El festival se despide con un concierto en la Catedral

La Fundación don Juan de Borbón cifra en más del 90 por ciento la ocupación de los aforos y destaca la calidad del programa.

Un concierto del organista belga François Houtart en la Catedral, en el que se rindió un homenaje a Tomás Luis de Victoria en el cuarto centenario de su muerte, puso ayer punto final a la trigésimo sexta edición del Festival de Segovia, que, organizado por la Fundación don Juan de Borbón, se ha celebrado entre el 18 y el 31 de julio con la participación de unos 300 artistas.

Teresa Tardío, coordinadora de la Fundación, mostraba ayer su satisfacción por el desarrollo de una edición que ha agotado las entradas para varios de sus espectáculos y que, como media, ha presentado una ocupación de aforos por encima del 90 por ciento. En cuanto a los espacios, Tardío destacó la incorporación como nueva sede del Conservatorio y la acústica de recintos como el Patio de Armas del Alcázar o San Juan de los Caballeros, cuyas características son unánimemente alabadas por los músicos que participan en el festival.

La coordinadora de la Fundación también hizo hincapié ayer en la relación que algunos de los músicos han establecido con la ciudad, “en la que han pernoctado y en cuya vida han participado”. Artistas como Antonio Canales, el pianista estadounidense Uri Caine o el italiano Vittorio Ghielmi han permanecido varios días en la ciudad. “Creo que el Festival ha tenido este año una repercusión importante en la ciudad, y también en los medios de comunicación”, subrayó Tardío, para añadir que estos días también se han desplazado hasta Segovia músicos y críticos para presenciar los espectáculos.

En cuanto al programa, Teresa Tardío señaló que se trata de una programación “muy pensada”, en ocasiones con años de antelación; “hemos tenido algunos espectáculos que se han podido ver en otros grandes festivales, como el de Ana Belén y Rosa Torres-Pardo, pero también pequeñas joyas muy escogidas, por ejemplo la oportunidad de tener en Segovia al laudista Luca Pianca o el estreno de las “Lamentaciones de Jeremías” de Uri Caine”.

A la hora de destacar lo mejor de este verano, Teresa Tardío muestra su preferencia por la música antigua, reseñando conciertos como los ofrecidos en la Semana de Música de Cámara por Vittorio Ghielmi y Luca Pianca; o el homenaje a Tomás Luis de Victoria de Música Reservata, “una versión purísima, con una sencillez absoluta”, matiza. Y en cuanto a lo que se ha podido echar en falta, algo de ópera o de danza de pequeño formato, “porque este año no hemos encontrado nada que nos convenciese”.