La liga, competición de regularidad por excelencia, presenta unas características muy distintas a las de cualquier torneo por eliminatorias, en el que un mal partido te manda para casa. En el campeonato del día a día, puedes jugar un mal encuentro, o ser tremendamente irregular en algunos momentos de la temporada, pero si consigues enlazar buenos marcadores, al final cumplirás con tus objetivos.

El Viveros Herol Nava, que vivió unos momentos complicados a finales de octubre y comienzos de diciembre, ha recibido el premio a sus buenos marcadores con la tercera plaza de la clasificación en una División de Honor Plata en la que ganar siempre está caro. Tan cerca del liderato como de quedarse fuera de la fase de ascenso, el conjunto de Dani Gordo sigue elevando su nivel competitivo, que alcanzó una más que buena expresión el pasado fin de semana con la contundente victoria en la cancha del Grupo Covadonga, la segunda consecutiva después de tres derrotas seguidas.

Tan solo el Balonmano Alcobendas ha sido capaz de ganar en la cancha del conjunto guipuzcoano

Si el tiempo no lo impide, el equipo navero viaja hoy a la cancha del Amenábar Zarautz, que tiene muy claro lo que debe hacer para salvar la categoría, y no es otra cosa que hacer prácticamente inexpugnable en su feudo. El equipo que entrena un clásico como es Iosu Balenciaga tan solo ha ganado un partido lejos de casa, el que venció a Bordils, pero a cambio no pierde un encuentro como local desde que el 23 de septiembre el Balonmano Alcobendas se llevara los dos puntos del municipal guipuzcoano. Así, con los mismos partidos ganados que perdidos, el Amenábar se ha instalado de una forma más o menos cómoda en mitad de la tabla.

UNA ROCA

El conjunto vasco mantiene intactos los pilares sobre los que apoya sus ya varias temporadas en División de Honor Plata. Jugadores como Xabat Olaizola, Míkel Iraeta o Eneko Goenaga acaparan buena parte del juego ofensivo de un equipo que no promedia demasiados goles a su favor, pero que es uno de los conjuntos que mejor defiende, recibiendo menos de 25 tantos por partido, toda una cifra si se tiene en cuenta que ha perdido cinco encuentros en diez jornadas. Con un balonmano muy rocoso y una defensa 6:0 que necesita de un buen trabajo táctico para encontrarle las ‘cosquillas’, el Amenábar es uno de esos equipos que marcan la temperatura de las escuadras con objetivos ambiciosos. Ganar en Zarautz sólo no está al alcance de cualquiera.

El Viveros Herol no quiere ser un ‘cualquiera’ en esta liga, y por ello aspira a ganar donde muy pocos lo han hecho. En principio Dani Gordo cuenta con todos, salvo un Kisselev que sigue descontando las jornadas para su plena recuperación, y el equipo se pondrá a prueba en una cancha de las más ‘calientes’ de la División de Honor Plata, con una afición entendida, que anima sin descanso a los suyos, y que sabe que su aportación es importante para que el Zarautz mantenga la categoría. La empresa será de las más exigentes de la temporada.