Una remontada grandiosa

Nava voltea un déficit de cinco goles en el cuarto de hora final y captura un triunfo agónico

Quedaban 13 minutos para el final del partido y el Viveros Herol Nava claudicaba en una cita fronteriza por el ascenso, sin punto de retorno aparente. Tras un arranque igualado, el Academia Octavio, un histórico que disputó dos semifinales europeas y militaba en Asobal hasta 2013, imponía su lectura en un partido del que se hizo acreedor con una ventaja de cinco goles (23-18) que parecía definitiva. En su hora más oscura, los naveros prendieron un destello implacable, volviendo a la disputa con cuatro tantos seguidos, y voltearon un choque que no se decidió hasta la bocina, con un lanzamiento de los locales que retumbó en el larguero. La mochila que regresa desde Vigo no solo trae dos puntos, sino una inyección de confianza incalculable. El play off sigue a la misma distancia, pero la hazaña convierte el sueño etéreo en una meta cada vez más palpable.

Comenzó bien Nava, llevando al rival a ataques largos y forzando el ritmo lento que le convenía. Aliviados en la ofensiva por dos transiciones rápidas de Alberto Camino, los visitantes mandaban 3-5 cerca del ecuador del primer acto cuando los vigueses aumentaron las revoluciones. Aprovechando precipitaciones del rival en la creación, el Octavio enganchó un parcial de 4-0 con Cerillo como baluarte. Los de Senovilla mantendrían el tipo hasta el intermedio con los primeros goles de David Fernández, pero el lenguaje sobre la pista, cada vez más acelerado, no les convenía.

El Octavio reforzó su atención defensiva a David, rompiendo la defensa con una linea 6-0 para poner a un jugador sobre el lateral. Tardaron en adaptarse los naveros, que solo marcaron dos goles en los primeros 12 minutos tras la reanudación y pagaron con pérdidas el tiempo que requirieron para traducir la nueva situación defensiva. Felices en un choque revolucionado y marcado por el riesgo, los locales edificaron un colchón de cinco goles gracias al dinamismo de Corcera y Tate.

Los naveros recurrieron al mismo espíritu que les llevó a amagar con remontar en Palma del Río o Barcelona. Con un ataque más abierto hacia los extremos, los de Senovilla encontraron más canales de circulación hacia el pivote y sus ataques en el cuarto de hora final fueron una representación matemática de lo que el técnico plasmaba en el imaginario de la pizarra. David y Camino empezarían la remontada con dos goles consecutivos, abriendo autopistas para que Darío Ajo Villaraso y Carlos Villagrán dejaran la renta en un gol (23-22).

Estuvo cerca de ver frustrados sus esfuerzos el cuadro segoviano tras una exclusión de Ismael Villagrán, seguida de un tanto de Méndez de penalti. Supo sufrir Nava, que igualó el parcial en inferioridad y aprovecharía los dos minutos que Silva pasó castigado para poner el empate a 25 con Darío. El pivote también marcaría a poco más de un minuto para el final el tanto definitivo, pero el desenlace aún deparó muchas sorpresas sin incidencia numérica.

Los vigueses fallarían el siguiente ataque y, con opción de mandar el resultado al congelador, Senovilla pidió tiempo a 18 segundos del final. La jugada prevista quedó representada a la perfección en la cancha, pero David, solo a seis metros, estrelló la pelota contra el portero. El Octavio exprimió los ocho segundos que le dejó el marcador y, en la frontera de la falta en ataque, gestó un lanzamiento en el aire para el jugador que partía desde la banda en lugar del portero. Finalmente, la madera acabaría repeliendo el último anhelo de los locales.

Pasadas las páginas más duras del calendario, Nava acumula tres triunfos seguidos y David De Diego, imponente en el tramo final, ha respondido con nota al reto de suplir a Yeray Lamariano. El siguiente capítulo, dos partidos seguidos en casa para engordar tan buenas sensaciones; el sábado 11 ante el Antequera y la semana siguiente ante Bidasoa, titular del último puesto de play-off y que llegará a Nava tras recibir al Barcelona B. “Este partido nos da mucha motivación. La clave está en creer en nosotros mismos. Seguimos en una situación completamente inesperada y que nos hemos ganado por derecho”, aseguró Senovilla. Habla de esa confianza que les hizo seguir navegando cuando el agua asediaba la embarcación. El resultado, una heroicidad mayúscula.