditex, cuenta ya con tiendas en Segovia, pero con otras marcas como Pull and Bear, Stradivarius, Massimo Dutti, o Kiddy’s Class. Pero la marca principal de la cadena no cuenta con espacio en la ciudad del Acueducto.

No resulta extraño que el grupo haya presentado su oferta ya que el empresario gallego está destinando gran parte de sus beneficios a comprar oficinas, locales y hoteles, una estrategia que le hace dueño de diez de los mejores edificios de Madrid y Barcelona. Su patrimonio lo forman inmuebles emblemáticos, y en ubicaciones exclusivas.

Los requisitos que parecen apetecerle al empresario es que los inmuebles estén bien ubicados, que puedan generar rentas y que cuenten con usuarios de primer nivel. La adquisición de la sede de BBVA en Barcelona por parte de Amancio Ortega ha sido una de las operaciones inmobiliarias más recientes. A través de su sociedad de inversión Pontegadea, Ortega ha empezado a gestionar un importante patrimonio inmobiliario, que incluye una decena de edificios emblemáticos por toda España, pero también en Italia, Estados Unidos y Londres.

La selección de su cartera es muy variada pero, según todos los expertos inmobiliarios, se compone de auténticas joyas del ladrillo. Entre ellas, destaca Torre Picasso. El rascacielos madrileño, símbolo de la zona financiera de la capital, fue adquirido por el dueño de Zara a finales de 2011 por 400 millones de euros. El inmueble, propiedad hasta entonces de la constructora FCC, está situado en una de las mejores zonas de oficinas en Madrid y cuenta con un nivel de ocupación en máximos, con inquilinos muy solventes. Según las últimas cifras manejadas en el sector económico, en el año 2011, el dueño de Inditex ganó 117,4 millones de euros a través de su sociedad de inversión Pontegadea.

El año pasado, las inversiones de Ortega se centraron en la capital catalana, donde destinó 233 millones de euros a la compra de tres inmuebles emblemáticos. Además se ha adentrado en el mundo de los hoteles.

Se calcula que el patrimonio de Amancio Ortega supera los 43.381 millones de euros, lo que le convierte en el tercer hombre más rico del mundo, por detrás de Carlos Slim y Bill Gates.

Balón de oxígeno para la Fundación.- De materializarse la operación conocida del empresario Amancio Ortega para implantarse en el edificio de Fernández Ladreda, la inversión de su empresa Pontegadea, supondría un importante balón de oxígeno para la viabilidad de la futura Fundación de Caja Segovia, a la que se le traspasaron algunos inmuebles que tenía la entidad de ahorro antes de integrarse en Bankia.

Fuentes de la actual gestora que tiene como reto constituir el Patronato de la futura Fundación dijeron desconocer los detalles de esta oferta. Pero lo cierto es que el último Consejo de Administración de Caja Segovia —antes de quedar disuelto por un decreto del BOE— recibió propuestas que deben ser analizadas para poder avanzar en el Plan de Viabilidad para la Fundación. Como se recordará, la Fundación Caja Segovia debe afrontar el mantenimiento de varios inmuebles con los que se ha quedado, así como mantener las nóminas de sus quince empleados, o pagarles —si así se decide— sus bajas incentivadas. Pero también cuenta con el desafío de obtener 150.000 euros anuales con los que hacer frente a la hipoteca que mantiene y que afecta a edificios emblemáticos de la ciudad como el Torreón de Lozoya, el Palacio de Villafáñez de la plaza de San Facundo, el salón de actos de la Bajada del Carmen, una nave situada en el polígono industrial El Cerro, o el local del Cristo del Mercado con José Zorrilla donde se ubica el centro de informática SI@.