Acuña se lanza a abrazar a Dani Plomer tras el primer gol conseguido por el conjunto azulgrana./ Fotografía: Luis Horcajada

En la vida siempre se dice que ‘soñar es gratis’, pero en el mundo del deporte tienes que ganarte ese derecho a soñar. Puedes imaginarte alcanzando cotas altísimas, pero difícilmente llegarás a conseguirlas si primero no superas las metas inmediatas. Y la Gimnástica Segoviana (punto arriba, punto abajo) se movía en el terreno de la indefinición, de no saber si soñar con el play off de ascenso a la Primera RFEF, o centrarse en consolidar una permanencia que todos daban por hecha menos las matemáticas y algunos veteranos del fútbol que ya las han visto de todos los colores. Con la victoria sobre el Atlético Paso, sufrida como corresponde en esta categoría, la parroquia gimnástica ya puede despedirse del descenso y centrar sus ilusiones en acabar la liga entre los cinco primeros. Y eso, a seis jornadas todavía para el final de la liga regular, es todo un éxito.
Llegaba al encuentro el conjunto de Ramsés Gil con más dudas que certezas después de tres jornadas sin ganar y dos derrotas seguidas ante Navalcarnero y Melilla. El duelo frente al Atlético Paso parecía el propicio para salir de la dinámica negativa, pero en esta categoría lo de los partidos fáciles es pura utopía, por más que durante los primeros veinte minutos de encuentro la impresión fuera la contraria.

VEINTE MINUTOS DE VÉRTIGO

El técnico azulgrana había dejado caer en la previa que habría cambio de sistema de juego, y con la entrada de Acuña en un once junto a Plomer, Borrego y Gómez, dejaba bien clara su intención de irse al ataque, generando hasta seis saques de esquina en el primer cuarto de hora de partido, además de una pintiparada ocasión de gol que Borre envió al limbo en el minuto dos, un lanzamiento lejano de Acuña que detuvo con seguridad Kelly, y el 1-0 que anotó Plomer después de que Manu devolviera el balón al área tras un despeje de un saque de esquina y el mallorquín fuera el más avispado de todos para hacerse con dos balones: El primero se lo levantó un defensa; el segundo, tras un despeje en corto, lo recogió de nuevo para marcar el gol.
Durante esos veinte primeros minutos de partido la Segoviana se pareció muchísimo a la de la primera vuelta. Dinámica, con las ideas claras, atacando con mucho peligro por la banda derecha y con ambición en la presión tras pérdida. Pero como estamos en la segunda vuelta y no en la primera, bastó un simple cambio de dirección del viento para que el castillo de naipes gimnástico se viniera abajo.

LAS DUDAS

El Atlético Paso cambió su dibujo tras un primer vendaval de los locales, y se encontró el premio cuando Guti recibió un balón absolutamente solo en el centro del campo y con tiempo más que suficiente para ponérselo a la carrera de Piera, que ante la salida de Carmona colocó por alto el empate a uno. Demasiado fácil, demasiado castigo.
Y como quiera que el tanto canario llegó en un error coral de la Segoviana, a todo el equipo gimnástico le entró la temblequera, y solamente Acuña y Plomer parecían capaces de generar algo más que el aplauso de ánimo al compañero que había errado un pase. Y se erraron unos cuantos.
Gómez, tan desdibujado como desesperado con el árbitro durante todo el partido, envió al portero un primer remate claro con la izquierda, y mandó fuera un regalo de Plomer desde la derecha en una acción que parecía despertar a la Segoviana, porque poco más tarde el propio Plomer se encontraba con el despeje in extremis de Kelly tras un envío al área que envenenó un defensa.

 

El equipo local pasó por todos los estados de ánimo en un primer tiempo de buen principio,
e irregular final

Pero a pesar de estas ocasiones, la Segoviana acabó la primera parte cargada de dudas, sumando un buen número de errores y con Acuña despejando en el primer palo varias acciones de saque de esquina del conjunto visitante, que metía más que miedo a balón parado con la altura de varios de sus jugadores.
El Atlético Paso, que no había mostrado demasiada ambición tras el empate, intentando no desmadejarse demasiado en defensa, estuvo a punto de volver a encontrar premio en los primeros minutos de la reanudación, cuando de nuevo tras un error de la zaga gimnástica Zabaleta puso un balón de oro a la cabeza de Piera, que con todo a favor remató fuera en la ocasión más clara de los visitantes (porque fue muy clara… y porque fue la única) de todo el segundo tiempo.

LOS LÍDERES

Cuando atenazan las dudas es cuando llega el momento de los líderes, y la Segoviana se echó en brazos de dos de ellos. En su último servicio al equipo antes de ser sustituido, Acuña recogió un balón en la banda izquierda y lo puso al punto de penalti, donde Manu apareció rematando con la izquierda el 2-1 lejos del alcance de Kelly.
Y todo cambió. Los de casa comenzaron a parecerse de nuevo al equipo que quieren ver los aficionados, porque Manu agigantó su figura, Javi Marcos se sintió mucho más cómodo haciendo lo que mejor sabe hacer, que es defender a campo abierto, y los cambios le cayeron muy bien al equipo, mientras que al Atlético Paso se le aparecieron todos los fantasmas que durante media hora habían asustado a base de bien a su rival.
Tan solo un remate de Joni desde la frontal puso algo de inquietud a la afición segoviana, que con el estómago lleno gracias al bocadillo solidario organizado por las peñas, el solecito brillando en todo lo alto, y los ‘cachorros’ gimnásticos como Ivo, Arranz y De la Mata cumpliendo de manera más que loable en la tarea de defenderse con el balón, pudieron terminar de disfrutar de la mañana en la que la Gimnástica Segoviana pudo celebrar su permanencia, una campaña más, en la Segunda RFEF. El equipo ya se ha ganado la licencia para soñar con el Aconcagua del play off y el Everest del ascenso. Soñarlo es el primer paso para conseguirlo.