La Gimnástica Segoviana sumó su cuarto partido consecutivo sin conocer la derrota y prosigue con su gran inicio de liga en la Segunda RFEF, aunque para conseguir el punto en el campo de hierba artificial de la Ciudad Deportiva Fernando Santos de Getafe tuviera que sudar tinta china y encomendarse a Carmona y a la mala puntería de los jugadores del filial azulón, amén del acierto de Segovia que convirtió una de las escasísimas ocasiones de gol que tuvo el equipo azulgrana (ayer de blanco) a lo largo de todo el partido.
Ramsés ya había advertido en la previa del encuentro de la peligrosidad de un Getafe B que de tres cuartos hacia delante cuenta con una serie de jugadores más que interesantes, rápidos, técnicos y verticales… y afortunadamente para los gimnásticos algo romos de cara al gol. Porque vaya por delante que, al igual que se ensalzan los buenos planteamientos, hay que poner el énfasis en los que no lo están tanto. Y a tenor de lo presenciado en el partido es inevitable afirmar que la Segoviana rotó de más, tocando demasiado lo que hasta la fecha había venido funcionando.
Porque el equipo sólo tenía una baja por lesión, la de Abel Pascual, y la apuesta fue la de colocar a David López, lesionado durante toda la pretemporada, moviendo a Javi Marcos al central derecho. Pero además Ramsés dio entrada a Sergio Arévalo en el lateral izquierdo, por lo que esa zona del campo venía a ser defendida por dos jugadores sin apenas minutos de juego a lo largo de la liga.

UN BAÑO HASTA EL 1-0

El Getafe B lo vio claro y muchos de sus ataques (y contraataques) se iniciaron por ese flanco, terminando por el centro de la defensa que en esta ocasión no fue en absoluto contundente. Así, en el minuto 7, Jordi Martín entró por el centro como Pedro por su casa, le quitó el balón a su compañero Santi cuando se disponía a chutar desde la frontal, y en el mano a mano con Carmona lanzó fuera cuando lo más fácil era marcar.
Dos minutos después, el portero de la Segoviana comenzó a ganarse el sueldo con una gran intervención a cabezazo a dos metros de la portería de Carbonell, una pesadilla para los gimnásticos, y dos más tarde, en un envío desde la banda con despeje fallido de la zaga de la Segoviana que despejó un sorprendido Carmona, Rafa Diz remachó el 1-0 muy atento en el segundo palo.

 

En ningún momento el equipo azulgrana tuvo controlado el partido, y sólo la actuación de Carmona salvó el 1-1

Menos de diez minutos de partido habían transcurrido, y la mañana ya aparecía de pesadilla para una Segoviana con su timón en el banquillo, con Plomer y Borrego jugando fuera de posición, con Astray tan perdido como Segovia arriba, y con Manu y De la Mata impotentes para frenar el aluvión de acciones ofensivas de los locales. Porque, todo hay que decirlo, la Segoviana recibió un buen baño por parte de su rival, que si no se fue al descanso con más ventaja en el marcador fue porque todas las luces que se le encendían al equipo de Emilio Ferreras en la presión y el inicio y desarrollo de las acciones ofensivas, se apagaban con la entrada en el área.
Diego López y Carbonel dispusieron de ocasiones clarísimas para haberle puesto el partido imposible a los visitantes, pero no consiguieron superar a Carmona con sus remates más que cercanos. Y, como es norma futbolística de primera orden, en la primera clara que tuvo la Segoviana, Dani Segovia ejerció de ‘9’ cabeceando de manera espectacular un buen centro de Silva tras uno de los pocos robo de balón en tres cuartos. La dedicatoria del delantero gimnástico molestó al banquillo getafense. Quizá si los jóvenes jugadores azulones se hubieran dedicado a jugar al fútbol y menos a las ‘chorradas’ tratando de picar a los contrarios, el ambiente no se habría enrarecido tanto, aunque afortunadamente la llegada del descanso calmó las cosas.

MEJOR, PERO NO DEMASIADO

Tras el descanso, recuperó el aliento el Getafe B, que apoyándose en el buen hacer de Carbonell conseguía hacer llegar el balón con ventaja a sus rápidos interiores, que desbordaban con cierta facilidad a los centrocampistas segovianos. Es cierto que las ocasiones ante la portería de Carmona no fueron tantas como en el primer tiempo, pero siguieron siendo claras, como una acción personal de Diego López que acabó cruzando en exceso, o un gol anulado a Gimeno por fuera de juego tras el saque de una falta que el jugador del Getafe B remató absolutamente solo. Si existiera el VAR en esta categoría, es posible que el gol hubiera subido al marcador. Pero, como no lo hay, habrá que darle el beneficio de la duda al árbitro asistente, que levantó la bandera con asiduidad en cada acción a balón parado que el filial ponía en el área gimnástica, porque la defensa de la Segoviana tiene extraordinariamente bien trabajado aquello de ‘tirar la línea’ y no retrasarla.

 

RAMSÉS: “Empatar en campos como el del Navalcarnero o el del Getafe siempre se puede calificar como positivo, aunque en Navalcarnero merecimos ganar, y en este encuentro hemos merecido perder”

Ramsés metió en el campo a Fer Llorente, a Ivo y a Merencio, pero su entrada no contribuyó a mejorar sobremanera el juego de la Segoviana, que en ningún momento dio muestra de tener controlado el partido, y que tuvo que encomendarse a Carmona una vez más, cuando después de un saque de esquina repelido por la defensa local, un contragolpe eléctrico terminó con Álex a dos metros del portero azulgrana con el balón controlado. Carmona, con el pie, volvió a salvar el 2-1.
El Getafe B había perdonado de nuevo, y la Segoviana estuvo a punto de hacérselo pagar, pero Silva no logró conectar bien un gran centro de Merencio desde la banda izquierda, y en los minutos finales el equipo se decidó a defender el empate después de la segunda amarilla que recibió Javi Marcos por una acción en la que el jugador gimnástico fue a protegerse más que a golpear. Fueron los daños colaterales de un empate que la Segoviana consiguió a base de oficio, una cierta dosis de fortuna, y del buen trabajo de dos de actores principales: Segovia consiguiendo el empate, y Carmona manteniéndolo.