La Gimnástica Segoviana hizo méritos para seguir creyendo en su objetivo por la permanencia ante un rival directo como el CD Toledo, en un partido en el que mereció más que un 0-0. La plantilla de Abraham García ofreció un buen encuentro, pese a los condicionantes adversos de la lluvía y el estado del terreno de juego. Llevó la iniciativa en un duelo en el que el conjunto manchego se conformó con un empate en su visita a La Albuera. Finalmente, las tablas sonrieron a los visitantes y dejó con ganas de más a los azulgranas.
La confirmación de las expulsiones de los centrales habituales Anel y Javi Marcos hizo que el técnico local colocara en esta dupla al capitán Chema y a Álex Ayala, que volvió así a un partido oficial tras dos años después de superar su lesión de la planta del pie. Sus actuaciones fueron muy completas, dotando de seguridad al once, y en esa línea estuvieron los laterales Rubén y Asier. Con Manu en el pivote, escudado por Domingo y con la ayuda de Quino, los segovianos no encontraron en el encharcado campo una dificultad para querer elaborar un sistema combinativo y con criterio de juego. Conducir el balón era un pulso constante, pero no fue impedimento para renunciar a su identidad. El broche a la construcción gimnástica, con Dani Arribas, Agus Alonso y Dani Calleja, eran tiros desde la frontal, con la firme intención de que su viaje se envenenara y nublar la visión al guardameta Pablo Alcolea.
El Toledo comenzó con una estructura sólida, armada para buscar la velocidad que ofrecía el medio acuático. Los balones largos, a través de faltas desde la medianía o de centros en banda, fueron el germen del planteamiento manchego; aunque sin poner en peligro a Facundo. Sin embargo, las condiciones meteorológicas y el estado del escenario incomodaron a las dos defensas. En el caso de la zaga azulgrana sufrió la iniciativa que emprendió Héctor Figueroa, que permitió a Sergio García disparar sin presión.
La línea de atrás de los visitantes también se encontró con complicaciones y Arribas aprovechó un descuido de sus centrales para disponer de una oportunidad dentro del área que sirvió de guía para enseñar el camino a seguir. Poco después, Calleja tuvo otra, al dibujar una parábola a palo contrario desde el lado izquierdo, pero intervino con nota el arquero Alcolea. Con estas situaciones, el plantel local ganó en confianza e impuso su criterio frente al del conjunto toledano. Poco llegaron los manchemos, pero cada vez que Sergio y Jonathan Montiel amarraban el esférico el peligro se personaba en el perímetro azulgrana.
En el descanso paró de llover y los dos equipos se cambiaron de equipación y la Segoviana sorprendió al lucir pantalón rojo. Los componentes de la Gimnástica salieron más enérgicos y con ahínco por el gol. La nota preocupante llegó con la retirada en camilla de Montiel en el minuto 53 y tuvo que entrar en su lugar Carlos Alberto. Este stand by paralizó un tanto el buen inicio de los locales y el sistema comenzó a abrirse por el medio, situación que aprovechó el Toledo para llegar en dos ocasiones. Los hombres de García se repusieron de nuevo y en ataque Quino, Agus y Arribas arrojaron empuje.
Sin prisa se mostraron los visitantes, evidenciando la validez del empate. Saltaron las alarmas al caer al suelo el ariete de la Segoviana, que tuvo que salirse adolecido de la rodilla derecha, pero, en su pleno compromiso con el equipo, regresó al once para disponer de una oportunidad ‘made in 9’ que arañó el 1-0. Fue su última acción, y Agus fue cambiado por Kike. Con la entrada también de Fernán e Ivi, por Quino y Calleja, la Gimnástica apuró su cartucho volcándose en el bando visitante, aunque el electrónico terminó por no moverse y el pitido final decretó el reparto de puntos.
