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El por entonces directivo del Caja Segovia Jesús Fernández, el periodista y presidente de la ASPD, Álvaro Gómez, y el que fuera capitán Javier Orol. / NEREA LLORENTE

Óscar Jiménez, César Muñoz, Luis Amado, Daniel Ibañes, Javier Orol, Alberto Riquer, Juanlu, Antonio Adeva, Marcelo Serpa… Son algunos de los históricos jugadores del extinto Caja Segovia. Un club que se convirtió en patrimonio deportivo de la ciudad tras llegar a la cumbre del fútbol sala. Numerosos fueron los títulos cosechados por estos jugadores tanto a nivel nacional como internacional que hoy quedan archivados en la retina de los aficionados. Esta escalada hacia la cima tuvo un vértice en el que confluyeron diferentes circunstancias para levantar el primer trofeo nacional con Jesús Candelas como entrenador: la Copa de España que ganaron el 8 de marzo de 1998.

Cuando a punto está de cumplirse el vigésimo aniversario de esta gesta, la Asociación Segoviana de la Prensa Segoviana (ASPD), dentro de la programación previa a la Gala del Deporte, organizó una mesa redonda para rememorar la cita histórica con el directivo Jesús Fernández y el capitán de aquel equipo, Javier Orol, en un acto moderado por el periodista y presidente de la ASPD, Álvaro Gómez.

En el mismo, Orol comenzó repasando los inicios de la plantilla: “Empezamos la temporada jugando un amistoso contra el Inter y nos dieron un buen baño. Alguien de este rival le dijo a Candelas que tenía buen equipo y, a partir de ahí, fue puliendo aspectos, a pesar de lo jóvenes que éramos”.

Entre las claves para que los componentes evolucionaran durante el transcurso de la campaña, comentó: “He tenido la suerte de jugar en otros conjuntos y todo lo que hacíamos en Segovia era distinto. Todo era progreso. Además, la directiva no nos metía presión. Al ser una sorpresa era más fácil plantar cara a los contrincantes. Luego ya conforme fuimos ganando la responsabilidad fue siendo mayor”.

Jesús Fernández: “Jesús Candelas nos dejó tirados por el Inter y fichamos un entrenador del Castro Urdiales femenino.
Era Venancio”

Fernández, por su parte, repasó la final de la competición copera ante el Talavera de Tino Pérez: “Por entonces era el que mandaba. Tenía un equipazo. Íbamos ganando en el minuto 33 y los últimos seis fueron interminables”. Tras la consecución de la Copa, Candelas firmó por el Inter y la directiva tuvo que jugar sus bazas casi sobre la bocina del mercado de fichajes. “Después de mes y medio esperando que firmase, nos dejó tirados y no teníamos a nadie para suplirle. Nos dijeron que había un entrenador en Castro Urdiales que estaba dirigiendo a un equipo femenino en Segunda que era muy bueno y que no nos íbamos a arrepentir. Nos costó creerlo al principio, pero no teníamos más opciones. Era José Venancio López”, explicó Fernández; y prosiguió: “Fue llegar él y llegó la revolución. Todos los días se entrenaba por la mañana y por la tarde. Le dio una vuelta al club de arriba a abajo. Cogió la siembra de Candelas y ganamos la Copa, la Liga y la Supercopa”.

Y así lo ratificó Orol: “Cuando vino Venancio empezamos a entrenar cosas que nunca habíamos hecho y pensamos que no duraría mucho. Al final consiguió cambiar al equipo tanto fuera como dentro de la pista”.

En el aspecto de los fichajes, Fernández profundizó: “Siempre dimos en la diana. Recuerdo que el contrato de Daniel le cerramos con su madre o que fichamos a Luis Amado del Leganés como segundo portero y a Juanlu de Salamanca como primero y acabó jugando siempre Amado. Con estas incorporaciones José María García, como mandatario del Inter, entendió que no podía con el enemigo y se llevó a integrantes tan importantes como Orol, Serpa, César, Amado o Daniel, entre otros. Luego tuvimos jugadores que estuvieron por toda España y todavía hay algunos en la élite como Sergio lozano o Lin”.