El Viveros Herol Nava se marcha de vacaciones con las tareas hechas después de superar al Tubos Aranda por cinco goles de diferencia en un partido irregular en su primera parte y los primeros minutos de la segunda, pero que posteriormente fue controlado por el conjunto segoviano.
El inicio de partido no fue en ningún caso el esperado por el Viveros Herol Nava porque el Tubos Aranda demostró tener bien trabajado el partido, y con ataques rápidos impedía que la defensa local pudiera asentarse sobre la pista. Prokop, con tres pérdidas y otros tantos goles en diez minutos, protagonizaba lo bueno y lo menos bueno de un equipo local que forzaba dos exclusiones para Pablo Herranz, pero que defensivamente encajaba nueve goles en el primer tercio de primera mitad.
Con 6-9 Álvaro Senovilla pidió su primer tiempo muerto, que surtió efecto con un parcial de 3-0 que igualó el partido en un suspiro. Nava comenzó a defender mejor, Moyano encontró los huecos, el técnico sentó a Prokop para calmar un poco los ataques y el encuentro se metió en una dinámica de ventajas naveras, obligando a Mariano Ortega a parar el partido con el 13-11 en el electrónico, aunque unos buenos minutos de Roberto Pérez vinieron a demostrar que la ‘segunda unidad’ del Balonmano Nava ya ha cogido mucho poso. Sin embargo, Aranda todavía contaba con recursos para impedir que los locales se tomaran demasiadas alegrías y la defensa sobre Darío Ajo le dio buenos frutos a la contra.

AL DESCANSO CON MALAS SENSACIONES

En la recta final del primer tiempo el Viveros Herol fue una perfecta máquina de perder balones, en un bajón ofensivo que no se producía desde hacía bastantes partidos, lo que le dio la oportunidad al equipo arandino de acabar la primera parte con ventaja en el marcador, que finalmente se cerró con sensaciones dispares en los locales y el 17-17 en el electrónico.
De nuevo un inicio de período algo irregular provocó que en los primeros compases de la reanudación estuviera mucho más cómodo el Tubos Aranda que el Viveros Herol al que le costó comenzar a marcar, incluyendo dos lanzamientos de siete metros que otra vez se fallaron. El portero Suárez se agigantaba para su equipo, que a cambio recibía varias exclusiones porque su defensa sufría con los cambios de dirección de jugadores como Smetanka o Lodos.

 

La defensa navera tardó en acoplarse, pero en cuanto lo hizo prácticamente secó la producción ofensiva de su rival en el segundo tiempo

Surgió entonces en Nava un protagonista inesperado en la figura de Nil Guiteras, que saliendo tras el descanso sustituyendo a Patotski dio la réplica a su rival bajo los palos y propició que los de casa iniciaran una reacción que hizo pasar el marcador del 19-20 al 22-20 con el tanto de Sergio Casares y la petición de tiempo muerto por parte del banquillo arandino.
Así el duelo entró en un último cuarto con la ventaja local, y su oponente evidenciando problemas ofensivos, con la defensa y Nil Guiteras retroalimentándose en la ayuda y los árbitros comenzándose a liar con decisiones ciertamente desconcertantes como una exclusión a Prokop, la primera para los de casa, cuando el jugador local no había tocado a su oponente en la penetración.

SMETANKA PUEDE CON TODOS

Y en esos compases decisivos acertó Senovilla dándole el protagonismo de los ataques a Tomas Smetanka, que percutiendo sobre los grandes centrales visitantes, en el uno contra uno siempre sacaba acciones positivas, ya fuera asistencias a los extremos o lanzamientos de siete metros. De esta manera Nava logró mantener sus diferencias en el entorno de los tres o cuatro goles, una distancia ni mucho menos definitiva, pero sí lo suficientemente tranquilizadora de cara a los minutos finales.

 

álvaro Senovilla: “A nosotros también nos pesa la carga de partidos, pero nos vamos al parón habiendo vencido a Novás y Aranda. El equipo se ha serenado y hemos dejado al rival en diez goles en la segunda parte, con nuestra afición respondiendo porque esto es trabajo de todos”

Nuevamente el ritmo impuesto por el Balonmano Nava fue demasiado para su rival, y así la grada del municipal pudo vibrar con la octava victoria consecutiva de su equipo, que se marcha de vacaciones con las tareas más que bien hechas.