El Viveros Herol Nava acusó el partido de Copa del Rey ante el Torrelavega en el derbi autonómico frente al Recoletas Atlético Valladolid, perdiendo ante el conjunto pucelano porque da la impresión de que el equipo está al límite, tanto física como psicológicamente. Y este hecho ante un rival extramotivado como lo estaba el Atlético Valladolid terminó pasando factura.
Vaya por delante que en el envite se jugaba bastante el equipo vallisoletano que el navero, puesto que de haber logrado la victoria los de Álvaro Senovilla, difícilmente los de Pisonero hubieran alcanzado la sexta plaza que siga ocupando el Balonmano Nava. Ello supuso un extra de motivación para el equipo de casa, que puso mucha intensidad desde el inicio, tanta como hizo su oponente, pero con la diferencia de que de nuevo el Balonmano Nava erró lanzamientos muy claros al contragolpe, mientras que casi todos los lanzamientos de los locales terminaban en gol en el arranque de encuentro.
Las defensas iban a ser protagonistas, y la del Valladolid tuvo un punto más de intensidad que la de Nava. Ello supuso que del 5-6 se pasara al 9-6 que puso al Recoletas por delante para ya no dejar la iniciativa en el marcador en todo el encuentro.
Los segovianos intentaron aguantar, y del posible 10-6 -Miguel Camino estrelló el balón en el poste- se pasó a un 10-9 pese a que el equipo se manejaba en onferioridad. Pero poco a poco el Nava fue yendo a menos, lastrado tanto por una circulación ofensiva en la que tan solo Nevado parecía entender lo que pedía el partido, y frenados por una defensa muy dura de su oponente.
DE NUEVO A REMONTAR
El 16-12 con el que se llegó al descanso obligaba a los visitantes a intentar remontar de nuevo un partido, que se puso todavía más cuesta arriba con el parcial de 2-0 con el que reinició el duelo el Recoletas. Y pudo ser peor, pero una doble inferioridad de los de casa fue aprovechada por el Balonmano Nava para recuperar sensaciones con un parcial de 0-3 que les volvió a meter en el partido.
Pero los vallisoletanos también supieron sacar petróleo de la exclusión de Ahumada, para recuperar terreno (20-15), lo que trajo consigo el tiempo muerto de Senovilla. Sin embargo, las instrucciones no surtieron efecto, y el equipo de casa adquirió una renta de siete goles (22-15) mediado el segundo período.
Nava no iba a rendirse. Nevado esgrimió sus razones, con dos potentes disparos y también Carró, desde el pivote, aportó su efectividad, para dejar el tanteo en 24-21. Pero los vallisoletanos recuperaron la intensidad en su área, y Freitas surgió para desatascar la parte ofensiva junto a Álvaro Martínez, dejando así al Viveros Herol Nava sin opciones de remontar. El equipo navero necesita resetear para poder llegar a la recta final de la liga sin la sensación de estar saturado de competición.