Las finales se juegan así

Un Caja Segovia que rayó la perfección derrotó con justicia al Barcelona, que se quedó cerca de empatar en el tramo final

Habrá cuarto partido… o no. El Caja Segovia dio ayer el primer paso hacia la consecución de su segundo título de Liga, aunque dé vértigo incluso hablar de ello, y en un encuentro tácticamente perfecto consiguió derrotar por 2-3 al FC Barcelona, consiguiendo el primer punto de una eliminatoria al mejor de cinco partidos.

Como se esperaba, el Barça salió a tratar de imponerse desde el principio, aunque no con una defensa en toda la pista y sí con sus jugadores en media cancha esperando a un Caja que sí salió a presionar, pero que no tardó en verse sometido. Sin ocasiones de gol excesivamente claras, pero sí con una sensación de agobio constante, el equipo local trataba de adelantarse en el marcador pronto para refugiarse posteriormente en su gran defensa.

Sin embargo, no llegó el 1-0 y sí el 0-1 en prácticamente el primer acercamiento del conjunto segoviano, tras una contra que Borja culminó metiendo el balón por debajo de las piernas de Paco Sedano. El tanto hizo redoblar los esfuerzos del Barça que, esta vez sí, generó ocasiones suficientes como para haber logrado el empate. Lin y Fernando se vieron solos ante Cidao, pero no pudieron precisar su lanzamiento, todo lo contrario que Esquerdinha, que tras un saque de esquina vio el hueco de nuevo por debajo de las piernas de Sedano para colocar el 0-2.

Este gol sí que vino a afectar al Barça, obligado a jugar como no quería, gastando fuerzas en la presión mientras que el equipo segoviano tocaba y tocaba, aún a riesgo de perder el balón en zonas comprometidas de la cancha. Pero lo que verdaderamente sembraba el pánico en el FC Barcelona eran las eléctricas salidas a la contra de los visitantes. En una de ellas, a dos minutos para el final, Matías y Daniel no se entendieron lo suficiente cuando el 0-3 parecía definitivo.

Los locales comenzaron a dar síntomas de cansancio en los compases finales del primer período, pero sacaron fuerzas de flaqueza para volver a la carga y obligar a Cidao a realizar un par de intervenciones a lanzamientos de Torras y Saad, y a estar atento a los balones a la espalda del cierre, achicando los espacios para que ni Fernandao ni Javi Rodríguez consiguieran girarse y ver clara la opción. Así que al descanso se llegó justo donde quería el Caja, mandando en el marcador, obligando al Barça a gastarse, y con la sensación de partido controlado.

Seguramente las tornas hubieran cambiado si Fernandao hubiese llegado a un segundo palo claro tras envío de Saad, en una acción que fue contestada rápidamente por Esquerdinha en otra acción de córner que desvió Sedano en el último momento. Como no fue así, el Caja fue poco a poco durmiendo el partido, mientras que el Barça quería, pero no podía.

Fruto de esa impotencia llegaron las faltas, y con ellas las tarjetas que contribuyeron a calentar el ambiente, pero no a mucho más. Poco después de que el equipo local cometiera su quinta falta, Esquerdinha se marchaba por la banda izquierda y su centro al segundo palo era transformado por Antoñito haciendo el 0-3.

Era ver para creer, pero el Barcelona apenas podía llegar a la meta de Cidao, y por ello Marc Carmona, a diez minutos para el final, puso a Javi Rodríguez como portero-jugador. Así su equipo descansaba con la posesión, y comenzaba a llevar mucho más peligro ante la portería del Caja. A cambio, se exponía a encajar el 0-4, que tuvo Lozano en un doble penalti que sacó Sedano, y Antoñito en una segunda opción. Pero los de casa ya tenían el partido perdido…

Y a punto estuvieron de remontarlo. El Caja, que había defendido con bastante acierto el 5 para 4, se descompuso en un momento, el justo para que Saad encontrara el hueco entre Cidao y el palo corto para hacer el 1-3. Aunque en un principio pareció que el portero del equipo segoviano no estuvo atento a su palo, lo cierto fue que el violento remate de Saad fue imparable.

Con el gol, el Palau rugió como si estuviera lleno, y el Barça apretó de firme buscando el segundo gol, que logró por medio de Fernandao, solo en el segundo palo recibiendo un medido pase de Javi Rodríguez. El Caja pasó entonces por sus peores momentos, pero Cidao sacó las ocasiones que tuvo el Barcelona, Geison, Tobe, Esquerdinha y Matías cogieron galones a la hora de tener el balón y no perderlo y el partido fue desgranando los segundos entre los nervios de los blaugranas, y los de los segovianos.

Aún tuvo el Barça una última oportunidad de forzar la prórroga, pero como fue la tónica del encuentro, la defensa segoviana rayó la perfección y la victoria se quedó en el casillero del Caja, que dio primero en la final. Y ya se sabe lo que el refranero popular dice del que da primero…