Rajoy tacha las coaliciones contra el PP como “lo peor para el país”

El presidente del Gobierno defiende en su tierra las reformas acometidas durante su mandato, que pese a “desagradables”, asegura que “siguen consolidando la recuperación”

El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, erigió a los populares en la única alternativa para las elecciones generales para cumplir el objetivo de “seguir consolidando la recuperación” y, en este sentido, proclamó que “lo peor que le puede pasar a este país es la coalición que algunos ya están preparando contra quien va a ganar las elecciones”.

En la apertura del curso político en el Castillo de Soutomaior (Pontevedra), ante militantes y simpatizantes —cerca de un millar según la organización—, Rajoy reivindicó que acabará la legislatura y que su gobierno no está “en tiempo de descuento”, sino que continuará adoptando decisiones.

Al hilo, defendió, así, la aprobación de los Presupuestos Generales que serán la “pista de despegue” para seguir en la siguiente legislatura el camino de la “recuperación”. “Seguiremos gobernando hasta el final. Sólo hay tiempo de juego y vamos a marcar unos cuantos goles”, enfatizó.

En este escenario, Rajoy apostó por explicar a los ciudadanos que, en un momento “tan difícil como éste”, es preciso “preservar los pilares básicos del estado del bienestar”, así como que, en “el peor momento, se han mantenido los servicios públicos”.

También, dijo, los ciudadanos han de saber que se les “ha pedido un esfuerzo porque había que hacerlo, porque era imprescindible”, para que no ocurriese lo que “ha pasado en Grecia u otros países”. “¡Se han evitado males mayores! ¡Vamos a decirles, porque es verdad, que mereció la pena! ¡Vamos a decirles que hay futuro, que ya está ahí!”, exclamó.

No en vano, el “objetivo” para la próxima legislatura es llegar a los 20 millones de personas trabajando. “Sin demagogias, sin engañar a nadie, vamos a decirle a la gente que esto va bien y que el único problema que se atisba en el horizonte es la deriva hacia el extremismo y radicalización” del PSOE, subrayó.

En este sentido, el presidente criticó la “apuesta” socialista “por los partidos radicales”, en referencia velada a Podemos, y “su voluntad a cambiar todo lo que ha funcionado”.

“Ésa es la única amenaza en el horizonte de la recuperación. En nuestras manos está evitarlo y ¡lo vamos a evitar!” proclamó Rajoy, quien recibió el apoyo rotundo del presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo, para volver el próximo año a Galicia, a la apertura del curso político, como presidente del Gobierno.

En este marco de elecciones, uno de los “retos” del periodo político que ahora comienza —en palabras del propio Rajoy—, el político popular reconoció que en los últimos años se adoptaron decisiones “impopulares” y que el partido “no lo ha pasado bien”. Pero señaló que hay que impedir que “vuelva a ocurrir en el conjunto de España” lo que sucedió en las elecciones municipales, en las que se perdieron alcaldías por los pactos de otras formaciones.

En su intervención, no pasó por alto la “peor crisis económica en décadas” que, aseguró, ha vivido España en los últimos años, en los que, admitió, se optó por decisiones “poco agradables, incómodas”. “Pero no hacer nada habría sido un suicidio”, apostilló.

Apelando a sus palabras en los años en los que abrió, como presidente del Gobierno, el curso político en Soutomaior (en 2012 y sucesivos), y en las que dijo que volvería “aquí” y “las cosas estarían mejor”; Rajoy adquirió de nuevo este compromiso para asegurar: “En el año 2016 volveré y las cosas estarán mejor que hoy”.

Asimismo, repasó su gestión para incidir que España “ha dejado atrás la amenaza de un rescate y la amenaza del desempleo”. “Pero lo más importante, hemos dejado atrás la desesperanza, el miedo al futuro y los túneles sin final”, remarcó, apoyándose en que se ha conseguido el mejor dato, en “14 años” en el índice de sentimiento económico o que es el país que “más crece” en economía de la Unión Europea.

En este contexto, Rajoy defendió la tramitación de los Presupuestos Generales en los últimos meses de la legislatura, porque “da seguridad” y porque, advirtió, no quiere que “vuelva a ocurrir lo que ocurrió en 2011”, cuando los populares llegaron a La Moncloa “sin Presupuestos y en dos meses se tuvieron que aprobar las cuentas públicas”.