Un nuevo inicio de semana y en lo más alto de la clasificación en el grupo V continúa estampado el nombre de la Gimnástica Segoviana. Tres son las finales que restan para que la temporada eche el telón y el conjunto segoviano es candidato a todo, pues depende de sí mismo. Mejor imposible. Este fin de semana, en un encuentro trampa frente a un Montijo ya descendido, logró algo más que tres puntos.
La consolidación del liderato, una presencia certificada para el playoff de ascenso y el pase para la próxima edición de la Copa del Rey. Casi nada. Un tres en uno que confirma el estado de forma del equipo de Ramsés Gil que encadenó su cuarto triunfo consecutivo y que buscará este domingo ampliar su buena dinámica recibiendo la visita del Llerense.
Así, entre la ilusión y la euforia lidia la recta final de curso la parroquia gimnástica ante una tesitura utópica, incluso irreal, pero de la que no quiere despertar bajo ningún concepto. De puertas hacia adentro, la cautela y prudencia reinan. La exigencia y complejidad del grupo unido al recuerdo del año pasado en ese playoff de ascenso frente al Recreativo de Huelva mantiene a la plantilla azulgrana en alerta, con los pies en el suelo y conscientes de que lo que hoy es cara mañana puede ser cruz.
Por ello, si hay una certeza evidente de aquí al final de curso es un mensaje en voz de Ramsés Gil que ni ha variado ni lo va a hacer. En descenso, zona media o líder como es el caso, el técnico segoviano seguirá predicando ese famoso “si sacamos los pies del tiesto nos estaríamos equivocando”.
Porque desde el cartel de no favoritos, de tapados y alejado de los focos, la Segoviana se maneja como pez en el agua. Una filosofía que los ha llevado hasta aquí y que, guste más o menos, está siendo efectiva y dando sus frutos. En lo meramente deportivo, el equipo segoviano navega a velocidad de crucero y gobierna en las áreas. La pólvora en ataque y la solidez defensiva, los dos ingredientes que no negocia un equipo segoviano que, en los últimos cuatro compromisos ligueros, ha anotado 11 dianas y tan sólo ha recibido un gol. Un registro cristalino, sin trampa ni cartón, que ha llevado a la Segoviana por causalidad a liderar la categoría.
EL ALIENTO DE LA ALBUERA
Un factor a la hora de afrontar la decisiva recta final de ejercicio que se erigió como uno de los principales hándicaps el curso pasado, pero que este año el equipo segoviano está resolviendo, de momento, con creces. Ahora,el conjunto azulgrana regresa a su casa, ese lugar que ha hecho de él un auténtico fortín y en el que tan sólo Unión Adarve y Talavera han logrado asaltar esta temporada. La entidad gimnástica es sabedora de que gran parte de las aspiraciones segovianas pasan por la Albuera, pues de los tres encuentros que restan, dos de ellos se disputarán en feudo gimnástico.
Por ello y, con la ayuda de once empresas patrocinadoras junto al Ayuntamiento, la Segoviana buscará que el templo segoviano sea el jugador número 12 e instalará gradas supletorias tanto para el encuentro frente al Llerense como para el último liguero ante el Illescas. “El club ha hecho un esfuerzo enorme con ese gesto y ojalá que este domingo La Albuera vuelva a ser una fiesta. La gente está muy ilusionada y ojalá que podamos darlos una alegría y que sigan disfrutando con nosotros”, reveló Rubén Yubero, uno de los capitanes de la plantilla y autor del tanto que allanó el camino en Montijo.
Así, la Segoviana, con 55 puntos en su casillero, por 54 del Numancia y 52 de la UD Sanse afronta el tramo decisivo de la temporada en una situación inmejorable, con varios objetivos ya en el bolsillo, pero con el premio gordo aún en juego. Tres finales que dictarán sentencia, aunque no mutarán en su idea. Entre la prudencia y la ilusión.