Lara García no obtiene plaza para los Juegos Europeos de Bakú

La Federación Española de Boxeo argumenta haber “intentado mover todas las opciones”, pero la segoviana, subcampeona de España en 54 kilos, no logró la plaza en el Euopeo

Con el ambicioso objetivo de ser olímpica en 2016, Lara García situaba como cita intermedia de esta temporada los Juegos Europeos de Bakú (Azerbaiyán) que se celebrarán este mes. Hacia esa meta decidió bajar de peso, de 57 kilos a 54, categoría en la que se siente muy cómoda. Ocurre que las plazas para el evento se lograban clasificando entre las 16 primeras del Campeonato de Europa del año pasado en Rumanía de la categoría. Entonces, García compitió en 57 kilos, y no logró ese honor. Por la delegación española, entró en 54 kilos Cristina Gómez. Suspendida posteriormente por competir en eventos no auspiciados por el reglamento de la International Boxing Association. Ello abrió la puerta a la segoviana. La Federación Española de asegura haber “intentado” esa opción. “Ella pensaba que tendría opción e intentamos mover todas las posibilidades, pero no ha habido forma”, aseguró.

“Ojalá pudiéramos aprovechar esa oportunidad todos, pero no hay que darle más vueltas. Si no se puede, no se puede”, analiza García, aún confianza en la ampliación de los pesos olímpicos femeninos (ahora 51 kilos, 60 y 75) para los Juegos de Rio de Janeiro. “Está complicado, pero yo creo que se pueden llegar a aumentar los pesos y espero que de, aquí a Rio, se aumenten”.

García considera un acierto su cambio de categoría, por mucho que la competición no fuera generosa con ella. Subcampeona de España la última semana de mayo en Murcia, la boxeadora critica ferozmente a su rival, la murciana María del Carmen Romero. “En la final no hubo boxeo, es una competidora que no tuvo ni que llegar a la final. Lo único que hizo fue engorronar y agarrar. Nos admitieron que debían haberla sancionado un par de veces y con eso no habría ni puntuado”, explica. Pese al argumento, no cambió la decisión. “Ha sido un auténtico chasco. Si me ganan boxeando, soy la primera que lo reconozco y felicito a la rival, pero allí no hubo boxeo”.

Las sensaciones de su nueva constitución son positivas. “Me encuentro mucho mejor, más rápida, en esta categoría. Lo bueno es que no he perdido nada de pegada y las rivales se quedan asombradas porque en esta categoría es como si las estuviera pegando alguien de más de 57 kilos”. La segoviana siente que la antelación con la que decidió el cambio de peso supone ahora una ventaja competitiva. “Lo hemos ganado en hacerlo con tiempo y siendo un trabajo compensado, tanto en la rapidez como en la potencia, para no bajar demasiado peso y quedarme sin fuerza. Eso pasa cuando lo haces con precipitación, tres meses antes de los campeonatos”.

La meta olímpica es innegociable, así que García deberá decidir si mantiene la esperanza de los 54 kilos, y esperar a que el Comité Olímpico Internacional lo acepte como peso olímpico, o bajar a 51 kilos, categoría que ya cuenta con ese beneplácito. En todo caso, es algo a valorar una vez pasadas las vacaciones de verano. “Si nos lo planteamos será entonces. Quiero quitarme un poco el boxeo de la cabeza y veremos si decidimos esperar o bajar a 51”. La boxeadora comentaba en una entrevista reciente el condicionante de salud en esa decisión. “Pediríamos apoyo médico y haríamos un estudio para saber si puedo no llegar a ese peso. Yo creo que sí, pero mantenerlo sería muy difícil”. La báscula de la incertidumbre.