setas agentes medioambientales
Un operativo de agentes medioambientales en la provincia. / EL ADELANTADO

El Acotado Montes de Segovia está en el periodo de selección para la contratación de agentes rurales que asistirán a los agentes medioambientales y de la Guardia Civil en la custodia de los montes. Su presidente, Ramón López, esgrime la “enorme” extensión del territorio a vigilar y de la creación de empleo rural. “Es necesario que vean que haya vigilancia para que se respetan más los montes”.

Los agentes rurales son una figura que requiere una titulación; son agentes de la autoridad y tiene capacidad para requisar cualquier carga, subraya López, que lo compara con la figura del vigilante jurado, que también va armado. “No es una figura muy conocida de la meseta hacia arriba; cuidan de los cotos de caza o los montes”.

El acotado segoviano tiene el plazo abierto para la presentación de solicitudes a estos puestos; en función de los candidatos que se presenten, se elegirán las vacantes. Con esa información, una asamblea decidirá cuántos puestos se contratan. Se trataría de un empleo temporal, principalmente para el otoño, y se costeará a través de recursos propios por la venta de permisos. Trabajarán en apoyo a otros agentes. “Son muchísimas hectáreas de bosque las que hay que vigilar. Cuanta más gente tenga potestad para sancionar, muchísimo mejor”, subraya López.

Cuidar los montes

El presidente del acotado habla de progreso y pide comprensión a la hora de tener que pagar un permiso por la zona que antes era de libre recolección. “Para un empadronado, la licencia es pagar un café. Y supone rentabilizar los montes, que hay que cuidarlos y mantenerlos limpios”. El 15% de la recaudación de los permisos se dedica al mantenimiento de los montes, desde señalización a vallado. ”Antes subía la gente a cuidarlos y recoger la leña, pero ahora cada vez es más difícil disponer de tractor o de tiempo”.

Por eso el sector micológico invite a los neófitos al campo a la salida de la pandemia. “Habrá urbanitas que sigan pensando que lo mejor es vivir en la urbe. Pero hay que abrir la mentalidad; es que he estado encerrado en un lugar y quiero estar en la naturaleza. Para esa gente es una gran oportunidad”.

Los esfuerzos en la vigilancia tratan de evitar la recolección ilegal de bandas que hacen recogida de arrastre; no solo se llevan más cantidad de la permitida, sino que dañan la zona. La tarea corresponde a la Junta de Castilla y León, pero Cesefor, la entidad que gestiona el recurso, reforzará el protocolo con vigilancia particular. “Contratamos a guardias particulares de campo para que vean que la actividad de recolección se está haciendo acorde a las normas: que lleva el permiso, que lleva las cantidades acordes a ese permiso”, subraya José Miguel Altelarrea, técnico de Cesefor. También llevarán a cabo una labor información. “Muchas veces el recolector no se preocupa de ver toda la información. No es tanto sancionar como informar. Lo otro está más en manos del Servicio Territorial”.

El protocolo se está llevando también a cabo en otras provincias como Valladolid, Burgos o Soria. “Se hacía antiguamente, pero últimamente el presupuesto no daba para ello. Ahora sí que hay presupuesto y lo haremos”, subraya Altelarrea. El objetivo es que este personal de seguridad sirva de apoyo a los agentes medioambientales y al Seprona. El procedimiento invita a poner en conocimiento el ilícito a estos cuerpos para intervenir de forma conjunta. “Es un personal necesario porque el monte es muy grande. Cuantos más recursos aportes en este tema, mucho mejor porque repercute en que el recolector tome más conciencia de lo que tiene y no tiene que hacer”. Cuatro ojos vigilan más que dos.

La Junta señaliza un acotado para la recogida de setas en 17 montes