Peñistas y vecinos participan de la fiesta. /G.H.

Las de Toros de Sepúlveda ya están aquí y con ellas las calles de la villa desbordan alegría y jolgorio sin parar hasta el próximo martes. Hoy ha tenido lugar uno de los actos más tradicionales y populares de estos festejos, el desfile de peñas, posterior al chupinazo que inaugura las fiestas y el pregón, que este año recayó en la profesora sepulvedana con aficiones literarias, Estrella Martín. “El mayor mérito que tengo para ser pregonera de estas fiestas es amar profundamente mis raíces, de las cuales como sepulvedanos nos tenemos que sentir orgullosos”, arrancó la pregonera, que reconoció haber sentido “pánico” al conocer que iba a dar el pregón desde el balcón del Ayuntamiento de su pueblo, ante una masa de gente, peñistas y jóvenes en su mayoría, que esperaban ansiosos el inicio del desfile a la hora del vermú.

Estrella Martín, que dedicó el pregón a “las mujeres valientes de Sepúlveda”, se reconoció como una “especie en peligro de extinción”, al escribir sobre su tierra y su gente, una afición que compagina con su profesión como docente. Contagiada de la alegría que ya se vivía en la plaza, animó a los presentes a vivir la fiesta y disfrutar de estos días.

Seguidamente, las calles de Sepúlveda se llenaron de colores, con los peñistas, y con los jóvenes procedentes de los pueblos de la comarca, ataviados con las camisetas de sus localidades. Este año destacó una mejor organización en el recorrido de las peñas, controlado por las propias peñas de Sepúlveda. La música de la charanga no dejó de sonar durante horas, animando la calle y el vermú hasta las cuatro de la tarde.

Numerosas autoridades quisieron acompañar a los vecinos de Sepúlveda en uno de sus días grandes, con su alcalde a la cabeza, Ramón López. Así, asistió el secretario provincial del PSOE, José Luis Aceves; la subdelegada del Gobierno, Lirio Martín, y varios procuradores y parlamentarios nacionales del grupo socialista.

La fiesta ya no parará hasta el próximo martes y hoy tendrá lugar a las nueve y media el primer encierro para adultos, y también para los pequeños.