Carlos Villagrán lanza ante la oposición de un defensor en un encuentro jugado en Nava./ AMADOR MARUGÁN

El ‘14’ es un número mítico en el deporte segoviano porque tres de sus deportistas más relevantes han lucido este dorsal a lo largo de su carrera: Daniel Ibañes con el Caja Segovia, Diego Navarro ‘Pluma’ con el CD La Granja… y Carlos Villagrán con el Balonmano Nava, el último de los grandes capitanes que quedaba en activo, aunque un señor llamado Manu Olmedilla lleva camino de marcar también una época en la Gimnástica Segoviana.
Todo lo que se pueda decir de bueno del capitán del conjunto navero sobre la pista, se queda corto cuando se valoran los méritos que sumó fuera de las canchas para ser un jugador histórico del balonmano. Por ello el anuncio de su retirada, señalado hace ya varios meses, fue tomado con una cierta incredulidad, porque Carlos es de esa clase de jugadores que parecen no sufrir el paso del tiempo.
Pero el tiempo pasa, y ha llegado el momento del último partido del capitán del Viveros Herol Nava, que coincide con el último del curso para el conjunto segoviano en el curso 22/23, y el de la despedida de la mitad de la plantilla navera, a los que seguro que la afición brindará sus mejores aplausos por haber conseguido devolver la alegría (y la Asobal) al pueblo que esta temporada demostró tener un equipo de Plata, pero una grada de Champions.
Aleix Toro, Nil Guiteras, Álex Lodos y Sergio Casares causarán baja, como también lo harán dos jugadores que sin ser de Nava llevan tatuado el escudo del club como son Nico López y Paco Bernabéu, y otros dos que son el santo y seña del club: Carlos Villagrán y Darío Ajo, al que le resulta imposible compaginar el profesionalismo que exige la Asobal con su desempeño laboral, al igual que le sucede a Nico López.

 

Siete de los jugadores que han formado parte de la plantilla jugarán su último partido con el Balonmano Nava

Así que el encuentro que comenzará a las seis y media de la tarde en un abarrotado pabellón Guerrer@s Naver@s será uno de esos en los que el resultado cuenta más bien poco, aunque no cabe duda que el Viveros Herol Nava quiere cerrar el curso con una victoria, y más frente al flamante (y justo) campeón de liga, un Fertiberia Puerto Sagunto que, en palabras de Álvaro Senovilla “ha sido muy regular, ha sabido sufrir y es un justo campeón al que hay que felicitar, porque cuando ganas una competición que empieza en septiembre y acaba en mayo, nadie te puede decir que lo has hecho injustamente”.
La intención del club es la de que jueguen todos lo que no están lesionados de gravedad, porque ni Aleix Toro ni Álex Lodos están para saltar a la cancha más que para recibir los merecidos aplausos, pero la realidad es que el resto de la plantilla no está precisamente para lanzar cohetes,. “Patotski no pudo jugar la semana pasada por lesión y Smetanka recibió un golpe muy duro el otro día, pero espero que podamos estar todos en las mejores condiciones posibles, que no bien porque la temporada de ha hecho dura”. Y es que Senovilla es consciente de que hoy primará que todos puedan participar de la fiesta de despedida más que intentar ganar el partido. Lo que no quita para que el Viveros Herol Nava quiera cerrar una de las páginas más brillantes de su historia con un triunfo con el que alegrar a su afición, agradecer el trabajo de una gran plantilla, y rendir homenaje a dos de sus ‘hijos’. Darío Ajo, que volvió de su retiro para devolver al equipo a la Asobal, y Carlos Villagrán. El último ‘14’.