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De esta manera celebraron los componentes del Viveros Herol Nava su subcampeonato liguero con los aficionados que llenaron la grada del frontón navero. / AMADOR MARUGÁN

Bajo un ambiente extraordinariamente festivo, y con un rival que no quiso ser un mal invitado a la fiesta del Viveros Herol Nava, el conjunto segoviano cerró la fase regular de la liga en la División de Honor Plata como subcampeón, haciendo los deberes y ganando su partido sin esperar a que Los Dólmenes hiciera lo propio en Aranda, que no pudo.
La velocidad de crucero que ha alcanzado el equipo de Dani Gordo en el momento más importante de la temporada es de las que hace pensar en positivo de cara a la fase de ascenso. El plantel ha sufrido lo suyo en los meses de invierno con las lesiones, y ahora que la primavera viste de sol el frontón de Nava, prácticamente todos se muestran en plenitud. Así, bastaron veinte minutos de una gran intensidad defensiva local para que el Handbol Bordils, que llegaba a Segovia con los deberes de la permanencia hechos, se viera tan descolgado en el marcador que los últimos veinticinco minutos de partido se los pasó tratando de maquillar sus guarismos ofensivos, consiguiéndolo a medias.

Salvando un primer gol a la contra de Palahí, los cuatro primeros ataques del conjunto gerundense terminaron con bola ganada para el Nava, empeñado como estaba el equipo en terminar la competición regular como el conjunto menos goleado. Si a ello se le une que la primera línea local, con Toma, Agustín y Llopis, no tardó en encontrar los espacios en la defensa visitante, que alternaba el 5:1 y el 6:0 con el mismo éxito más bien escaso, lo normal fue lo que pasó en la cancha, que las primeras diferencias importantes del partido comenzaron a llegar mediado el primer tiempo, cuando los de casa aprovecharon de manera espectacular su primera superioridad para anotarse un parcial de 3-0 que abrió la brecha.

MÁS ROTACIONES

Una de las mejores cosas que le están sucediendo al Balonmano Nava en este tramo de la temporada, es que Dani Gordo está pudiendo dar muchos minutos a sus hombres, lo que aporta tanta frescura al juego ofensivo y defensivo, como presión mete a sus oponentes. Así el Bordils, que en los primeros nueve minutos había conseguido seis goles, vio cómo en los siguientes veintiuno sólo era capaz de anotar cuatro, mientras que en el equipo de casa la producción ofensiva llegaba prácticamente desde cualquiera de las zonas de ataque. Así, el 16-10 con el que se llegó al descanso dejaba el partido encarrilado, aunque ya se sabe que en balonmano casi nada se queda decidido en el intermedio.

Esa fue la razón por la que el Viveros Herol salió con fuerza de los vestuarios, necesitado como estaba de ampliar la ventaja sobre un oponente al que el partido parecía hacérsele largo. Tanto que la primera superioridad numérica que tuvo tras la exclusión de Toma Brakocevic se saldó con… 0-1 en su contra, porque el equipo que dirige Sergi Catarain no fue capaz de anotar un solo gol hasta que el marcador no había superado ya el séptimo minuto de la reanudación.

EL HAMBRE SE ACABÓ

Y fue en ese momento, cuando el electrónico se escapó hasta el 21-11, cuando al Viveros Herol Nava se le acabó el hambre, y ñevantó el pie del acelerador. Dani Gordo aprovechó para dar minutos de juego a Oleg Kisselev, que de manera lógica estuvo muy bien en defensa, pero algo menos en ataque, y sentó a Yeray, a Álvaro y a Agustín, haciendo sumar minutos en pista a hombres que durante la temporada no habían tenido la oportunidad de acumularlos. Así, Antonio Llopis puso el acierto desde los siete metros, Alberto García Álex Tello tuvo la oportunidad de sacar el brazo a pasear, y Alonso Moreno se atrevió en ataque más de lo que se ha venido prodigando en encuentros anteriores.
Sin embargo, y de manera lógica, el Handbol Bordils fue reduciendo las distancias en el electrónico, porque sin duda es bastante mejor equipo de lo que durante cuarenta minutos le había dejado demostrar el Viveros Herol. Oriol Márquez encontró algunos espacios más en el pivote, Arnau Palahí demostró por qué es uno de los mejores laterales de la categoría, y los extremos tuvieron la oportunidad de acabar algunas acciones ofensivas.

Un parcial de 0-4 hizo sacar a Dani Gordo la cartulina verde del bolsillo, y parar el partido para decir a sus jugadores que una cosa es relajarse, y otra dormirse. Unos minutos Agustín dirigiendo, más Filip fajándose en los seis metros, y la defensa algo más entonada para ayudar a Ernesto, bastaron para que la renta no descendiera más allá de los seis goles que le hubieran dado algo de vida al conjunto visitante, que a ocho minutos para la conclusión perdía de otros tantos goles.

El partido se quedó sin historia, y los dos puntos se quedaron en casa. El Viveros Herol Nava pudo celebrar el subcampeonato liguero con una afición entregada, que a buen seguro acompañará al equipo en la fase de ascenso, que más que posiblemente se celebre en el pabellón Pedro Delgado, porque el frontón (¡ay, el frontón!) no reúne las condiciones mínimas para que los partidos puedan retransmitirse por televisión. Y cuando la ‘tele' se mete por medio, no hay cabezonería que se resista.