No pudo ser. El Naturpellet Segovia estuvo muy cerca de puntuar en el Anaitasuna en un partido con muchos goles y emoción a raudales. Fueron los visitantes los que inauguraron el marcador pero el Osasuna Magna supo responder y darle la vuelta al marcador en la primera mitad. Con 3-1, el equipo de Diego Gacimartín supo plantar cara y empatar de nuevo el encuentro, pero las fuerzas llegaron justas a la recta final y un gol de Éric Martel acabó sentenciando el enfrentamiento.

No tardó en llegar la primera ocasión del equipo segoviano. Se cumplía el minuto 1 de partido cuando Alvarito lanzo una falta directa que tuvo que responder con mucha solvencia Asier. La respuesta local llegó poco después pero Cidao rechazó un remate de Rafa Usín. El mismo jugador verde fue protagonista de nuevo de una acción ofensiva pero tampoco encontró el premio del gol.

A la segunda llegó la vencida para el Naturpellet. A los tres minutos Alvarito abría el marcador que ponía por delante a los visitantes. Empezaron a moverse los banquillos en busca de cambiar dinámicas de juego. Fueron los navarros los que tomaron el mando del partido en busca del empate. Y Llamas estuvo muy cerca de conseguirlo a los siete minutos en un duro disparo que despejó Cidao en una gran intervención.

REMONTADA

Y antes de cumplirse el ecuador de la primera parte, llegó el tanto local. Rafa Usín, en el minuto 9, colocaba la igualdad en el luminoso de Anaitasuna. Los de Imanol Arregui se envalentonaron y en una gran jugada de triangulación estuvieron a punto de conseguir darle la vuelta al marcador. Eran momentos de gran dominio verde. Y su mayor presencia en el área segoviana acabó en gol en el minuto 14 cuando Éric Martel envió el balón a la escuadra y fuera del alcance de Cidao. Era el 2- 1, y un auténtico jarro de agua fría para los jugadores visitantes.

Sin embargo, los de Diego Gacimartín no se vinieron abajo, y Carlos Muñoz estrelló el balón en la escuadra de Asier. La última jugada de la primera mitad la protagonizó Araça en una gran acción que estuvo cerca del tercer gol navarro, pero Cidao lo evitó.

REACCIÓN EN DOS MINUTOS

En los primeros compases de la segunda mitad se mantuvo la intensidad en el juego. El Osasuna Magna pudo marcar en el minuto 21 tras una falta al borde del área. Luego, Cidao estuvo espléndido a tiro de Rafa Usín. Y en el mismo ninuto llegó el 3-1 obra de Rafa Usín. Los segovianos no se rindieron y Borja Blanco puso en aprietos a Asier. La respuesta local fue un disparo al palo de Dani Saldise en una oportunidad clarísima de Osasuna Magna.

A los 26 minutos, Juanfran pudo devolver las esperanzas a su equipo pero su tiro cruzado en una contra no fue gol por muy poco.

En dos minutos el conjunto segoviano pasó del 3-1 al 3-3, pero recibió el cuarto gol cuando restaban menos de tres para el final

Cidao estuvo extraordinario en un trallazo de Rafa Usín. El Osasuna Magna dominaba el partido y el marcador, pero no terminaba de cerrar su victoria, estrellándose una y otra vez ante Cidao, que mantenía vivo al Naturpellet con sus paradas. El portero visitante estuvo muy acertado a chut de Érci Martel, y a poco menos de nueve minutos para la conclusión llegó el 3-2 gracias a Buitre. Sin tiempo para reaccionar, el Osasuna Magna encajó el tercero, obra de Javi Alonso, que de repente hacía aparecer todos los fantasmas en Anaitasuna.

Con empate se entró en los últimos minutos. Emoción e intensidad en todas las acciones de un partido que había ganado en viveza. En el minuto 36, Imanol Arregui se la jugó con Araça de portero-jugador, con lo que el conjunto verde no tardó en demostrar que es uno de los equipos que más y mejor pone en práctica este sistema. A tres minutos para la conclusión, Borja Blanco salvó un gol bajó palos, pero el gol local terminó por llegar tras un chut de Éric Martel.

El portero-jugador con Alvarito fue la apuesta del Naturpellet para intentar restablecer las tablas. A un minuto para la conclusión, apareció un Asier providencial para salvar el empate, y el resto lo puso la defensa navarra, impidiendo que el equipo segoviano lograra un punto que no tuvo demasiado lejos.