José Luis Salcedo – Recuerdo de un segoviano ilustre: Cirilo Rodríguez

En estos días que se está conmemorando el cincuentenario de la llegada del hombre a la Luna con extraordinarias manifestaciones mediáticas, a mí me viene el recuerdo del que fue mi buen amigo Cirilo Rodríguez García.

Nació Cirilo en Segovia en 1926 y falleció en Nueva York el día 21 de noviembre de 1980. Sexto hijo del primer matrimonio de Santos Rodríguez, éste natural de Cedillo de la Torre (Segovia), que emigró a nuestra capital para ocupar el puesto de ordenanza en la Delegación de Estadística cuyo delegado era entonces don Ricardo Palomo. En el año 1951 conocí a Santos con motivo de trabajar yo en esa Delegación.

Cirilo estudió bachiller e inició la carrera de perito Industrial que se vio obligado a abandonar por una enfermedad pulmonar de la que logró recuperarse, pero pienso que quedó lastrado para el futuro, conduciéndole a la muerte prematuramente, esto es, a los 54 años de edad.

Le conocí de vista en el Instituto de Enseñanza media al ingresar yo en el bachiller en el año 1940, pero personalmente en una coral que fundó don José Terol Gandía por 1946. Posteriormente ya fue siempre amigo mío al pertenecer a nuestra peña, alternando habitualmente con nosotros siendo uno más.

Terminado el servicio militar vivió con sus hermanas Carmela y Dionisia en la calle Serafín esquina a la travesía de Guevara (hoy Miguel Canto) y se colocó en el Instituto de Previsión.

Simultaneaba este trabajo con la colaboración en publicidad a las órdenes de Ramón de Cea. Ante esta duplicidad de trabajos, no le gustó al delegado del Instituto de Previsión don Ramón Bonilla, que le despidió, siguiendo colaborando con Ramón de Cea. Al ser hombre inquieto aprendió inglés con otro amigo de nuestra peña, Antonio Lucio Cuesta, que lo hablaba tan bien como un profesor de Oxford y ya sabiendo inglés, se colocó de recepcionista en el Hotel Sirenas, ya que el puesto estaba vacante por haberlo dejado Francisco Javier Láinez Huertas.

Viendo las cualidades periodísticas que adornaban a Cirilo, alguna persona avispada que le conoció en el hotel le aconsejó se dedicara al periodismo. Siguiendo la lección se presentó en Radio Nacional de España y fue admitido.

Considerando sus jefes las grandes dotes de Cirilo para este oficio, fue enviado a Nueva York de corresponsal. Estando en esta ciudad coincidió con la llegada del hombre a la Luna. Si Jesús Hermida fue el primer relator de esta llegada dándola por televisión fue Cirilo Rodríguez el que dio la primera noticia por Radio Nacional de España de este gran acontecimiento, por lo que si ya eran muy celebradas las intervenciones de Cirilo por radio, esta circunstancia le encumbró alcanzando la gloria periodística.

Segovia siempre se acordó de Cirilo, dando su nombre a la placita que se forma al principio de la calle de San Nicolás ante la sede de Radio Segovia y además por todos es conocido el premio periodístico que se instituyó con su nombre y que anualmente se concede a los corresponsales extranjeros y que se viene otorgando desde su fallecimiento.

Y éste es un sencillo resumen del encumbramiento de Cirilo en la radio que siendo de humilde cuna por su sapiencia y aptitudes alcanzó tan altas cotas en el oficio de periodista y que como un buen amigo que fue mío, hoy con nostalgia rememoro a cincuenta años vista, es decir desde que Louis Astromg pisó la Luna el 21 de julio de 1969.