Una ocasión irrepetible

Los integrantes del grupo sueñan con un título que parece que está más cerca que nunca

La selección española sigue quemando jornadas y etapas camino de Sudáfrica, y lo hace con humildad, pero con «hambre» y con el sentimiento de que está ante su gran oportunidad de hacer historia en un Mundial.

Fernando Torres, el autor del gol del triunfo en la final de la Eurocopa 2008 ante Alemania, expresó el sueño y la ilusión de un grupo que hace dos años comenzó a cambiar el rumbo de la historia.

Y ese bloque, entonces dirigido por Luis Aragonés y ahora bajo la batuta de Vicente del Bosque, está dispuesto a alcanzar la gloria de las glorias balompédicas para dejar atrás el cúmulo de decepciones en el que se han convertido las participaciones de España en la Copa del Mundo.

Este grupo, con los retoques en cuanto a nombres introducidos por Del Bosque, demostró en Austria que sabe ganar y, como recordó Torres, asumió como un toque de atención la eliminación en la Copa Confederaciones de Sudáfrica 2009 a manos de Estados Unidos en semifinales.

El de Fuenlabrada, como todos sus compañeros, comprobó que no son imbatibles y que en el mundo del fútbol los favoritismos no sirven para nada. Aquella derrota, la única en la etapa del preparador salmantino, fue un aviso y dejó muchas enseñanzas que ahora quieren aprovechar.

España dispone de un conjunto lleno de ganadores, de jugadores que desde las categorías inferiores saborearon las mieles del triunfo en competiciones internacionales, como Europeos e incluso en un Mundial, el sub’20 de Nigeria.

Allí estuvieron hombres como Íker Casillas, Xavi Hernández y Carlos Marchena, quienes poco a poco han acogido bajo sus brazos a otros jóvenes que en los siguientes años siguieron sus pasos triunfadores en las selecciones ‘sub’, pero que no encontraron el aldabonazo hasta la noche mágica de Viena, después de romper la barrera mítica de los cuartos de final al superar a Italia tras una intensa tanda de penaltis.

El combinado se ha convertido en una de las dos o tres grandes referencias estos últimos años y figura en el podio quinielístico previo para Sudáfrica.

Los internacionales rechazan el favoritismo, pero todos asumen el reto y su ‘hambre’ permanece intacto. Se sienten, además, más maduros por la experiencia acumulada en estos dos últimos años y creen que «ya toca» lograr su sueño.

Para ello, la selección sigue milimétricamente el plan marcado en estos inicios de concentración, y lo hace rodeada del sentimiento, este sí en demasía eufórico, de una afición incondicional que, entrenamiento sí y otro también, abarrota los graderíos en apoyo de Del Bosque y sus pupilos.

En la pasada jornada, el seleccionador comenzó a trabajar diversas cuestiones tácticas y probó jugadas de ataque en saques de esquina en una sesión matutina a la que se ausentaron Fernando Torres, que sigue trabajando al margen, así como Xavi, Puyol, Iniesta y Villa, quienes tuvieron que pasar el pertinente reconocimiento médico previo al Mundial.

El delantero, como a lo largo de toda la semana, volvió a trabajar en el gimnasio, donde sigue recuperándose de la lesión del menisco externo de la rodilla derecha que le ha obligado a perderse la recta final de la temporada.

Mientras tanto, en la jornada vespertina, Sergio Ramos no se entrenó debido a una sobrecarga muscular en los isquitiobiales que le obligó a trabajar en el gimnasio.

El defensa andaluz se unió a Fernando Torres en el capítulo de bajas. Se ejercitó a cubierto y se puso en manos de los fisioterapeutas del combinado.

A la selección española le queda tan solo la jornada de hoy en Las Rozas antes de partir mañana hacia Innsbruck para iniciar la segunda etapa de la concentración en Austria, donde aprovechará para disputar los dos primeros amistosos preparatorios frente a Arabia Saudí y Corea del Sur.