Un ansiado décimo de lotería

La puesta a la venta del número que juegan los empleados del Hospital General generó una larga cola a las puertas de la Administración número 7 de la capital

Los jugadores de lotería formaron una larga cola para intentar adquirir uno de los 1.700 décimos del 33.545 que se puso a la venta ayer por la mañana. / F. D.

Hasta cinco horas de espera soportaron algunos jugadores de la Lotería para el sorteo extraordinario de Navidad del próximo 22 de diciembre. Querían hacerse con uno de los décimos del número 33.545. que juega el Hospital General este año.

Ni tiene un descuento especial por el Black Friday, ni ha sido anunciado por vidente alguno. Sencillamente es el número elegido por el Hospital General como el corporativo para  sus trabajadores. Pero se da la circunstancia de el número de empleados en este complejo es casi similar al número de décimos que se ponen a la venta para el sorteo de Navidad.

Cada número consta de 170 series, es decir, 1.700 décimos. Se trata de una cantidad insuficiente para los 1.500 empleados del Hospital. Oficialmente existen en plantilla 1.324 trabajadores entre personal médico (287), sanitarios no facultativos (670), y personal no sanitario (368). Pero hay que añadir a quienes están haciendo suplencias, cubriendo bajas laborales, jubilados, e incluso algunos pacientes

El número 33.545 llevaba tiempo siendo demandado en la ventanilla de la Administración  número 7, en la calle Gobernador Fernández Jiménez.  Pero no fue hasta ayer cuando se puso a la venta.

A las 10 de la mañana, cuando levantó la verja, ya había más de 200 personas esperando y guardando cola en la calle para comprar algún décimo. Algunas de estas personas llevaban varias horas  esperando pacientemente. En poco más de 60 minutos, sus dos amables dependientas despacharon todos los décimos. Muchos fueron los se quedaron a las puertas sin poder adquirir el décimo que ansiaban.

El dueño de la Administración, Antonio Pajón, señaló que a pesar de la larga cola formada ayer, no se produjo ningún altercado y añadió que todo el mundo se comportó de forma educada, esperando volver a disfrutar de la suerte que Segovia tuvo en aquel sorteo del año 2000.