
El Unami volvió a sumar tres puntos después de un inicio de año complicado, al superar al Mirandés B por 3-0 en un partido en el que los de Juan Folgado hicieron los deberes ofensivos en la primera parte y se defendieron con acierto tras el descanso frente a un oponente bienintencionado con el balón, pero falto de contundencia en ambas áreas.
Salió el Unami con ganas y ambición al campo de La Albuera, con las líneas adelantadas tratando de robar el balón en la salida del juego ofensivo de un Mirandés B que intentaba no rifar la pelota enviándola en largo y prefería correr riesgos buscando el juego en corto.
La propuesta, siempre agradable de ver, entrañaba sus riesgos, porque un robo en tres cuartos suele ser sinónimo de peligro, Y así el Unami recogió pronto los frutos de su presión adelantada, con una recuperación de pelota superado el primer cuarto de hora de partido que llevó a Jorge Sánchez a enviar un centro al área, en teoría con cero peligro para el marco del Mirandés B, pero que el defensor se encargó de envenenar con un control más que mejorable que dejó el balón suelto para que Beni enganchara un lanzamiento raso al que el portero visitante pudo haber dado una mejor respuesta, sin conseguirlo. 1-0.
El gol no cambió el planteamiento ni de unos ni de otros, con el Mirandés B intentando llegar al marco de Loren con el balón controlado, y el Unami sintiéndose cómodo en el apartado defensivo y esperando su oportunidad para abrir la brecha. Y esta oportunidad llegó cumplida la primera media hora, cuando un defensor rojillo intentó anticiparse sin éxito al control de Alcubilla dentro del área tras un envío desde la banda izquierda. La caída del delantero segoviano fue clara, nadie protestó el penalti y Vicente engañó al guardameta para situar el 2-0 en el marcador.
ESTABLE EN LA MEJORÍA
El partido se estabilizó con el segundo tanto local, con el Unami bien asentado en el campo sin complicarse con el balón intentando aprovechar la velocidad de Alcubilla y Beni a la contra, y su oponente tratando de generar peligro con combinaciones que querían empezar por fuera y terminar por dentro, bien defendidas por los segovianos pese a la ausencia de Domingo, al que el club consiguió quitar la segunda amarilla que vio frente a la Ponferradina B, pero no la primera por lo que cumplió partido de sanción por acumulación de amonestaciones.
Alcubilla tuvo en su cabeza el tercer gol de los de casa, pero Keita realizó una gran intervención para evitar el tanto, y poco más tarde fue la defensa segoviana la que impidió que Salifo lograra rematar un buen servicio desde la izquierda.
La aportación de los jugadores de ataque del conjunto segoviano fue muy destacada aprovechando los espacios
De manera lógica, tuvo el Mirandés que hacer algo distinto en la segunda parte si quería cambiar el resultado de la primera, y adelantó sus líneas el conjunto rojillo. El Unami le esperaba, y pudo sentenciar apenas reiniciado el partido con un mano a mano de Alcubilla que no pudo precisar su remate.
Pero la presión del equipo visitante obligó al Unami a retrasar demasiado sus líneas como para pensar en volver a inquietar al contraataque. Beni y Alcubilla estaban demasiados solos en la punta porque el resto de sus compañeros intentaban cerrar las vías de penetración que abrían los delanteros del Mirandés B, cuya puntería no estaba acorde con la calidad de sus acciones hasta que estas llegaban al borde del área local.
LLEGADA SIN REMATE
Una hora tardó el conjunto visitante en chutar entre los tres palos de la portería de Loren con un remate de Granados, uno de los más bulliciosos en el ataque del Mirandés B, que Loren detuvo sin dificultad. Y no sería por llegadas al área porque el conjunto rojillo pisó con habitualidad las zonas de remate, pero la poblada defensa del Unami impedía cada remate.
Con los visitantes dejando demasiados espacios, era lógico que llegara lo que al final llegó, una contra azul que terminó con el coreano Yang en el mano a mano con Keita, al que logró batir para poner el 3-0 y propiciar así un plácido final para los de casa.