Guillermo San Juan – Los remanentes y el elefante en el salón

En abril del 2012, sólo la deuda del Ayuntamiento de Madrid en el mandato del PP llegaba a los 6.000 millones. Ese mes, el entonces Ministro de Hacienda de Rajoy, Cristóbal Montoro, impone la ley que llevará su nombre, y que ha llevado a los ayuntamientos de toda España a pagar justos por pecadores y a tener que inmovilizar en cuenta más de 15.000 millones de ahorros municipales, para mayor gloria del sector financiero autóctono y extranjero. De hecho, Segovia ha llegado a tener 10 millones de euros inmovilizados, mientras buena parte de nuestros barrios se caían a cachos por la falta de inversiones. El efecto combinado de las sentencias urbanísticas, el fracaso del CAT y la Ley Montoro ha sido demoledor para la ciudad.

En agosto del 2020, esta vez otra ministra, no Montoro, sino Montero; y no del PP, sino del PSOE, lanza el decreto para que sólo los Ayuntamientos con remanentes de tesorería puedan utilizar sus ahorros a cambio de que se los presten al Estado. Una propuesta técnicamente muy creativa y algo más civilizada que la incautación directa que llegó a sugerir unos meses antes, pero que no soluciona la financiación local y que sigue condicionando el uso de sus propios ahorros a los municipios.

Un decreto que, previsiblemente, o no se aprobará o se modificará sustancialmente, pero que le sirve al PP para traer a Segovia la misma moción que está presentando en todos los ayuntamientos de España y en la que, cual bombero pirómano se ofrece a apagar el fuego que él mismo ha provocado. Un debate, el que plantea el PP segoviano bastante estéril y que quiere convertir el pleno de los segovianos en un perfomance con pintorescos protagonistas. De un lado, ellos, los de la Ley Montoro; del otro, los de la ministra de Hacienda María Jesús Montero; pero, en el medio, el elefante en el salón del que nadie quiere hablar y que es la madre del cordero: la modificación del artículo 135 de la Constitución que ambos, PP y PSOE, modificaron de espaldas al país con estivalidad y alevosía en agosto del 2011 y que nos ha traído hasta aquí. De aquellos barros, estos lodos, o, lo que es lo mismo, de aquella modificación del 135, este candado a la caja de los ahorros de los ayuntamientos.

La pandemia ha demostrado que hoy más que nunca Segovia no sólo necesita de sus más de 6 millones de ahorros y remanentes acumulados, sino que debe disponer íntegramente de ellos para la necesaria transformación económica y modernización de nuestra ciudad. Ese es el objetivo, y diferentes las formas de llegar a él. Pero, mientras tanto, no anticipemos debates estériles que no tocan, aunque algunos necesiten hacer del Pleno un espectáculo para tapar al elefante.

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(*) Concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Segovia.