Hasta que duró la gasolina

El Viveros Herol Nava compite de igual a igual con el Torrelavega hasta que se queda sin fuerzas en el tramo final

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Un jugador del Torrelavega se dispone a lanzar ante el guardameta del Viveros Herol Nava Yeray Lamariano. / ÓSCAR MARTÍN

El Viveros Herol Nava perdió de manera lógica su partido frente al Balonmano Torrelavega, asediado por las bajas, pero dando la cara ante un oponente que hizo las cosas bien en muchos momentos de partido, y que se aprovechó del cansancio del conjunto de Nava en la segunda parte para abrir una brecha imposible de cerrar para los de Dani Gordo.

El equipo segoviano se aferró a lo que le pidió su técnico, haciendo una positiva salida a la cancha. Con Jorge Maestro dirigiendo las operaciones ofensivas, el conjunto visitante se colocó con 0-2 en el marcador, ante un Torrelavega que tardó un poco más en cogerle el pulso al partido, pero que en cuanto lo hizo cerró los espacios en defensa, y moviendo bien la bola en ataque, supo encontrar a sus jugadores de primera línea para remontar la mínima diferencia.
Si el Viveros Herol Nava quería ganar el encuentro, era evidente que tenía que dormirlo, haciendo ataques muy largos, y tratando de finalizar las acciones para que las contras del Torrelavega no fueran tan claras como acostumbra a hacer el equipo de Diego Soto. Como quiera que en defensa las posiciones en el central de Andrés y de Alonso se veían bien ayudadas por Agustín Casado, mientras que en el área defendida por el conjunto cántabro, la zona central también se encontraba bien tupida, las posesiones se hacían eternas, y los goles muy escasos.

Ante la ausencia de jugadores determinantes tanto en defensa como en ataque, Dani Gordo optó por cantera, y reparto de minutos tratando de que el físico pudiera aguantar un encuentro de tal intensidad. Así, los minutos para Jorge Maestro también se vieron para Pablo Rodríguez, e incluso para Sergio Segovia defendiendo en el central. Además, en ataque el técnico llegó a prescindir en algunas ocasiones de un extremo para que iniciara desde esa posición Darío Ajo, desdoblándose posteriormente al doble pivote con el fin de que tanto Agustín como Alonso Moreno tuvieran algún centímetro más para poder armar el brazo, algo que no era nada fácil.

Amenazó el Torrelavega con romper el partido a seis minutos del descanso, cuando unos momentos de ligerísimo bajón en el juego navero fueron aprovechados por los cántabros para colocarse dos goles por delante 9-7. Pero un oportuno tiempo muerto de Dani Gordo, más la primera exclusión del partido para el local José Oliver le dio la oportunidad al Viveros Herol de mantenerse dentro del choque. Con Yeray Lamariano dando la réplica bajo los palos, y Carlos Villagrán poniendo el corazón pese a no estar al cien por cien ni mucho menos, el conjunto de Nava de la Asunción consiguió llegar al descanso con el partido empatado a diez goles.

Era evidente que el desgaste de un encuentro de alta intensidad iba a terminar pasando factura en el conjunto segoviano, y más cuando en los primeros segundos de la reanudación, los visitantes ya recibían su primera exclusión en la figura de Alonso Moreno. Porque la realidad fue que el Viveros Herol estuvo durante casi un tercio de este segundo tiempo en inferioridad numérica, lo que sin duda vino a representar una dificultad añadida, y más teniendo en cuenta que el Torrelavega no iba a quitar el pie del acelerador, sabedor Diego Soto de que cuanto más alto fuera el ritmo del choque, más opciones tendría su equipo, que no sólo tuvo la suerte de cara en varios de sus lanzamientos, sino que también supo jugar de manera muy efectiva tanto las superioridades numéricas, como las inferioridades, en las que siempre logró marcar.

Aún así, aguantó el Viveros Herol un buen número de minutos de la segunda parte, llegando incluso a jugar con Isma Juárez de central cuando Agustín tenía que sentarse en el banquillo por culpa de las exclusiones, ya que buena parte de los ataques locales se gestaban en su zona de influencia, buscando desgastarle. Pero a quince minutos para el final, cuando los árbitros señalaron casi de manera consecutiva la segunda exclusión tanto del goleador navero como de Alonso Moreno, el Balonmano Nava ya no pudo más.

Los tres goles en los últimos quince minutos de partido que solamente pudo anotar el equipo segoviano pusieron de manifiesto este cansancio extremo de los segovianos, víctimas de una defensa que en su zona central no repartía caramelos precisamente, y que se desangraba en defensa tratando de llegar, sin éxito, a las rápidas transiciones de Colunga. De esta forma se llegó al tramo final del choque con los cuatro tantos de ventaja para el cuadro local, que acabó llevándose el partido para disgusto de los segovianos, que necesitan cuanto antes recuperar efectivos para poder volver a competir al nivel que ha habituado a sus seguidores esta temporada.

Dani Gordo: “Que digan que somos el Goliath de la liga
me falta al respeto”

Dani Gordo tenía claro que el Viveros Herol Nava “sabía a lo que venía” en su visita a la cancha del Balonmano Torrelavega, “que tiene un gran equipo, y al que nos costó muchísimo ganar en la primera vuelta teniendo la plantilla casi al completo, tanto más en este partido en el que nos faltaba la mitad del plantel. Aún así, hemos competido de manera impecable en la primera parte, y en la segunda parte hasta la mitad”.

Lo que sucedió después tuvo bastante que ver con las exclusiones que sufrió el equipo segoviano, sobre todo las dos consecutivas que recibieron Agustín y Alonso, “que han sido las que han roto el partido”, afirmó el técnico navero, que tuvo claro que esos minutos en inferioridad lastraron demasiado a su conjunto “porque encajamos un parcial de 3-0 que fue definitivo”.

Ahora bien, es en ese apartado de las exclusiones en el que Dani Gordo quiso incidir, ya que las decisiones de los colegiados madrileños no fueron todo lo ecuánimes que debieron ser, en opinión del entrenador del Viveros Herol, “porque no puede ser que Agustín termine todo los partidos machacado a golpes, y que en este partido acabe con dos exclusiones cuando ha sufrido acciones muy claras por parte de la defensa del Torrelavega. Ha habido mucho rigor en el área que defendíamos nosotros, y algo menos en el que defendía el contrario, porque no se entiende que nosotros terminemos con cuatro exclusiones, y el rival que defendía con mucha más intensidad, sólo con tres”.

¿Súper equipo? Al entrenador navero empieza a ‘cargarle’ el apelativo de ‘súper equipo’ o ‘Goliath’ que se le ha impuesto al Viveros Herol por parte de la mayoría de los rivales, en un claro intento de pasar toda la presión de los partidos al equipo segoviano. Dani Gordo señala que “puedo admitir que, con todos los jugadores sanos, me digan que soy el Goliath de la categoría. Pero que me lo digan cuando el equipo está con seis lesionados, y ha tenido que competir con cuatro jugadores del equipo de Segunda, me parece una falta de respeto, y así se lo he dicho al entrenador del Torrelavega. ¿Tener a la mitad del equipo lesionado es ser el más fuerte de la liga?”.