Luis Alonso: Seis días a base de agua y comida iofilizada

Luis Alonso viajará a Islandia para tomar parte en la Volcano Ultra Maratón, una carrera de supervivencia en la que los participantes deberán recorrer 280 kilómetros en seis etapas

La primera respuesta que se escucha en el establecimiento hostelero donde Luis Alonso responde a las preguntas de esta redacción no la ofrece el deportista, sino su pareja Beatriz, que no puede evitar exclamar que ‘Luisete' se ha embarcado “en una locura” cuando se le pregunta por la Volcano Ultramaratón de Islandia en la que el segoviano participará dentro de poco más de dos semanas, una carrera de supervivencia en la que los participantes recorrerán 280 kilómetros repartidos en seis etapas y en la que tendrán que llevar su propia comida, puesto que la organización solo les proporcionará agua.

– ¿Por qué se en una prueba como esta?

– La verdad es que después de las carreras del Sáhara y Namibia me sentí animado para seguir compitiendo. El poder volver a ganar una carrera era algo que no me imaginaba, y más en esas condiciones tan adversas, aunque lo que buscaba era volver a sentir el gusanillo de la competición que las lesiones me habían quitado. El Covid lo paró todo, y ahora ha surgido esta oportunidad.

– No puede negar que los organizadores querían que tomara parte en la misma.

– Eso parece. Los organizadores de la carrera ya me pidieron en Semana Santa que participara en la prueba que inicialmente se iba a celebrar en junio, pero una rotura de fibras me lo impidió, aunque al final he tenido la suerte de que la carrera se retrasó a septiembre. La organización me volvió a llamar para que participara, y vi la oportunidad de desconectar de estos dos años tan duros y de embarcarme en algo nuevo para mí como son las carreras por etapas, que en algunas ocasiones se me han dado bien y en otras mal.

– Hablamos de supervivencia…

– Sí, porque tienes que llevar en la mochila la comida para seis días, los nutrientes para seis días, el material para estar en el campamento… una cosa parecida hicimos en la Everest Race, pero allí nos daban de comer, así que en la mochila solo tenías que meter aquello que ibas a necesitar en carrera. Aquí lo tienes que llevar todo, incluyendo el kit obligatorio que te da la organización como una venda, Betadine, y diverso material para que te puedas ir curando si sufres un accidente.

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Luis Alonso, en su establecimiento junto a toda la comida y el material que deberá portar en su mochila durante la Volcano Ultramaratón de Islandia que se celebrará a mediados del mes de septiembre./ KAMARERO

– ¿Existen grandes diferencias entre las carreras por etapas ‘normales' y las de supervivencia?

– Las hay, aunque al final será una competición y habrá un cronómetro para marcar los tiempos, y habrá un ganador, yo esto me lo he tomado como una experiencia para aprender. Yo en una carrera nunca pierdo, porque al final lo que trato siempre es de aprender, y cuando algo sale mal hay que buscar el lado positivo. Y en esta carrera lo que estoy buscando es cómo sobrevivir, porque la organización solo te va a dar agua y tengo que ser capaz de subsistir durante seis días. Es toda una aventura.

– ¿Qué es la comida iofilizada?

– Es lo que vamos a comer en carrera, y es una de las grandes sorpresas que me he llevado. Nunca la había probado y he pedido el doble de la que necesitaba para ir probándola en estos días previos a la carrera, pero siempre con cuidado porque tengo que mantener un equilibrio con las comidas para que mi cuerpo no se resienta con este tipo de alimentación, más el entrenamiento y las horas de trabajo.

– ¿Y de sabor?

– No está tan mala como yo pensaba. Son productos que lógicamente no se van a dar en un restaurante, pero sabiéndolos preparar te nutren perfectamente porque incluso los puedes comer directamente del sobre. Cada sobre tiene 600 kilocalorías, y la organización nos obliga a llevar 2000 kilocalorías por día. Yo llevo tres sobres por día, lo que hace 1.800, más lo recuperadores, los geles y las barritas que pueden suponer unas 3.000 kilocalorías diarias.

“Yo en las carreras nunca pierdo, porque al final trato siempre de aprender y buscar el lado positivo de lo malo”

– Lo que es una barbaridad.

– Sí, pero las voy a gastar. Para una persona normal la media de ingesta es de 2.000 kilocalorías por día, que eso es lo que llevo en alimentación, pero lo que vas desgastando en carrera tienes que suplirlo también y al final tienes que llevarte las barritas y los geles.

– ¿Sabe quiénes van a ser sus compañeros de aventura?

– Sé que de España va a ir Chema Martínez, Jorge Larrocha, Vicente Juan García que es un especialista en este tipo de aventuras, Josef Ajram, Javi Marina… deportistas con los que he coincidido en otras carreras y que posiblemente toquen el podio.

– ¿Entonces su objetivo es participar?

– Y aprender. Y salir de estos dos años tan duros para poder hacer lo que nos gusta que es unir deporte y turismo viajando a un lugar al que no todos pueden ir.

– ¿El recorrido es tan exigente como aparenta por los perfiles?

– Sí. Vamos a correr por un desierto prácticamente hecho de lava, y la organización ya nos ha dicho que llevemos dos pares de zapatillas para correr, porque el desgaste del suela es mucho mayor. Tenemos que llevar todo probado, porque cualquier roce que puedas tener te puede llevar a terminar la aventura antes de tiempo. La última etapa de 80 kilómetros la han bajado a 60, pero la tendremos que cubrir con GPS y vamos a tener que vadear varios ríos, así que todo tendrá que ir en bolsas estancas. Además, al bajar esa etapa de 80 a 60 kilómetros, han elevado el kilometraje de las anteriores, así que serán cinco etapas de distancias superiores a la maratón hasta completar los 280 kilómetros totales.

“Soy afortunado, he visitado sitios que pocos han podido ver, y ganar carreras que no pensaba que pudiera hacer”

– Para alguien acostumbrado a hacer entrenamientos diarios de 30 kilómetros, más otros 15 o 20 entre las mesas de su establecimiento de hostelería…

– Ahora me está costando entrenar porque el negocio está funcionando, pero en los meses de junio y julio metí toda la carga de entrenamientos posible. Está claro que la carrera por fechas no me viene bien porque estamos en la temporada alta en la hostelería y voy a llegar muy justo. Lo bueno es que en el último reconocimiento que me he hecho todo está perfecto, así que podré ir con garantías a Islandia. Son seis días corriendo en condiciones difíciles.

– ¿Y la rodilla?

– Bien. La pandemia que nos ha afectado a todos, a mí me hizo bajar el volumen de los entrenamientos y de trabajo, así que en el mes de junio de 2020 estaba haciendo entrenamientos en tiempos de hace diez años, lo que demuestra que el cuerpo sigue estando a nivel óptimo con el descanso adecuado. Pero correr sin ligamento cruzado provoca que cuando llegue la fatiga muscular haya problemas de estabilidad, y por ello estoy haciendo unos ejercicios para fortalecer la zona del glúteo, el cuádriceps… todo el eje que va desde la cadera hasta el tobillo para evitar los problemas.

– Preguntar si esta es la última aventura sería volver a caer en el error.

– Tarde o temprano dejaré de competir, pero no de correr y de vivir aventuras como esta. La organización de esta carrera de Islandia me preguntaba que si iba a luchar por estar entre los tres primeros y les dije que estaba cerca de cumplir 48 años y que querer competir con esa edad al nivel de hace 20 años, teniendo en cuenta que yo soy quien se organiza toda la logística de los viajes, es muy complicado.

Pero soy un afortunado, he visitado sitios que poca gente va a poder ver, y he tenido la suerte de ganar carreras que no pensaba nunca que podía ganar. Tengo que empezar a competir con la gente de mi edad, en dos años voy a hacer 50 y es posible que haya que cambiar los objetivos, pero dejar de correr no lo voy a hacer nunca.