“Como se sabe estamos en un barrio con mucha gente mayor, algunos además están solos y esta gente son nuestro mayor tesoro”, comenta la presidenta de la Asociación de Vecinos de Santa Eulalia, Esther Santos, que quiere hacer público el agradecimiento de este colectivo a los establecimientos comerciales y a las farmacias que han colaborado y están colaborando para hacer estas semanas de confinamiento más seguras para todos y sobre todo para los ancianos y personas de riesgo.

Cuenta Santos que a partir de la declaración del estado de alarma, ya desde el lunes siguiente, el 16 de marzo, en la propia directiva de la asociación pero también por las llamadas de algunos vecinos, empezaron a pensar cómo podían contribuir a facilitar la vida a los mayores del barrio sobre todo para que no se expusieran al coronavirus, precisamente en un momento en el que tanto en farmacias como en establecimientos se habían agotado las mascarillas, hidrogeles alcohólicos, etc.

“Empezamos a hacer mascarillas en casa, con tutoriales en internet o pasándolos por WhatsApp” y en las primeras semanas llegaron a hacer un centenar, mientras que, gracias a la colaboración de las farmacias de la zona, que donaron glicerina y alcohol, y también a las compras realizadas directamente por la asociación de vecinos, elaboraron 125 botes pequeños de hidrogel , “con colores para que fueran fácilmente identificables y no dieran lugar a confusión con otros líquidos transparentes como el agua”, indica Santos.

En bolsitas de plástico individuales, a través de vecinos voluntarios, se han distribuido paquetes con una mascarilla, un hidrogel y un par de guantes”, en los domicilios de personas mayores del barrio, “solo en previsión de que tuvieran que salir a la calle porque no tuvieran otro remedio, para que por lo menos tuvieran alguna medida preventiva”, añade la presidenta de la asociación.

Además, ella misma, pero también otros colaboradores, se han encargado de llamar por teléfono a los destinatarios de este material “porque muchos desconfían, y hacen bien porque hay gente que puede aprovechar la situación, y les hemos dicho cuándo iban a llevárselo y que lo hacía gente de confianza; hemos intentado que fueran voluntarios con conocimiento del barrio y arraigo para que hacerlo más fácil”.

Más recientemente, a raíz del anuncio de una gran superficie comercial de que tenía a la venta mascarillas a un precio asequible, responsables de algunas comunidades de propietarios de edificios de este barrio de Santa Eulalia se han puesto en contacto con la asociación y se han adquirido más mascarillas para hacer frente a las necesidades de las nuevas etapas de la desescalada programada en las próximas semanas.

Compras a domicilio

Muy de agradecer ha sido también, según Santos, la inestimable colaboración de gran parte de los establecimientos comerciales del barrio, de frutería, carnicería, tiendas de alimentación, etc. para hacer llegar la compra a los mayores.

“Se ha estado muy pendiente de estas personas, con las que están solas hemos llamado mañana, tarde y noche, les hemos animado para que coman bien, que no se sientan solos…, que tengan todo lo necesario”, sostiene.

Ahora que desde el pasado sábado pueden salir también a dar un paseo, les animan a hacerlo pero siguiendo todas las normas de seguridad, con su mascarilla “y con mucho cuidado porque algunos están algo ‘descolocados’ con las franjas horarias y las fases de desescalada, y hay que explicárselo para que lo comprendan y lo hagan bien”.

Por otro lado, la presidenta de esta asociación de Santa Eulalia lamenta la dureza con la que el Covid-19 ha golpeado al barrio, incluyendo a personas que estaban en residencias de ancianos pero cuyas familias conservan casa en esta zona de la ciudad. Les hemos llamado para estar con ellos en ese momento de tanto dolor pero estamos pensando en organizar algún acto, con las familias que quieran, para acompañarles lo antes que se pueda.