Fotografía: Miguel Angel Fernández

La decimoquinta edición de la CaixaBank Media Maratón Ciudad de Segovia cumplió todas las buenas previsiones que se habían augurado en las jornadas previas. En una radiante mañana de domingo, espectacular después de una semana en la que las nubes apenas dejaban ver el cielo, alrededor de millar y medio de atletas se presentaron en la línea de salida de la plaza de la Artillería para tomar parte en una prueba que, como la ciudad, el paso de los años no le ha hecho perder ni un ápice de su encanto.

Entre el enorme grupo de atletas que se arremolinaban en la línea de salida el avezado espectador se podía encontrar a los ‘veteranos de guerra’ en este tipo de carreras, bien posicionados pero sin agobiarse por un puesto entre los primeros, y aprovechando cualquier momento previo para estirar los músculos, a los ‘novatos’ que no dejaban de saltar al ritmo del ‘Thunderstruck’ para intentar calmar los nervios previos a la salida, o al grupo de militares de la Academia de Artillería, más los de la Brigada Paracaidista que se situaban tranquilamente a un largo del arco de salida, esperando el momento en el que pudieran cruzar y el crono comenzara a correr para ellos.

La salva de cañón puso el corazón de los atletas a mil pulsaciones, que fueron bajando durante la Vía Roma y la leve ascensión hacia El Sotillo. Por delante, más de veinte kilómetros bajo el sol y con una temperatura a la que los atletas (y más los segovianos) no están en absoluto acostumbrados en esta época del año, que visualmente hacía la carrera perfecta para los aficionados, pero que para los corredores les exigía un poco más del ya de por sí exigente trazado, en una segunda parte donde la subida a la Plaza Mayor desde el Azoguejo, y sobre todo el ascenso por la calle José Zorrilla ponen un tremendo punto de exigencia a los participantes.

Bouziane pone distancia

No había transcurrido el primer kilómetro cuando el atleta marroquí del Atletismo Portugalete, Aimad Bouziane, ponía en evidencia que había llegado a Segovia a ganar. Afincado en el norte de España desde hace años, Bouziane ya sabía lo que era subirse al podio en una carrera segoviana, después de haber quedado segundo clasificado en la Media Maratón de Cantalejo del año pasado , y quiso probar desde el principio con un ritmo continuado que sin ser estratosférico, sí era lo suficientemente exigente como para ir descolgando oponentes.

El tiempo del kilómetro cinco no era precisamente de récord, con 16:07, y el de los diez con el primer paso por el Acueducto no auguraba que se fuera a batir el récord de la prueba. Pero Bouziane mostraba sus poderes, mientras que por detrás otro marroquí afincado en Tudela desde hace más de dos décadas, Jaouad Boualame, transitaba con una veintena de segundos perdidos. El resto ya se encontraban mucho más lejos, con Javi García Velasco y Pedro Luis Gómez Moreno como la representación segoviana, jaleada por unos espectadores que no dejaron en ningún momento de animar a los atletas.

Curiosamente, el marroquí hizo el segundo tramo de la carrera con más ritmo que el primero, quizá presionado por su compatriota que apenas pudo restarle un puñado de segundos, llegando a la meta con tiempo más que suficiente como para celebrar la victoria con un tiempo de 1:08.19 con el que también habría ganado la Media del año pasado, y la sensación de que no había hecho un esfuerzo extraordinario para ganar. Tras él Jaouad Boualami dejó la misma sensación en la llegada, y con la felicidad por bandera llegaron Javi García Velasco en la cuarta plaza, señalando que “esta carrera es espectacular y más no se le puede pedir, con este tiempo y con la gente animando de manera constante”, y Pedro Luis Gómez Moreno, que llegó séptimo.

Una ecuatoriana con fuerza

“Cada año es mejor. Cada año hay más público y más ambiente” señalaba la salmantina Gema Martín a su llegada a la meta. Y no se equivocaba la ganadora de años pasados en la Media Maratón, porque el ambiente sobre todo en las calles más céntricas era espectacular. En un fin de semana en el que con la Media de Segovia coinciden bastantes pruebas como la Media de Zamora, la de Albacete o la de Elche, que más de mil quinientos atletas apuesten por correr la más dura de ellas significa que encuentran en la de Segovia algo especial. Y ese ‘algo’ fue el que también se encontró la ecuatoriana Katherine Tisalema que pensando que iba a correr una prueba de 21 kilómetros más, saltó en el ocho en busca de una victoria que no se le iba a negar, aunque se quedara sorprendida por la segunda parte de la carrera “en la que me encontré con una cuesta que se me hizo muy dura” en referencia a la calle Real hasta la plaza Mayor”, pero que no le supuso un mayor contratiempo para llegar a la meta destacada en la primera posición. “Volveré, me ha gustado mucho”, afirmaba pasados unos minutos tras su triunfo.

Pero los aplausos no cesaron con la llegada de los primeros clasificados, porque los siguientes corredores en llegar, aquellos que seguían los globos que indicaban los ritmos más adecuados, también se llevaron su reconocimiento por parte del público, y no sólo en la línea de llegada, sino durante prácticamente todo el trazado. Los participantes de la Media Maratón siempre acaban la carrera con palabras de agradecimiento tanto para la organización como para los espectadores, y en esta ocasión no iba a ser una excepción, haciéndolo constar en una línea de llegada que vivió celebraciones de todo tipo, como corresponde a los atletas populares cuando consiguen su objetivo de terminar una prueba de gran exigencia como la Media de Segovia.

Superado el Acueducto, a los participantes les esperaban los servicios médicos para aquellos que lo necesitaran, una bolsa de avituallamiento que les entregaban los voluntarios entre los que se encontraba la nueva delegada provincial de atletismo, Esther López Pastor, y una medalla conmemorativa de su paso por una prueba que gusta de tratar bien a sus participantes. Que dureza ya tiene el recorrido.

Clasificaciones

Fotogalería XV Media Maratón Ciudad de Segovia