Vista general de uno de los niveles del jardín, situado entre La Cárcel—Centro de Creación y el Servicio Territorial de Sanidad, en la avenida de Juan Carlos I. / E. A.

Entre las mejoras que la Concejalía de Medio Ambiente ha llevado en distintos jardines de la ciudad, destacan varias intervenciones en el de Villa Ángela o Villángela durante este mandato corporativo, en los años 2019, 2021 y 2022 , que intentan recuperar un espacio que nació alejado del caserío, del bullicio de vecinos de los barrios tradicionales segovianos, como así figura en la Guía y Plano de Segovia publicada por Félix Gila Fidalgo en 1906 y en el libro de ‘Las calles de Segovia’, de Mariano Saéz Romero en 1908, cuando se referían a él como el jardín de la Maestranza, por la carretera del mismo nombre.

En la guía de Gila Fidalgo aparece también en esa zona la Alameda o Jardines del Paraíso, mientras que Sáez Romero, que lo describe como un hermoso sitio, muy poblado de árboles, apunta al nombre de Maestranza e informa de que en ese lugar se encontraba entonces el Parque de Artillería de la ciudad, donde antes había estado la Maestranza del mismo cuerpo militar.

Ya en la época actual, Juan Manuel Santamaría, en el blog ‘Por una Segovia más verde’, explica que se creó en 1863 —fuentes municipales indican que pasaron a ser públicos en 1867— pero no se cumplieron las expectativas y en 1914 incluso se pensó en vender los terrenos porque en parte se había convertido en escombrera. Sin embargo, solo se venció la zona sureste, a 25 céntimos el metro cuadrado, y el Ayuntamiento acordó ampliar el jardín hasta el limite con la carretera.

El comprador edificó una casa en la zona sureste a la que dio el nombre de Villa Ángela, y con el tiempo toda la zona ha recibido ese nombre, aunque ese edificio, que hasta los años setenta/ochenta del siglo pasado funcionó como ventorro, y llegó a tener pista de baile, ya ha desaparecido.

Santamaría detalla que del jardín primitivo quedan dos espléndidos pinos piñoneros, plantados al mismo tiempo que los del Pinarillo y de una ampliación realizada en 1920, la traza general con su división en dos niveles, castaños de Indias y lirios en el talud del lado norte. De otra reforma posterior son los boleanos y once libocedros.

Tiene bancos públicos, una fuente y una escultura alegórica “en memoria de todas las mujeres que sufrieron prisión por motivos políticos”, dada la cercanía con la antigua cárcel provincial, obra de Alejo Otero Besteiro, hermano del también escultor Francisco Otero Besteiro, colocada en 2009.