Lo dijo cuando se marchó a Japón para dirigir los destinos de la selección de fútbol sala, “siempre que pueda vendremos a Segovia”, y está cumpliendo a rajatabla. Desde que Miguel Rodrigo dejó el Caja Segovia para convertirse en el seleccionador japonés no ha habido año en el que el técnico granadino no haya traído al combinado nipón a entrenar al Pedro Delgado. Si con el anterior seleccionador, Sergio Sapo, Japón elegía Brasil como sede habitual de sus concentraciones, con Miguel Rodrigo la selección asiática varió totalmente su planteamiento, preparando sus compromisos internacionales en Segovia, “donde se respira un extraordinario ambiente de fútbol sala”, afirma el seleccionador, que conoce perfectamente la pasión que Segovia vive por el fútbol sala después de su periplo por el Caja.
“Además, la situación estratégica de la ciudad nos favorece” señaló el técnico, que siempre que trae a su selección a Segovia organiza una serie de partidos amistosos frente a conjuntos de diversa categoría que ponen a prueba la evolución de los jugadores japoneses. Muy mal no le ha ido al entrenador con su planificación, después de haber conseguido la Copa de Asia, y llegado a los cuartos de final de la Copa del Mundo.
Así que, como las cosas han rodado bien, de nuevo la selección japonesa se ha desplazado hasta el Hotel Cándido de la capital segoviana para llevar a cabo su “stage” de preparación con vistas a sus próximos compromisos internacionales, aunque ello no quiere decir que el equipo se ejercite en sesiones de mañana y tarde en el pabellón Pedro Delgado, algo que sí hicieron en la jornada de ayer, y repetirán en la de hoy. Pero ya, a partir del martes, el combinado japonés cogerá el autobús, para desplazarse el martes hasta el pabellón Parque Corredor de Torrejón de Ardoz, donde se medirá al Carnicer de Segunda División.
Será el miércoles cuando, a partir de las siete y media de la tarde, Japón salte a la cancha del Pedro Delgado para medirse al Caja Segovia de Pepelu y David Madrid, “que está realizando una temporada increíble, por encima de lo que todos pensaban. Es el triunfo de una filosofía de club, de apostar por los jóvenes valores, y de mantener una identidad propia”, afirmó Rodrigo, en cuyo haber queda que fue él quien trajo a Segovia a Burrito, ahora capitán del equipo, “y que ha evolucionado como jugador de manera extraordinaria”.
El próximo jueves el destino del combinado japonés será el polideportivo La Solana de Navalagamella, donde se medirá al conjunto madrileño de Segunda División B. Ya el viernes el desplazamiento será hasta Valdepeñas, para descansar el fin de semana, y coger fuerzas de cara a tres enfrentamientos importantes frente a Ríos Renovables Ribera de Navarra, Triman y Umacón Zaragoza, para después volver a Japón. “Entiendo que nuestra concentración es muy intensa en lo que a entrenamientos y partidos se refiere”, afirmó Miguel Rodrigo, “pero considero que es la mejor manera de que asimilemos conceptos”.
Además, integrado en la expedición japonesa, pero con una función muy distinta, desde el país asiático se trasladó a Segovia el árbitro de la National Futsal League de Japón Harada Hiroyuki, de 30 años, que dirigirá todos los partidos que juegue el combinado nipón junto a un árbitro español, “en una experiencia que yo considero que será positiva para él, y así se lo transmití a la Federación cuando les hice la sugerencia de que se viniera a con nosotros. Siempre es bueno aprender de los mejores, y el nivel del arbitraje en España es de los mejores del mundo”. Palabra de seleccionador.
