Antonio García Otero suma un buen número de años vinculado al baloncesto, los últimos de ellos integrando la estructura del CD Base, dirigiendo al conjunto de la Primera Nacional masculina que ha ido cumpliendo etapas en una categoría que se le puede quedar pequeña al grupo de jugadores segovianos. Pero… hay que tener paciencia.
P. ¿Con qué aspiración parte el CD Base en esta temporada de la Primera?
R. Con las misma de años anteriores, competir con todo el mundo y todos los partidos, intentar ganar lo máximo posible y si no se gana, irte al vestuario sabiendo que se lo has puesto lo más duro posible a los rivales. Va a estar complicado porque el grupo tiene nuevas incorporaciones, que tenemos que encajar bien en el esquema de los chicos que repiten con nosotros los últimos tres años. Hay que ver cómo encajan y cuál es la aportación que conseguimos con ellos.
P. ¿Cómo se presenta la liga en la Primera?
Por las noticias que nos van llegando, el resto de equipos también se han ido reforzando, y varios han cogido gente de Liga EBA. Va a ser una liga más competida que los últimos años. Somos algún equipo más, a pesar de que Carbajosa se ha borrado. Pero entre los que bajan de EBA y los equipos que estaban, que se han reforzado con buenos jugadores, la liga va a estar entretenida.
P. Lo que sí que se nota es presión cero por conseguir resultados.
R. Esa es la filosofía del club, competir, y dar el máximo tanto deportivamente como en conducta, en valores. Nuestro objetivo nunca está en un primer plano deportivo, sino más en la formación de los chicos que tenemos, como deportistas, como personas, y luego realizar el deporte que nos gusta a todos e intentar que la temporada sea lo más amena posible, tratando también de conseguir lo máximo. Siempre ha sido ese el objetivo del club.
P. ¿Nota la evolución de los jugadores?
R. Yo llevo con muchos de este grupo de jugadores, descontando lógicamente las incorporaciones, desde que estaban en la categoría baby. Y por supuesto que los ves evolucionar. El club lo que quiere es ir creciendo poquito a poco, poniendo buenas bases. Llevamos unos años en los que crece el número de chicos, y el nivel de los equipos que están compitiendo a nivel autonómico, y porque ahora mismo tenemos a varios de esos equipos compitiendo para ver si se meten en el grupo especial. Todo eso ha ido creciendo poquito a poco, paso a paso, con muchos años de trabajo que va dando frutos ahora. Nos falta tener una base económica más sólida para dar el siguiente paso, pero ya sería con incorporaciones de gente de fuera y demás, y es algo que ahora mismo el club no se plantea porque no es un objetivo. Primero hay que consolidar lo que tenemos y luego ya se verá en un futuro que se puede llegar a hacer.
P. Así que, de momento, la pirámide es muy bajita, con mucha base y poco más por arriba.
R. Intentaremos llevar ese pico lo más alto posible, pero esto lleva tiempo. Con los chicos he hablado para que sepan que el proyecto es de cara a medio/largo plazo, son gente muy joven, no sé si la media de edad es de 20 años, y tienen muchas temporadas por delante para seguir creciendo. Bien es cierto que el año pasado se dio un paso muy grande en el apartado mental y se nota que ahora tienen más poso de lo que la edad podría marcar.
P. (…)
R. La mayor parte de esta generación es la que pasó los últimos años de instituto con el covid, todos encerrados, y se nota en ellos un desarrollo mental diferente. El año pasado, cuando no iban las cosas muy allá, dieron un paso adelante y le dieron muy largo y muy fuerte, así que este año intentaremos mantener ese nivel que conseguimos al final del año pasado y ser más regulares, que no se note tanto la juventud, y a ver hasta dónde podemos llegar.
P. ¿Y es un grupo abierto? ¿Va a acoger bien a las incorporaciones?
R. Sí, de hecho, las incorporaciones son gente que ya ha estado en el club, jugadores que han estado con nosotros.
Aquí es muy complicado que se queden mucha gente a estudiar. Por ejemplo, del año pasado no sé si hubo 13 o 14 juniors y solamente se han quedado dos o tres en el club, uno en Provincial y otros dos en Provincial, vinculados al Nacional. Los que se fueron en su día ahora han ido terminando estudios, y entre que preparan oposiciones y buscan trabajo, varios de ellos han regresado. Otro es cantera del Basket 34 y del Claret, que es Jorge Mínguez, que ha jugado en EBA y en Nacional sin ningún tipo de problema. Y el otro es un chico que ha venido de la IE, que ya conoce la competición del año pasado y que nos va a aportar algo que no teníamos en el equipo como es altura.
P. ¿Por dónde pasa el margen de mejora de este año?
R. Este año el objetivo es encontrar regularidad en el juego, porque el año pasado, en determinados momentos había muchos altibajos. Además cada jugador tiene objetivos particulares, a nivel táctico, técnico y de mentalidad. A todos se les pide que aporten lo máximo posible. Cada uno tiene unas características y cada uno puede aportar más en ataque, en defensa, en unas cosas, en otras, en liderar. En la directiva ha entrado Joaquín, que es psicólogo y me está echando una mano a la hora de organizar estas cosas en pretemporada
P. Lleva muchos años en el CD Base. ¿Cuesta tirar de las riendas y no caer en la tentación de crecer más rápido de lo que se puede?
R. A estos chicos, cuando terminó el año pasado, hubo que decirles que estaba muy bien lo conseguido, pero que de cara al año que viene había que estar tranquilos, porque no se sabía quién iba a estar y quién no, y cómo iba a ser la competición, porque hay aspectos que no dependen solo de ti. Porque puedes tener un muy buen grupo, jugar muy bien, y por las características de los otros equipos, solamente ganar cuatro partidos como nos pasó el primer año. La clave es competir y no dejarte llevar nunca. Por supuesto que el objetivo es ganar todo lo posible e intentar terminar lo más arriba que podamos, e incluso luchar por meternos en el play off que da el ascenso a EBA, pero luego hay que ver con lo que cuenta el club, con su estructura. Los chicos lo saben, y aquí siempre se han dado puertas abiertas a que la gente se pueda ir fuera a mejorar, porque para eso trabajan. El club llegará hasta donde da nuestra infraestructura actual, que ojalá fuera mejor, pero que trabaja mucho y muy bien.
P. Pero…
R. Pero hay algunas veces, en determinados momentos, que los directivos no dan más de sí, como es ahora el principio de temporada organizándolo todo. Hay que ir mejorando también esos aspectos, ya no solamente el deportivo, sino de gestión, con más gente implicada. Poco a poco.
P. ¿Cuánto de psicólogo tiene que tener un entrenador con un equipo de una media edad de 20 años?
R. Bueno, pues… es un poco de todo. Yo por la formación que tengo, por el trabajo que he tenido de cara al público, entiendo que hay que saber llevar a las personas. Con este grupo hay que hablar mucho con los jugadores, que haya comunicación, porque si no la hay no va a funcionar. Dejar las cosas claras, qué es lo que pide cada uno, yo como entrenador, ellos como jugadores, y tratar de conseguir lo máximo de los dos para luego ir negociando día a día. Al final esto es como una familia, nos vemos muchas horas al cabo de la semana y no todos los días son iguales. Hay muchos roces, es un deporte que es de contacto y pueden pasar cosas, pero hay que llevarlo como una familia y tener el mejor trato posible. Hay que lograr que todos se diviertan, que disfruten y llevarlo lo mejor posible toda la temporada, que se nos haga corta la temporada. Esa será la señal de que se ha trabajado bien.