Fotografía: Luis Horcajada

Algún día tenía que suceder, y aunque fastidie que sea frente a un directo rival como el Navalcarnero, la realidad es que la primera derrota de la temporada en casa para la Gimnástica Segoviana llegó con todo el merecimiento, tanto por el buen partido realizado por su oponente como el malo por parte del equipo gimnástico, sobre todo en un cuarto de hora fatídico durante el segundo período en el que encajó el gol junto con otro par de ocasiones que pudieron haber dejado el choque sentenciado antes de tiempo.
Azulgranas y rojiblancos jugaron en La Albuera un encuentro de cuatro puntos, habida cuenta del 0-0 con el que terminó el partido de ida, pero pronto se vio que mientras que la Segoviana parecía jugar un choque más de liga, el Navalcarnero afrontaba el duelo como un partido de play off, cerrado en su campo sin dejar espacios para que los de casa pudieran maniobrar en tres cuartos, y con una pareja de centrales compuesta por Uña y Elo cuyas ayudas siempre fueron vitales para cerrar las vías de penetración de los de Ramsés por las bandas.
Aunque hubo una primera ocasión clara para los gimnásticos, con un cabezazo de Gómez en el primer palo que no encontró portería, no tardó en verse que los de casa no iban a tener su día con el balón en los pies. Jugadores como Juan de la Mata o Borrego, siempre muy precisos, no lo fueron tanto en este encuentro, Fer Llorente apareció mucho menos de lo que acostumbra, e incluso De Frutos se vio superado por Ocaña (un quebradero de cabeza en las transiciones al espacio) en un par de ocasiones que acabaron la primera con una amarilla para el central, y la segunda con una parada en dos tiempos de Carmona.

EL BALÓN, UN ENEMIGO

El Navalcarnero se pasó toda la primera parte intentando que no se jugara a nada, y la Segoviana aceptó el reto, sin encontrar ni un solo resquicio por donde llegar al marco de Valero más que en acciones a balón parado, como la que dejó a Borrego con el balón en disposición de ser rematado dentro del área tras un saque de banda. Su lanzamiento se marchó desviado, como también lo hizo un saque de falta de Fer Llorente en la frontal… y poco más se puede contar del ataque gimnástico en los primeros cuarenta y cinco minutos. Aún menos se puede decir del Navalcarnero en la ofensiva, salvando las cabalgadas de Ocaña y un remate de cabeza de Miguel Muñoz que se marchó fuera.
Si el primer tiempo había sido una partida de ajedrez, en la segunda cambió a una de parchís, con el Navalcarnero ‘comiéndose’ a la defensa de la Segoviana en una primera ocasión clarísima de Ocaña tras un despeje de Carmona en un lanzamiento al palo. El portero azulgrana realizó la parada de la tarde con el delantero a un metro de la raya de gol.

 

Ramsés: “Hemos tenido una tarde muy fallona. El rival nos ha penalizado en una jugada en la que si no nos meten ellos el gol, nos lo habríamos terminado metiendo nosotros”

Poco después fueron los de casa quienes casi se contaron veinte con un envío al área donde Juan de la Mata se encontró con el portero Valero que le dejó sin huecos para marcar. Tras el rechace del guardameta, Gómez no pudo concretar su remate.
Y es que verdaderamente no fue el día de ninguno de los jugadores locales. Tan solo López se salvó del mal tono general, que se vio acentuado a partir de la ocasión fallada para el 1-0, cuando el Navalcarnero dio un par de pasos adelante y dejó a los azulgranas sin aire. Primero en una cabalgada de Carrero que llegó sin fuerzas al mano a mano con Carmona y echó el balón fuera; después, con un fallo en un pase sencillo de Rubén al centro de la defensa que Miguel Muñoz no supo aprovechar, y finalmente con un error coral de la Segoviana, que comenzó por un mal despeje del guardameta con los pies, siguió por malas decisiones defensivas ante los remates de los jugadores visitantes, y terminó con un nuevo robo de balón del ‘Naval’ en el área local cuando ocasiones había habido de sobra para despejar el peligro con un ‘gorrazo’, y Abreu marcando el 0-1 más solo que la una en el segundo palo.

MEDIA HORA DE INTENTOS BALDÍOS

El Navalcarnero había encontrado el premio a su buen cuarto de hora, y su apuesta durante la última media hora de partido fue que no se jugara más. La Segoviana, castigada por su rival, quiso redimirse volcándose en la ofensiva, y los cambios de Ramsés ayudaron a ello. Astray dio más dinamismo al centro del campo, Arranz e Ivo pusieron la mordiente y Hugo Marcos puso varios buenos centros al área.
Es cierto que hubo ocasiones para haber rescatado un punto, pero ni uno solo de los jugadores de la Segoviana tuvo al balón de su parte. Gómez volvió a no ver portería en el único momento en el que pudo liberarse del marcaje de Uña, Borrego se topó con un defensa en su remate cercano, Rubén cabeceó fuera un envío al segundo palo, y Valero sacó a córner un centro chut de Arranz que se fue envenenando. Pero la sensación que se quedó fue que al Navalcarnero le salió perfectamente su plan de partido y a la Segoviana, quizá porque le falta esa costumbre de pelear en esta categoría por cotas más altas que la permanencia, no le salió prácticamente nada.