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La cámara enfoca al túnel de Torun. Las nueve finalistas de los 1.500 metros esperan su turno como los gladiadoras antes de salir a la arena. Águeda Muñoz, concentrada con su dorsal número 1, presumía de la mejor marca sub-23 del español, la que había conseguido el viernes en semifinales (4:09.94), la novena mejor marca española de la historia. Pasaría séptima por línea de meta y sería posteriormente descalificada, pero deja Polonia con la etiqueta de promesa para el medio fondo español. Alguien que baja cinco segundos su marca en un Europeo de Pista Cubierta ha probado su potencial para competir en la élite. Para Águeda, la final, que se llevó la belga Elise Vanderelst no representa una decepción, sino disfrutar de su puesto de comensal en la gran mesa del atletismo.

La británica Katie Snowden era la única finalista que no defendía una marca personal por debajo de cuatro minutos y 10 segundos, la barrera que había superado la segoviana 24 horas antes. Para entender el salto que ha dado Águeda en las últimas semanas, basta decir que llegaba con el puesto número 44 del ranking europeo; para llegar a la siguiente finalista había que subir en la lista hasta el número 30. En un suspiro, la segoviana se ha saltado 35 puestos en la jerarquía europea.

La primera final europea de 1.500 metros con tres españolas en la línea de salida terminó sin el premio gordo. En su primera final europea, Águeda tuvo la gallardía de liderar la prueba en el primer 100; ya tiene una foto para su álbum de la nostalgia. Así fue la puesta en escena de las españolas, que se hicieron con el tren de cabeza de la final en un primer tercio sin hostilidades. Carrera lenta, la que quería Esther Guerrero.

Como consecuencia, las más rápidas tenían todo a su favor para despegar en el tramo final, un desenlace que no beneficiaba a la segoviana. Vanderelst se hizo con la prueba en el último 400, superando los esfuerzos de Guerrero, desfondada en el tramo final. Fue la española quien abrió gas para hacerse con el control de la carrera al paso por el 1.000, un momento en el que Águeda quedó entre dos rivales. La Federación Europea de Atletismo justificó la descalificación de la segoviana en el punto 17.2.2 (empujones / obstrucción). Puede que ahí estuviera la causa.

Final polémico

La mejor baza española la jugó la soriana Marta Pérez, que fue de menos a más y cruzó la meta en cuarto lugar, un honor que le valió el bronce tras la descalificación de la británica Holly Archer. Por su parte, la segoviana cruzó la línea de meta en séptimo lugar y paró el crono en 4:22.44. La ceremonia de entrega de medallas fue pospuesta al día de hoy a la espera de evaluar el recurso de la federación británica.

Lejos de ser un objetivo supremo, el Europeo en pista cubierta representaba un punto más en el camino a la élite de Águeda. Diez días atrás relataba a este periódico que no se atrevía a poner un número a la marca que tiene dentro, que todo depende de las circunstancias. Se dieron en la semifinal, vaya si se dieron. La atleta a la que sus primeros entrenadores señalaban como un diamante porque tenía la forma de correr de las africanas ya llama a la puerta.