“El sueño se ha hecho realidad”

Luis Alonso Marcos finalizó el Real Sitio Grand Slam Marathon ganando en la carrera de Nueva Zelanda, con la que pone fin a su proyecto deportivo y solidario.

A las de la mañana sonaba el despertador. Era el día D y la hora H. Me levanto y voy al baño con una sensación extraña, porque el proyecto se acaba y con ello concluye también una etapa que marcará mi vida por todo lo que he pasado en estos once meses. Me miro en el espejo, y mi rostro es diferente al de estos días de atrás, estoy concentrado y dispuesto a terminar el Grand Slam Marathon pase lo que pase. Esto hay que cerrarlo, y si puede ser con un gran resultado, mucho mejor. Así que a desayunar, a coger el autobús y seguir concentrado camino a la línea de salida. Nos queda una hora y media de viaje hasta la Snow Farm, que en español significa Granja de las Nieves. Es curioso, porque en mi pueblo, la Granja, ha nevado estos días.

Con algo de retraso se da la salida a la carrera. Tengo por delante 42,195 kilómetros con espectaculares lagos y hermosas vistas, pero también con bastante dureza. Nunca imaginé que un día iba a desear que se terminara la bajada, porque los 21 kilómetros de descenso han pasado factura en mis cansadas piernas.

De salida formamos un grupo de tres que a la postre iba a ser el que conformaría el pódium. Tras unos primeros kilómetros de tanteo, decido poner mi ritmo, ya que prefiero ir cómodo a mi paso que lo estar a expensas de lo que hagan los otros. Tras los dos primeros repechos duros, pongo tierra de por medio y voy poco a poco incrementando la ventaja hasta llegar a la cima, del Mt. Pisa, donde tras avituallar me dispongo a iniciar un largo descenso que me llevará hasta el aeropuerto de Wanaka, donde se inicia el tramo llano de de 12 kilómetros que me llevará a la línea de meta en Albert Town Tavern.

Tras la primera parte del descenso, aumento considerablemente la ventaja porque decido imprimir un ritmo alto para llegar con la mayor ventaja posible a la zona llana y poder tener margen en caso de que me surja algún problema. Por detrás, Matt se afianza en la segunda posición y Rob es adelantado por la primera fémina, que es Mel Aitkon, y que consigue entrar como tercera en la línea de meta,

En el tramo llano hasta la línea de llegada he sufrido y mucho, porque el largo descenso ha dejado muy fatigadas mis piernas. Pero con constancia y sufrimiento he conseguido entrar victorioso en meta, cerrar así el Grand Slam Marathon, y poner un broche de oro a este proyecto deportivo solidario. Ahora si que lo que se presentó hace un año y quince días como un sueño, de ha convertido en una realidad.

Nada más cruzar la línea de meta, y fundirme en un largo abrazo con Bea, mi pareja, me he acordado de mucha gente. Los primeros, mis padres y hermano, seguidamente de Franco, padre de Bea, y de mi tío Chiquinín, fallecidos recientemente. De la gente que sigue este proyecto por las redes sociales, de Miguel Caselles, primer español en completar el GSM y que me ha ayudado muchísimo. De mi entrenador Víctor López, gran entrenador, mejor persona, y que ha sido capaz de saber guiarme en esta . Y para terminar pero no por ello menos importantes, de los patrocinadores y colaboradores, porque sin ellos este proyecto hubiera sido imposible.

Ahora que echo la vista atrás, y veo lo que ha supuesto este proyecto en cifras, he disputado seis maratones y dos ultramaratones. Me he recorrido 170.000 kilómetros en avión para poder realizar el proyecto, a los que hay que sumar los realizados en carretera hasta llegar a los lugares de salida. He empleado un presupuesto de 35.000 euros, con una cantidad respetable puesta de mi bolsillo, pero quizá lo mejor haya sido los 15.000 euros recaudados en acciones solidarias. Y muchas, muchas vivencias con las diferentes gentes que he tratado.

Y ahora, una vez acabado el proyecto, ¿qué?. Eso me pregunto y lo primero que se me viene a la mente es descansar. Hoy he sufrido mucho a nivel muscular, pero con tesón, cabeza y sacrificio, algo que he usado durante todo el proyecto, he conseguido cerrar el proyecto con un gran broche de oro.

Me tomaré unos meses de descanso activo, y veré en que nueva aventura me puedo involucrar. Será difícil encontrar algo con la magnitud del GSM, y tampoco dispondré del mismo tiempo que hasta ahora. Las obligaciones laborales me llaman, pero si algo tengo claro es que seguiré corriendo mientras las piernas me aguanten, y ayudando, en la medida de lo posible, a los más necesitados.

Desde Albert Town Tavern un fuerte abrazo a todos y gracias por seguir mi proyecto, animarme y colaborar con las acciones solidarias. El Real Sitio Grand Slam echa el telón, pero las aventuras continuarán. Estoy seguro de ello.