La imagen del santo recorrió las calles acompañado por una nutrida representación de vecinos y peñistas, que bailaron al son de dulzainas y tamboriles antes de continuar con la actividad del día grande de las .

No hay día grande en las fiestas del barrio de San Lorenzo sin la pertinente procesión del santo por las calles y plazas de la zona. Y, efectivamente, para dar definitiva carta de naturaleza a la celebración, la imagen salió de la parroquia entre jaleos y vítores. Los vecinos, exultantes ante la recuperación de sus preciadas fiestas, se congregaron en masa enfrente de la portada de la iglesia.
A eso de las 12.30 horas el calor arreciaba y más de uno buscaba el cobijo del atrio. Faltaban únicamente quince minutos para que la procesión comenzara y la alegría por volver a ver al patrón paseando su barrio era palpable en los rostros de los asistentes. Especialmente en los de los más mayores, que, tras dos años de incertidumbre, aguardaban emocionados la ocasión como quien sabe que en cualquier momento aparecerá el pariente que llevaba tanto tiempo sin ver.
Ni siquiera las autoridades quisieron perderse el momento más especial de las fiestas de San Lorenzo. Por allí estaban la alcaldesa de la ciudad, Clara Martín, acompañada de Jesús García Zamora, el primer teniente de alcalde. “La verdad que nos hemos sentido muy arropados” admite el presidente de la Comisión de Fiestas de San Lorenzo, José Luis Segovia, señalando la presencia de concejales tanto del gobierno como de la oposición. Nada mejor que unas fiestas para enterrar el hacha de guerra.
Durante la procesión, además, el grupo de tamboril y dulzainas de San Lorenzo no paró de tocar y animó a los presentes a bailar jotas. Cada vez que la comitiva alcanzaba una nueva estación, el espacio en el que se estaba danzando se hacía cada vez más grande y más amplio el rango de edad de los bailarines. Tanto jóvenes como experimentados se arrancaron a expresar la alegría y la comunión del barrio a través de la danza.
De esta manera se celebró el día grande de una de las fiestas más afamadas de la ciudad de Segovia. Mañana será el turno del punto y final con juegos populares y la indispensable verbena de despedida. Para el presidente de la comisión, las fiestas han sido espléndidas: “la gente tenía muchas ganas y se lo ha pasado muy bien”.