En noviembre de 2007, los integrantes del entonces Foro municipal de Patrimonio, creado a raíz del desarrollo del primer Reglamento de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Segovia, muestran “la preocupación por el estado de deterioro en el que se encuentra el BIC —Bien de Interés Cultural— Molino de los Señores en el río Eresma, que demanda una actuación inmediata de las Administraciones para que sea rehabilitado por sus propietarios o, en su caso, para su adquisición inmediata”.
Ha pasado casi una década en la que este inmueble histórico, que algunos expertos datan ya en el siglo XII, ha seguido degradándose, aunque de forma recurrente se ha puesto de manifiesto la necesidad de conservar el molino harinero de los señores canónigos del Cabildo de la Catedral de Segovia, en cuyas manos estuvo por espacio de ocho siglos cumpliendo su función de moler trigo y otros cereales.
El 30 de diciembre de 2010 el pleno del Ayuntamiento de Segovia aprobó por unanimidad, y sin debate, una moción del Grupo Socialista, defendida por la actual alcaldesa, Clara Luquero, entonces concejala de Cultura, para instar a la Junta de Castilla y León “a que actúe de manera urgente sobre el Molino de los Señores ante el preocupante estado de deterioro que presenta y adopte las medidas necesarias para su conservación”.
El texto de la moción indica que consta como fecha de solicitud de la figura de protección conocida como BIC para este molino la del 17 de febrero de 1983, y la fecha de incoación del expediente es el 11 de marzo de ese mismo año, publicándose la Resolución de la entonces Dirección General de Bellas Artes y Archivos en el BOE de 5 de mayo. Aunque la declaración como BIC todavía no se ha formalizado, el mero hecho de estar incoado ya protege al bien y su entorno.
El Grupo socialista, además de denunciar entonces “un nuevo caso de total abandono y desprecio al patrimonio de Segovia” por parte de la Junta, reconocía que el deber y la obligación de conservarlo y protegerlo recae sobre el propietario pero añadía que “si se tuviera conocimiento de un posible incumplimiento, la Dirección General de Patrimonio Cultural debe recabar cuantos informes necesarios estime necesarios y, en todo caso, un informe técnico del Servicio Territorial de Cultura”. Asimismo señalaba que los informes deben recoger las actuaciones necesarias para su conservación, el plazo de ejecución y su coste económico.
Pocos meses después, en enero de 2011, la Junta Directiva de Amigos del Patrimonio anunciaba el envío de un escrito a la Dirección General de Patrimonio, instando su responsabilidad en el caso del Molino de los Señores. La asociación demandaba que se habilitase algún tipo de ayuda económica o de medidas administrativas tendentes a hacer efectiva primero su conservación y posteriormente su rehabilitación. A su juicio, la envergadura de la obra “hace comprensible la escasa posibilidad de que sus propietarios la aborden por sí mismos”.
Más de seis años han pasado y en febrero se anunció que el trabajo conjunto del Ayuntamiento, a través del servicio de disciplina urbanística, y de la Junta, a través de los responsables de Patrimonio Cultural, ha conducido a que el consistorio requiriese a la propiedad para ejecutar obras de urgencia, principalmente en las cubiertas de las naves del molino, ya iniciadas. Asimismo, en el plazo de 5 meses; es decir, antes de agosto, debe presentar un proyecto completo de rehabilitación.
Molinos a la espera en San Lorenzo
La aprobación del PEAHIS es crucial también para actuar en algunos de los edificios de la ribera del Eresma como el de La Perla
La nueva directiva de la Asociación de Vecinos de San Lorenzo, como la anterior, en cuanto ha tenido oportunidad ha preguntado a la alcaldesa, Clara Luquero, por el estado de los molinos de la ribera del Eresma en el tramo del barrio. En declaraciones a El Adelantado, señalaron que la respuesta que les había dado es que los recursos municipales son limitados y en este momento no hay partidas para continuar con la recuperación de estos inmuebles que forman parte del patrimonio cultural de toda la ciudad.
La concejala de Patrimonio Histórico y Turismo, Claudia de Santos, en declaraciones a El Adelantado, puntualizaba que no se trata únicamente de una cuestión económica sino también de ordenación urbanística, ya que hay actuaciones en molinos, algunos privados como el de La Perla, que dependen de la aprobación definitiva del Plan Especial de Áreas Históricas de Segovia (PEAHIS).
Como se recordará, en noviembre de 2015 el equipo de Gobierno municipal anunció un acuerdo con la propiedad del Molino de La Perla para su cesión gratuita al municipio dentro del citado plan especial. Como consecuencia del mismo, la parcela se divide y en una parte se permitirá la construcción de viviendas, mientras la otra pasará a ser espacio público. La alcaldesa comentó que se trataba de un paso importante para el patrimonio de la ciudad porque este molino conserva casi intacta la maquinaria.
Con las reservas obligadas porque el PEAHIS todavía está pendiente de aprobación definitiva y algunas de las unidades de actuación que contempla pueden eliminarse o modificarse en el procedimiento en curso, la relativa al Molino de La Perla, en la calle de los Molinos número 6, se entiende como complementaria de la recuperación del Molino Cabila o Cavila, en el mismo barrio de San Lorenzo, como equipamiento público. Se trata de una parcela de 1.716,30 metros cuadrados en la que se permitirá la construcción de hasta un máximo de 17 viviendas.
En cuanto al Molino Cabila, junto al puente de San Lorenzo, se trata de un espacio de 988 metros cuadrados y la previsión es una nueva intervención pública de rehabilitación y urbanización. Incluye edificabilidad no lucrativa de hasta 482 metros cuadrados.
