
El CD San Cristóbal comenzó en la jornada de ayer el trabajo de preparación de la pretemporada con un objetivo claro, el de asentarse en una Segunda División B que no suele perdonar a los recién ascendidos. Encuadrado en el grupo 2, junto con equipos vascos y aragoneses, el conjunto segoviano tiene por delante un duro trabajo de adaptación, puesto que ya no sólo la categoría le es desconocida, sino también la mayoría de sus rivales.
Pese a ello, el entrenador Adrián Velasco es optimista con respecto a la inclusión en este grupo segundo: “Sabíamos que, tocase donde tocase, deportivamente este año va a ser muy difícil, pero el hecho de jugar en el grupo 2 hace que te pases menos kilómetros en la carretera que si jugásemos con equipos gallegos y asturianos. Y además no podemos olvidar que nos hemos ganado el derecho a jugar en Segunda B, y por esa razón tenemos que disfrutar al máximo de militar en esta categoría”.
MÁS JUGADORES, MÁS COMPETITIVIDAD
Velasco quiere que más competitividad en la plantilla, y además de confirmar la continuidad de la práctica totalidad de los jugadores que lograron el ascenso “salvo Jesús que por temas laborales se ha tenido que ir a Madrid”, ha visto con satisfacción que el club ha subido desde el equipo juvenil a Polonio, fichando tanto a Julito como a Edu para que aporten su experiencia en esta categoría, demás de repescar a César, “un pívot que ya jugó con nosotros y que nos va a venir muy bien”. Además, durante la primera semana de entrenamientos estará a prueba un portero llegado desde Valladolid. Y es que el técnico quiere que haya más competitividad, “porque el año pasado no tuve que hacer ni una sola convocatoria, y yo lo que quiero es que los jugadores me lo pongan difícil, que haya pelea por el puesto porque eso subirá el nivel”.
“Quiero que el equipo vaya a jugar cada partido como si fuese el último, porque
el grupo vasco va a ser dificilísimo”
El equipo entrenará prácticamente todos los días preparando una temporada de máxima exigencia, y el cuerpo técnico tiene previsto jugar seis encuentros amistosos antes de jugar en Bilbao el 16 de septiembre. Así, el 23 de agosto comenzará su calendario de amistosos con el Mariano Rico Cuéllar, para desplazarse el 26 hasta Santa Marta de Tormes para jugar frente al Albense. Cuatro días más tarde la preparación continuará con el equipo juvenil de División de Honor que dirige Diego Gacimartín, y la preparación se cerrará con tres partidos de mayor exigencia: Un desplazamiento hasta Toledo para jugar frente al Bargas, la visita del Segosala a San Cristóbal, y el partido frente al Tierra Castellana, uno de los conjuntos más fuertes de la Tercera División.
El entrenador quiere ver a un equipo tan reconocible como el de la pasada campaña, “que se note desde el primer momento que tenemos hambre, quiero ir cada partido como si fuese el último e intentar conseguir la salvación cuanto antes, para que no haya disgustos”. De momento el cambio de grupo ha hecho cambiar la idea que se tenía de los rivales, “porque este grupo es más técnico, con más calidad, ya que equipos, como Lugo, Guardo o Unionistas tienen jugadores de calidad y de mucho uno contra uno. Ahora vamos a ir a un grupo que va a ser mucho más físico, de más contacto y de partido más largos”. Y hay que prepararse para ello.