Una cosa es afrontar con toda la ilusión del mundo el retorno a la máxima categoría, y otra bien distinta ser consciente de que en esta Liga Asobal a la que el Viveros Herol Nava acaba de volver, la teoría le deja claro que va a perder más partidos de los que va a ganar. Y ante un Fraikin Granollers herido por su disgusto europeo, el equipo segoviano no tuvo ni una sola opción de puntuar porque el conjunto catalán juega en otra liga, la de las primeras plazas, y cuenta con una plantilla de muchísima calidad en todas sus posiciones.
Álvaro Senovilla había dejado claro en la previa del partido que para tener una oportunidad de complicarle la vida al Granollers, el Viveros Herol necesitaba ser “eficaz y fiable”, algo que no parecía sencillo ante un oponente con una defensa muy rocosa, y un ataque versátil en el que la presencia de Iván Montoya en los seis metros siempre obligaba a hacer un esfuerzo mayor y reforzar las vigilancias por el centro. Y a la dificultad del partido se le añadía el ‘extra’ de la baja de Isaías Guardiola, con un problema físico que en principio no reviste mayor gravedad, pero que le impidió tomar parte en el partido.
El conjunto segoviano no comenzó mal el duelo, aunque recibió un primer aviso de su oponente cuando un lanzamiento detenido por Roberto Fernández y una pérdida de Prokop colocó el 5-2 en el electrónico. Pero tardó poco el Viveros Herol en reaccionar, con dos buenas acciones de Andrés Moyano y Prokop de estilete para marcar un parcial de 0-3.

Y, CUANDO MEJOR ESTABAS…

Pero curiosamente cuando más metido en el partido parecía el equipo navero con el Granollers jugando con uno menos por la exclusión de Oriol Rey, llegaron los peores minutos de los visitantes, con una precipitación de Borja Méndez en un ataque, más dos pérdidas de posesión por malas entregas que estuvieron a punto de obligar a Senovilla a pedir tiempo muerto. Afortunadamente Patotski sujetó al equipo, y aunque el técnico segoviano acabó parando el partido mediado el primer tiempo, lo hizo con la posibilidad de empatar el choque. No lo logró Moyano, y de nuevo el Fraikin Granollers estiró el marcador hasta un inquietante 9-6 con la presencia de la segunda unidad navera en la pista y el primer excluido por los segovianos.

 

Unos minutos de desconexión a partir del ecuador de la primera parte comenzó a desnivelar el encuentro para los locales, que martillearon una y otra vez la portería de Patotski hasta el descanso

El equipo de casa, necesitado de hacer un buen partido para olvidar su temprana eliminación de la Liga Europa, no desaprovechó su oportunidad, y en un abrir y cerrar de ojos amenazó con romper el partido con un 12-7 a nueve minutos para el descanso, defendiendo con mucha movilidad para impedir que destacara la primera línea visitante, y encontrando los espacios en el 6:0 del equipo segoviano, al que por momentos se le olvidaba el plan de jugar más lento de lo normal, y bien que lo pagaba en forma de goles encajados a la contra.
El partido se rompió antes de tiempo porque el equipo local, como aventuraba Senovilla, había castigado todos los errores segovianos en una recta final de la primera parte aciaga para sus intereses, porque incluso cuando no se equivocaba se encontraba con el acierto del rival, con su portero actuando de manera espectacular para lanzar a la contra. Se notaba en el Viveros Herol la baja de Isaías Guardiola, aunque Andrés Moyano se convirtiera en el mejor jugador del Balonmano Nava con cinco goles anotados en los primeros treinta minutos.

UN REINICIO DESALENTADOR

El reinicio del partido mantuvo la dinámica de la primera mitad, con el Granollers dominando el choque en ataque con su juego con el pivote, y el Balonmano Nava apoyándose en Moyano y Smetanka para mantenerse en el partido, aunque mirando la remontada desde demasiado lejos porque su oponente se manejaba con mucha comodidad en una renta de siete/ocho goles con su portero Roberto Rodríguez inmenso bajo el larguero.
Necesitaba el equipo segoviano no descomponerse ante un oponente que era una roca en defensa y un martillo en ataque, pero por momentos no lo consiguió, y el Granollers se lo hizo pagar en todas y cada una de las ocasiones, y con la roja para Dani Palomeque a quince minutos para el final el partido ya pasó a ser una utopía para los naveros con un 31-21 que obligaba a utilizar la recta final del encuentro en minimizar los daños.

MAQUILLAR EL RESULTADO

Lo fue consiguiendo en parte gracias a la aportación de Pablo Herranz en los seis metros. El navero jugó más minutos de lo esperado por el problema de tobillo que sufrió Dragan Soljic tras una acción que le costó los dos minutos a Oriol Rey, y cumplió con creces.
El Granollers desconectó del partido, Antonio Rama situó un 4:2 en defensa y lo que recibió fue un parcial de 0-5 porque Nava defendió bien los ataques locales, y en la ofensiva encontró con la defensa abierta de su oponente los espacios que se le habían negado en los minutos anteriores.

El equipo minimizó daños en la recta final del partido, con Pablo Herranz muy acertado en los seis metros, pero a pesar de un 0-5 favorable, en ningún momento se vio con opciones de pelear por los puntos

 

Así se pasó del 32-22 al 32-27, que si bien no representaba nada en lo que a puntos se refiere, sí dejaban un sabor menos amargo en el redebut del Viveros Herol en la Asobal, porque en cuanto el equipo de casa apretó el acelerador volvió a abrir las diferencias hasta cerrar el partido con un 37-29 que refleja las diferencias actuales entre el tercero de la liga, y el recién ascendido que rindió visita a una de las pistas más complicadas de la Liga Asobal. Ilusión toda, pero realidad también.