La solidez a domicilio y los goles de Cristiano llevan a Kiev

El Real Madrid ha mostrado una flojera impropia en el Santiago Bernabéu, pasando serios apuros para eliminar a Juventus y Bayern, compensada con tres victorias fuera en los cruces

Los jugadores del Real Madrid celebran el pase a su cuarta final en cinco años después de eliminar con sufrimiento al Bayern de Múnich.
Los jugadores del Real Madrid celebran el pase a su cuarta final en cinco años después de eliminar con sufrimiento al Bayern de Múnich. / EFE

El Real Madrid se clasificó este martes para su tercera final consecutiva de Liga de Campeones y buscará su decimotercer título después de un camino duro superado por su buen hacer a domicilio y por los goles del delantero portugués Cristiano Ronaldo.

El conjunto blanco intentará encadenar su tercer título de la Champions en Kiev ante el Liverpool inglés, su último rival en un torneo donde las mayores dificultades llegaron en las dos últimas rondas y, curiosamente, con eliminatorias bien encarriladas.

Y es que la flojera mostrada en el Bernabéu ha sido compensada con buenas actuaciones lejos de él. De hecho, en su feudo, la Juventus estuvo a punto de hacer una remontada épica y el Bayern también se quedó a un suspiro de cerrarle el pase a la final después de que los de Zinedine Zidane hubiesen ganados en sendas ocasiones los choques de ida a domicilio.

El Real Madrid logró superar su primer grupo con cierta solvencia, pese a que tenía compañeros de viaje duros como el Tottenham y el Borussia Dortmund. Precisamente, el equipo londinense le condenó al segundo puesto tras empatar en el Bernabéu (1-1) y ganar en Wembley (3-1). El equipo blanco goleó al APOEL chipriota (3-0 y 0-6) y se deshizo del Dortmund, al que batió en el Signal Iduna Park por 1-3 y en el Bernabéu por 3-2.

El bombo de octavos le envió un oponente de primer nivel, el PSG candidato a todo con los fichajes de Neymar y Mbappé y que partía como favorito, pero el actual campeón recuperó su mejor versión para eliminar a los de Unai Emery, primero remontando en casa para imponerse por 3-1 con dos goles en los compases finales y luego ganando con autoridad en Francia (1-2).

En cuartos, reedición de la final de Cardiff en 2017 contra la Juventus. El Real Madrid pareció dejarlo todo sentenciado en Turín con una clara victoria por 0-3 y el recordado gol de chilena de Cristiano Ronaldo, pero su incomodidad en casa le volvió a pasar factura. La ‘Vecchia Signora’ llegó al descuento por delante 0-3 y claudicó por el polémico penalti sobre Lucas Vázquez.

Para llegar a Kiev, a los de Zidane les esperaba un tercer campeón nacional. El Bayern, mejorado tras la marcha de Carlo Ancelotti y la llegada de Jupp Heynckes, era la amenaza, pero de nuevo los madridistas sacaron petróleo a domicilio. Pese a no jugar bien, victoria por 1-2 y todo bien encaminado para sentenciar en casa. Sin embargo, los errores cometidos ante la Juve volvieron a aparecer, aunque el Real Madrid salvó un empate a dos goles para plantarse en el Olímpico de la capital ucraniana.

CR7, seco ante el Bayern

Y en todo este camino, Cristiano Ronaldo ha resultado clave, salvo en los últimos dos partidos. El delantero portugués encontró el gol que no tenía en la Liga y fue el primero de la historia del torneo en marcar en toda la fase de grupos: dos goles al Tottenham, tres al Dortmund y cuatro al APOEL.

Luego en los cruces, el de Madeira mantuvo el nivel goleador. Al PSG le ajustició con un doblete en Madrid y otro gol en el Parque de los Príncipes, mientras que en Turín le hizo otros dos tantos a Gigi Buffon y el salvador de penalti en la vuelta. A partir de ahí, con 15 tantos en su haber y a dos de su récord en el torneo, no volvió a ver puerta ante el Bayern, pese a gozó de ocasiones, sobre todo en la vuelta para ello.