Una cuidadora mata a tres niños discapacitados en Valladolid

Los menores fueron encontrados con bolsas de plástico en la cabeza y la monitora, presunta autora de los hechos, con heridas de arma blanca. La mujer se encuentra en el módulo de Vigilancia Penitenciaria del Hospital Clínico y el caso ha pasado al Juzgado de Instrucción número 6.

Tres niños discapacitados de 3, 9 y 14 años han fallecido ayer en un centro de acogida gestionado por Mensajeros de la Paz en Boecillo (Valladolid) a manos presuntamente de su cuidadora, quien ha intentado quitarse la vida posteriormente y permanece en el módulo de Vigilancia Penitenciaria del Hospital Clínico de Valladolid por su supuesta implicación en los hechos.

Los tres fallecidos de forma violenta, dos niños y una niña, padecían un gran grado de movilidad reducida, entre el 78 y el 90 por ciento, dos de ellos eran de nacionalidad española y un tercero era guineano.

Los cuerpos sin vida de los menores fueron hallados en torno a las 9.05 horas de la mañana de la mañana en las instalaciones de este centro ubicado en Boecillo, cuando dos empleadas del centro accedieron al recinto para comenzar su jornada laboral y encontraron a su compañera, única monitora que hacía el turno de noche, y presunta autora «inconsciente» y a los tres menores fallecidos, por lo que se pusieron en contacto de inmediato con el Servicio de Emergencias 112, cuyos facultativos avisaron a la Guardia Civil.

Los cadáveres de los niños fueron hallados con la cabeza cubierta por bolsas de plástico, por lo que se baraja como la causa más probable de los fallecimientos la asfixia, aunque habrá que esperar a que se practiquen las autopsias para confirmar la causa de la muerte, según confirmaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Al parecer, los cuerpos sin vida de los menores de 3, 9 y 14 años se encontraban en dos habitaciones distintas del inmueble -dos juntos y el tercero en otro dormitorio-.

Las primeras hipótesis de los investigadores apuntan a que los tres menores murieron a manos de su cuidadora, quien posteriormente intentó quitarse la vida pues se encontraba inconsciente con heridas en cabeza, cuello y muñecas, al parecer producidas por arma blanca.

La monitora de 55 años, cuyas iniciales son G.L.B., fue trasladada al módulo de Vigilancia Penitenciaria del Hospital Clínico de Valladolid por su supuesta implicación en los hechos, donde se encuentra bajo custodia policial a la espera de prestar declaración y pasar a disposición judicial.

Los facultativos de Sacyl, además de atender a la mujer, confirmaron el fallecimiento de los tres menores e incluso, ante la situación creada, la Agencia de Protección Civil envió un equipo de psicólogos de la Junta para prestar atención a quien lo necesitara.

Secreto de sumario

El Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid, que se ha hecho cargo del caso, ha ordenado el secreto sumarial, por lo que no se conocen muchos detalles de lo sucedido en Boecillo.

No obstante, el presidente de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel, aseguró que «nunca se ha tenido constancia de que la monitora lesionada hubiera padecido síntomas de depresión u otros problemas similares», ni siquiera se conocen bajas por estos motivos entre esta trabajadora, que llevaba cinco años prestando sus servicios y estaba muy relacionada con la ONG.

Hasta siete profesionales se encargaban actualmente de cuidar a los tres niños internos, en un centro que tiene capacidad hasta para seis pacientes. De los tres asesinados, el más pequeño se encontraba interno en el centro desde que nació, mientras que los otros dos llevaban siete y ocho años como residentes. Las instalaciones de Boecillo fueron precintadas y acordonadas por la policía judicial, y se pidió a las cuidadoras que se fueran a casa a intentar descansar, después de la labor desarrollada por un equipo de psicólogos de la Junta, que intentó calmar y atemperar el estado anímico de las trabajadoras.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos, explicó que se trata de un centro «muy especializado», que lleva funcionando poco más de un año en su nueva ubicación. Había estado operativo durante 14 años en la vivienda hogar Los Pinos de Valladolid, si bien se había trasladado a las instalaciones de Boecillo, que reunían «las mejores condiciones posibles» para pacientes de estas características, con grandes espacios para rehabilitación y juegos.