
La Segoviana se sacudió el manto gris que el otoño le había echado por encima, y logró en Cáceres la primera victoria fuera de casa de la temporada, haciendo valer los méritos que el pasado curso le hicieron referencia en la categoría, con un juego alegre y mucha contundencia de cara al marco contrario.
Como ya hiciera en la pasada campaña, el primer tiempo que realizó la Segoviana en el Príncipe Felipe fue más que buena. Ramsés fortificó el centro del campo con Fer Llorente, Astray y Hugo Díaz a los que Manu guardaba las espaldas, con Borrego en el interior izquierdo perfilándose hacia el centro y Dani Segovia buscándose la suerte entre los centrales que difícilmente le regalaban medio metro.
El equipo firmó otro partido
más que bueno, con la diferencia de que esta vez sí entraron
las ocasiones
Señalaba Fer Llorente la ventaja importante que supondría adelantarse en el marcador, y para ello resultaba también importante tener una fuerte entrada en el partido, como así sucedió ya que la Segoviana se metió pronto en el partido y en el séptimo minuto una buena presión de Silva con posterior combinación con Astray y Hugo Díaz le dio al lateral la opción de poner un buen balón al área, donde el portero Robador logró despejar, pero a los pies de Javi Borrego que remató el 0-1.
Pero, apenas reiniciado el encuentro tras el gol azulgrana, el Cacereño enlazó una acción ofensiva que finalizó Iván Fernández con un zapatazo a la escuadra de Carmona que empató el choque culminando así un minuto frenético de ambos conjuntos.
LA CALMA TRAS EL FRENESÍ
Después de estos primeros compases del partido, y con ambas porterías inauguradas, el fervor ofensivo bajó, aunque fueron los locales quienes, con el ‘subidón’ de haber empatado el encuentro al poco de haber encajado el 0-1, buscaron con más ahínco el gol en esos minutos posteriores a la igualada. Lo intentó Iván Fernández de nuevo al cabecear un centro al área de Matovu, y más tarde el propio jugador de banda fue quien intentó sorprender a Carmona, bajo palos, con un disparo lejano que no encontró su objetivo.
Pero la Segoviana trabajó muy bien en la medular, con Fer Llorente encontrando socios para hilar las jugadas y Hugo Díaz enlazando rápido con los laterales que no dejaban de ocupar posiciones ofensivas. De esta manera llegó el 1-2, cuando Rubén recibió un envío en zona de remate, y si bien su primer lanzamiento fue rechazado por la defensa local, en su segundo intento el balón se marchó directo a besar las mallas de la portería de Robador, que vio salir el esférico de la bota del lateral gimnástico, pero no pudo evitar que el 1-2 subiera al marcador.
Los de Cáceres no querían irse al descanso por detrás en el luminoso, y a pocos minutos para cumplirse la media parte, Viñuela estrellaba el esférico en el poste, que posteriormente terminó despejando la defensa de la Segoviana, que durante la primera parte había firmado un partido más que bueno en ataque sobre todo por la contundencia, a pesar de que en defensa sufría ante las acometidas del Cacereño.
DOMINA EL QUE PIERDE
Tras el paso por los vestuarios, el partido siguió con el mismo ritmo, aunque con un equipo local más volcado al ataque a sabiendas de que iban por detrás en el marcador, y con cambios ofensivos para intentar que su oponente retrasara las líneas y el partido se jugara bastante más en el terreno de juego de la Segoviana, que sin embargo continuaba encontrando los espacios para superar la primera línea de presión local.
Pero de manera lógica el conjunto extremeño fue haciéndose con la posesión del balón, y monopolizando las ocasiones durante un tramo de la segunda mitad en el que Iván Fernández, Diego Díaz y Viñuela pusieron a prueba a Carmona.
Ramsés: “El partido se lo ha llevado el equipo que ha tenido más acierto en el marco rival. No hemos cambiado el modelo, pero sí hemos mejorado en contundencia”
Ramsés tuvo que sustituir a Rubén que muscularmente estaba al límite, dando entrada a Sergio Arévalo que tenía la difícil tarea de frenar los centros de Matovu. Poco a poco el joven lateral gimnástico lo fue consiguiendo, llegando incluso a sumarse al ataque en alguna ocasión, porque el conjunto azulgrana no quería renunciar al 1-3 pese a que el Cacereño quería empatar por aplastamiento con su fuerte presión y sumando jugadores a la ofensiva. La entrada de Juan de la Mata por un cansado Hugo Díaz dio algo más de solidez al equipo en la zona ancha del campo, ofreciendo sobre todo un buen apoyo a Javi Borrego que cuajó su mejor partido de la temporada.
Precisamente de las botas del salmantino llegó el tanto que parecía sentenciar el encuentro, cuando tras llegar a zona de remate, Borre entendió que era mejor ceder el balón a Dani Segovia antes que probar fortuna con el lanzamiento, regalando así el 1-3 a su compañero que alojó el balón pegado al poste, imposible para Robador.
Julio Cobos: “Tras el descanso hemos estado mejor, pero ya llevábamos un lastre importante. Nos enfrentábamos dos equipos con problemas parecidos de falta de contundencia y en este encuentro se ha visto que nosotros seguimos con ellos”
A diez minutos para el final, y con dos goles de diferencia, Ramsés lo vio claro y sacó del campo a Borrego para meter a Ivo y que le diera trabajo sin el balón, y calidad con él, de cara a unos últimos minutos en los que el encuentro parecía decidido, con el Cacereño pitado por su afición y acusando el golpe recibido. Pero en una jugada en la que la defensa gimnástica (y no sólo la línea de cuatro) pudo hacer algo más, Jorge Barba, recortó distancias no sin cierto suspense, y devolvía la emoción al encuentro con un 2-3 a falta de cinco minutos para el final, más los otros ocho que añadió el colegiado, que se hicieron largos para una Segoviana que supo aguantar bien, sin conceder espacios ni balones peligrosos al rival, e incluso sin renegar de los contraataques para volver a poner los dos goles de diferencia.
No fue necesario porque, a pesar de los lógicos agobios locales, no hubo ninguna oportunidad clara de gol sobre la portería de Carmona, y así el equipo azulgrana pudo celebrar la primera victoria lejos de La Albuera, importante tanto por el fondo, porque rompe una mala dinámica, como por la forma ya que el equipo volvió a ser muy reconocible, y a ver puerta con cierta facilidad.