Los sindicatos piden que la UE destine un 2% a inversión pública

UGT, CCOO y USO convocaron a los ciudadanos a manifestarse contra unas políticas continentales que, consideran, perjudican sobre todo a la sanidad y a la educación.

Fernández Ladreda a las ocho de la tarde y cerca de cien personas se manifestaban delante del edificio de los sindicatos por lo que consideran un recorte continental a sus derechos. “El día 1 de mayo es fundamental” repetían algunos durante el cuarto de hora aproximado que duró el encuentro.

UGT, CCOO y USO habían convocado a los ciudadanos a protestar para, tal y como se leía en la larga pancarta que sujetaban varios de los participantes, “parar las políticas de austeridad”, pero lo cierto es que, dada la longitud de la avenida, los manifestantes parecían pocos o insuficientes como para plantarle a toda Europa una roja señal de Stop en su cara y frenar sus intenciones.

“Nos están recortando los servicios públicos, los derechos sociales; los trabajadores estamos padeciendo día a día sus políticas”, gritaba José Antonio López Murillo, altavoz en mano, y alguno de los presentes ironizaba a media voz “¡qué raro!”.

El secretario provincial de CCOO continuaba pidiendo que el 2% del presupuesto Comunitario se empiece a invertir en servicios públicos; una medida que, según sus palabras “generaría empleo” y mientras algún viandante se paraba para observarles y escucharles con cara de extrañeza, otros, la mayoría, pasaban de largo y continuaban con las prisas propias del frío su paseo.

Los manifestantes, entre los que apenas se veían tres o cuatro caras jóvenes, una de ellas la de Óscar Sáncho, quien momentos más tarde daba pie a cánticos que poco tenían que ver con la política europea, ondeaban sus banderas de forma litúrgica.

José Antonio López explicaba las consecuencias negativas de la reforma laboral y alentaba a su público a “rechazar un gobierno europeo conservador”, algo en lo que momentos después coincidía Miguel Ángel Mateo, responsable de Organización de UGT afirmando que “queremos una Europa de ciudadanos, no de capital”.

Para finalizar, y antes de que el centenar de personas se pusiese a cantar al unísino un “A por ellos, ¡oé!, ¡a por ellos, oé!”, Mateo volvió a insistir en que el 1 de mayo “es fundamental” y en que España necesita “políticas que mejoren la sanidad y la educación”.

En ese momento en el que Mateo bajaba el megáfono y los manifestantes aplaudían, redoblaron las campanas y alguno, por no decir “amén”, exclamó, “¡Hasta la Iglesia está con nosotros!”.