
El Balonmano Nava supo imponer su ritmo para acabar sumando un punto que sabe a victoria de la cancha de un Ademar de León que durante muchos minutos lideró el marcador, con ventajas que incluso llegaron a ser de cinco goles en la primera parte y de dos en la recta final del encuentro, pero que finalmente firmó unas nuevas tablas pese al partidazo que firmó Rodrigo Pérez Arce. Un tanto de Andrés Moyano le dio a los naveros un empate que trabajaron de firme durante cincuenta y cinco de los sesenta minutos de partido.
Porque en los primeros cinco el Nava no compareció. Álvaro Senovilla había marcado como clave el poder mantener la concentración durante todo el partido, pero ello implicaba comenzar también con un mínimo de tensión en el encuentro. Y ello le faltó al equipo segoviano en un arranque terrible que tuvo que parar el técnico navero después de que el electrónico señalara un 5-1 para el Ademar que jugaba a placer, con la defensa ayudando al portero Saeid en su trabajo de frenar a los lanzadores visitantes.
UNA DINÁMICA QUE CAMBIA
Con ventaja de cinco goles y ataque para poner el sexto, Patotski realizó un primera parada a un lanzamiento desde los seis metros que pareció meter a los segovianos en el partido con un parcial de 0-2 que puso el 7-4 con el Ademar jugando con uno menos por los dos minutos de exclusión a Juan Castro.
Nava se fue aferrando al partido gracias a los goles de Óscar Marugán desde los siete metros. El parcial de 0-2 pasó a ser de 1-4, y mediada la primera mitad el equipo visitante ya competía de igual a igual con su oponente sobre la pista del pabellón Felipe Miñambres y Dani Gordo paraba el partido con 9-9 en el electrónico.
El ex-navero Rodrigo Pérez Arce tomó las riendas del Ademar para mantener al equipo de casa por delante en el partido y suyas fueron las acciones que pusieron tres goles de diferencia, incapaz el Balonmano Nava de defender el uno para uno del leonés y firmando también varios errores en lanzamientos en buena posición desde el extremo izquierdo.
La entrada a la pista de Luis de Vega mejoró las prestaciones defensivas del Viveros Herol, que durante varios minutos se fue sujetando en los dos/tres goles de desventaja frente a su rival, hasta que en los últimos segundos una parada en siete metros del portero navero, y una ‘colgada’ finalizada por un Prokop muy destacado en el primer tiempo, cerró los treinta minutos iniciales con un ajustado 18-17.
Un gol de Andrés Moyano apenas reiniciado el partido puso las tablas en el marcador, y desde ese momento y hasta el 20-21 que marcó Carró, el Nava fue amenazando con la remontada frente a un Ademar que encontraba soluciones individuales con Rodrigo Pérez y Santisa, pero no en lo colectivo, más atascado en ataque y prácticamente sin posibilidad de correr los contragolpes.
RITMO BAJO
Jugando al límite del pasivo en casi todas las ocasiones el equipo de Álvaro Senovilla encontraba el modo de marcar, a la espera de que en el equipo local Rodrigo se tomara un descanso porque durante muchos minutos el central fue el único baluarte ofensivo de un Ademar en el que unos buenos minutos de Kilian bajo los palos le daba dos goles de renta mediado el segundo período, que se convirtieron en nada pese a la aportación del portero canario.
El Ademar atacaba rápido queriendo acelerar el ritmo de un partido que Nava apostaba por dormirlo lo máximo posible, pero el resultado de intercambio de goles seguía llevando el partido al empate, con los árbitros repartiendo aciertos y errores al igual que ambos equipos, ante la desesperación de la grada, que auguraba un final ‘caliente’.
Senovilla: “El equipo ha sabido sufrir en una pista de la que va a ser muy difícil sacar puntos, con una concentración digna de elogio”
Con uno menos por la exclusión de Soljic, Borja Méndez sacó los galones a pasear para colocar el 20-22 en el marcador, poniendo a Dani Gordo en la obligación de pedir tiempo muerto a menos de diez minutos para el final. Rodrigo se encontró (por fin) con Patotski, y Nava dispuso de un ataque para poner tres goles de diferencia. Pero Moyano, bien defendido, no pudo culminar.
Así que, tras el gol local que reducía la renta segoviana, el Ademar subió su defensa al 5:1 y gracias a ello robó un balón que le dio la oportunidad de empatar el encuentro. Nava había perdido su oportunidad de acercarse mucho a la victoria, aunque seguía llevando la iniciativa, atacando para seguir por delante. Pero los árbitros señalaron una discutible falta en ataque de Prokop, y Rodrigo continuó machacando la portería del Viveros Herol para poner a los locales de nuevo por delante, con dos goles de renta tras el siete metros anotado por Juan Castro.
MOYANO PARA LOS FINALES
Ademar atacaba para ganar el partido, pero Miroslajevic no anotó y Nava, que tras un gol de Moyano se había puesto a uno, dispuso de una última ofensiva a diecisiete segundos de la conclusión, para lograr un muy trabajado punto. Senovilla pidió tiempo muerto para marcar la jugada, que ejecutó Andrés Moyano con un lanzamiento a la escuadra que puso el empate a 34 a dos segundos del final. El último lanzamiento a la desesperada del Ademar no encontró su objetivo y los segovianos celebraron a lo grande el punto conseguido a base de trabajo, criterio y concentración. Lo peor fue la lesión de Gonzalo Carró, con una lesión en la mano que puede ser importante.