Segovia se está volcando con el padre y la familia de Olivia, la niña de 6 años enterrada ayer en el cementerio del municipio de Torrecaballeros y por cuyo fallecimiento está detenida la madre, suceso que ha causado una gran conmoción en la provincia pero sobre todo en la citada localidad, donde reside parte de su familia paterna.
El funeral comenzó a las 16,30 horas en la iglesia de San Nicolás de Bari, que se encontraba abarrotada de vecinos de Torrecaballeros y también de otros municipios; muchos tuvieron que quedarse en la calle.
El párroco, Juan Agudo, fue el encargado de oficiar la homilía, concelebrada por otros tres sacerdotes claretianos —la niña ha estado escolarizada en el Colegio Claret de la capital segoviana—, y tuvo un recuerdo para la pequeña, afirmando que pervivirá para siempre.
En los primeros bancos, escuchaba el padre, Eugenio García Martínez, junto a los abuelos paternos, Mª del Carmen y Eugenio, la tía, Inma, entre otros familiares, arropados por los amigos de la localidad donde Olivia pasaba temporadas.
Tras el funeral, siguieron al vehículo fúnebre hasta el cementerio, situado a unos dos kilómetros, donde se rezó un responso y se dio sepultura a los restos mortales de la niña. Sobre el féretro se colocaron muñecos de peluche y otros objetos personales de Olivia, además de numerosas coronas y ramos de flores.
El presidente de la Diputación Provincial, Miguel Ángel de Vicente, alcalde de la cercana localidad de Collado Hermoso, quiso acompañar a la familia en este trance, así como otras autoridades de la zona y el director del Colegio Claret, Juan José Raya. Acudieron también para mostrar su afecto numerosos segovianos vinculados de una manera u otra con el deporte del padel, por el negocio del abuelo de la niña.
En la misma localidad de Torrecaballeros, a las 12 del mediodía, hubo una concentración en la Plaza Mayor, convocada por su Ayuntamiento, para recordar a la pequeña que ha corrido por sus calles y donde era muy querida. Con las banderas del consistorio a media asta y crespones negros, alrededor de medio millar de personas guardaron cinco minutos de silencio ‘atronador’, encabezadas por el alcalde de la localidad, el socialista Rubén García de Andrés, acompañado por los miembros de la corporación y por otros representantes políticos como la subdelegada del Gobierno en Segovia, Lirio Martín o la alcaldesa de la capital, Clara Martín.
Visiblemente emocionado, el padre de Olivia, junto a otros familiares, agradecía ese cariño y apoyo, mientras muchos de los asistentes no podían contener las lágrimas.
El abuelo, Eugenio, explicó que era el momento de “rendir homenaje a ‘la pirata’, como la llamaban todos —comentó—, que enredaba en el padel, por todos lados, era una disfrutona nata”. “Pobrecita, no supimos ver, espero haberla ayudado todo lo que he podido el poco tiempo que he podido pasar con ella; esto va por ella, ya habrá tiempo para otras cosas”, concluyó.
El padre de la pequeña, que acababa de conseguir la custodia de la menor, sostuvo, asimismo, que era el momento de Olivia y evocó que cuando la besó el día anterior en el tanatorio de Oviedo, “la pusieron su unicornio, su almohadita en las piernas, como la gustaba viajar, la prometí que volvería a casa, se lo dije el viernes cuando volvíamos del colegio, la promesa la hemos cumplido a medias, está aquí de otra manera y quedará siempre con nosotros, muchas gracias a todos”.
En declaraciones a los medios de comunicación, insistió en que no se podía explicar la muerte de Olivia, que se había quedado con su madre en Gijón, el fin de semana, una vez que un juzgado le había concedido la custodia a él después de cinco años de litigios. “Esto no entra en la cabeza de una persona razonable, esto es una salvajada, esta gente tiene que estar apartada de la sociedad…”, afirmó.
El alcalde de Torrecaballeros sostuvo en ese momento que iban a hablar desde el silencio, “una voz más poderosa que muchas de las palabras”. Dirigiéndose al padre y al os abuelos, comentó que, aunque sabe que sirve de “muy poco”, están con toda la familia. “Vamos a estar en la distancia que queráis, en el camino que queráis, para lo que queráis y cómo queráis, que Olivia llegue lejísimos a donde tenga que llegar, y que esto no se puede volver a repetir”, reflexionó.
Por la noche, ya en la Plaza Mayor de Segovia (banderas a media asta en la casa consistorial) varios centenares de personas se concentraron convocados por la Asociación Custodia Compartida de Segovia, colectivo al que pertenece el padre de Olivia, que lo ha apoyado en todo el proceso judicial y también en este terrible momento en el que todavía “no ha podido asimilar la pérdida, no ha aterrizado de todo con las emociones encontradas de los últimos días”, comentaba uno de sus portavoces.
Un estremecedor silencio solo roto por sollozos de algunos de los asistentes dio paso a un contundente aplauso que el padre de la pequeña agradeció.
El presidente de la asociación convocante, Néstor Fernández, aseguro que Eugenio ha sufrido «más de 1.500 días, uno tras otro, de guerra constante, de impedirle ver o hablar con su hija, de denuncias falsas, de una guerra injustificada», al tiempo que aboga por promover una justicia justa, que vele por el bienestar de los menores porque «no es una cuestión de hombres o mujeres».
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso se hizo eco en la res social Twitter de estas palabras, que también pronunció el padre de la niña el lunes: «esto no va de hombres ni de mujeres» sino que «esto va de personas, de niños, de vidas destrozadas».
Por su parte, Ana González, alcaldesa socialista de Gijón, ciudad en la que se encontraba Olivia, con su madre, cuando ocurrieron los hechos, manifestó ayer su repulsa «total y absoluta» por lo ocurrido y añadió que lo siente «siempre ante cualquier acto de violencia, ante la pérdida violenta de cualquier vida, pero mucho más cuando se trata de un infanticidio, cuando se ataca al más débil».
Mostró, por otro lado, «todo nuestro afecto, solidaridad y ánimo» a todos los familiares de la pequeña.
Declaración en el juzgado
El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Asturias informó a Ical de que el Juzgado de Instrucción número uno de Gijón, que es el que se encontraba de guardia ayer martes, no tenía previsto que a lo largo de la jornada pasara a disposición judicial la mujer segoviana de 48 años, que se encuentra detenida por la muerte de su hija menor, Olivia.
La presunta asesina se encuentra bajo custodia del Cuerpo Nacional de Policía, acusada de ocasionarle la muerte a su hija de seis años, que fue enterrada ayer en el municipio de Torrecaballeros. La mujer salió el lunes del Hospital de Jove, donde había ingresado, tras ser detenida en su vivienda del barrio de El Llano de Gijón.
El viernes, el padre recibió una sentencia judicial de custodia de la niña a su favor. Este fallo especificaba que los fines de semana unidos a puente, era la madre quien se quedaba con la menor.
